Once

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Heridas

Aileen

-Pienso que deberíamos ir a comprar un nuevo outfit para la feria

Layla habla con la boca llena de pizza.

- Yo pienso lo mismo - digo sin mucho interés.

En realidad todo mi interés está en seguir buscando con la mirada a quien había tenido en mi cabeza todo el día:

Un repartidor de pizza que hace un desastre con mis emociones, y luego las ordena otra vez.

Pero no tenía interés más que de reclamarle, no había ido al instituto y tuve que trabajar en el proyecto yo sola, claro, no necesitaba su ayuda para avanzar en la parte de mi proyecto, pero por alguna razón su ausencia me causaba un poco de ansiedad.

Mi lunes había estado aburrido, y tener a Nathan paseándose por el instituto sin hablarme me dificulta todo.

- ¿Y cuando iremos?

La voz de Layla se me hace lejana cuando miro entrar a Adrien.

Verlo me hace revolver el estómago, se mira tan guapo.

No, guapo no.

Lo que le sigue, y ni siquiera eso es suficiente.

Entra de manera tan sexy, centrando toda la atención para él, cuando pone un pie dentro parece que el lugar se ilumina con el reflector que le da protagonismo.

Lleva puesto su casco pero, es él, yo sé que es él, sus porte, su caminar arrastrando los pies, sus hombros caídos...típico de Adrien.

Y solo de él.

Camina con una maleta del local entre su brazo, y sigue hasta llegar al mostrador.
Una chica alta, rubia y bastante atractiva lo espera ahí.

Cuando él baja su cabeza ella le quita el casco y ambos sonrien al verse.

Yo no sonrío.

Ella es misma chica que nos atendió cuando pedimos nuestra orden.

Adrien pone el casco sobre la mesa y ella le revuelve el cabello, su enorme sonrisa pintada en rojo deja claro que Adrien es alguien con quien ella tiene afinidad, y viceversa.

- Límpiate un poco aquí.

Layla habla, sacándome de la escena que viví en cámara lenta, pasa su dedo índice por la comisura de mi labio en cuando volteo a verla y se ríe

- Tienes un poco de baba.

Me río pero suena tan forzado.

Osea, no va al instituto pero si viene a dejar que le desordenen su hermoso cabello negro.

- ¿Ese es el chico que tiene a mi amiga tontita? - pregunta con un tono burlón - Déjame decir que Nathan tiene competencia fuerte, muy fuerte.

Ya le había contado sobre él.

- No me tiene "tontita" - musito.

- Pues le recorriste cada centímetro de su cuerpo.

- Pfff, yo no le recorrí cada centímetro de su cuerpo.

Me mira con cara de " no te hagas"

- Digo, si, es un cuerpo que uno dice " ¡wow que cuerpo! " pero, no es para tanto, ¿sabes?.. parece que los mismo Dioses bajaron a esculpir esos brazos, y su rostro tan hermoso, pero, no es para tanto, exagerar - bromeo.

Muevo el trozo de pizza que tengo en la mano mientras hablo.

Le presto atención a la mirada de Layla, la cual no va dirigida a mi, si no hacia alguien a mi espalda.

El pasado que persigue. ( Amores Insuperables #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora