Pasado

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Diciembre 23, 2018
Diez meses atrás.

Adrien Collins

- Ya regresé, ricitos.

Entré y puse la comida en una pequeña mesa, y también puse las llaves con las que abrí la puerta y caminé a ella.

Ahora estaba vestida con una de mis camisas blancas, se miraba muy graciosa, ella era casi de mi tamaño pero aún así mis camisas le quedaban grandes.
A Bianca le encantaba ponerse mi ropa, a veces cuando íbamos a alguna fiesta o a comer a algún lugar se ponía mis bermudas, o mis buzos y salía así sin importar cuántas veces Hanna le dijera que tenía que arreglarse más.
Lo que sucedía es que se podía poner lo más espantoso y aún así se miraba completamente hermosa.

- ¿Que opinas? - preguntó cuando llegué a ella y señaló su cuadro - ¿Como se mira ?

- Mmmm me gusta ese color nuevo - le dije mostrándole el color que pintaba el vestido de una niña dentro de su cuadro.

- Está muy bonito.

Sonrió, miré como se dio la vuelta en su silla y buscó un pedazo de papel, cuando lo sacó, con el pincel con el que trabajaba en el cuadro, pinto totalmente el cuadrito de papel en el color que le dije que me gustaba y al otro lado puso " el color de Adry"

- Ten mi amor, ponlo ahí, y cuando se seque lo metes en mi cajita de Kubin - me lo dio tendiéndolo entre sus pequeños dedos.

Lo tomé con cuidado y lo puse en una repisa para que se secara.

- Ven - le dije pidiendo que se levante- vamos a cenar y luego terminas eso.

Ella se levantó no muy convencida y me siguió tomada de mi mano.

La llevé al pequeño lavabo, ahí nos lavamos las manos y el rostro, aún que en realidad ella siempre que pintaba quedaba intacta era yo quien necesitaba hasta bañarme ya que era un completo desastre cada vez que intentaba pintar algo.

- ¿Mi paffuto pregunto por mi?- me dijo abriendo la caja de la pizza.

- Sip, pero dijo que no había problema si te quedabas aquí, en cambio Hanna estaba muy molesta- le dije tomando un trozo de la pizza que aún estaba muy caliente.

- Mmm, ya se le pasara.

Comentó  dándole una mordida al pedazo de yo había sacado de la caja

- Oye y, ¿Quién estaba de turno en la cocina? - preguntó sin darle más importancia a la molestia de su hermanastra.

Nos sentamos en el suelo, pues aun no teníamos muchas cosas en el taller.

- Carlo - contesté - El que me quiere mucho - dije sarcásticamente

-Oh - asintió - ¿ Tú a que hora te iras donde Gabe?

- Mmmm - miré el reloj en mi muñeca - justo después de comerme esos dos tiramisú.

- Oye no - dijo ella riendo y tomando la bolsa blanca entre sus manos como una niña egoísta - Son míos - peleó.

Me rei frente a sus niñerías y pellizqué con ternura uno de sus cachetes rosados.

- Son todos tuyos, ricitos - le aseguré.

Ella se inclinó y me dio un beso pequeño en los labios.

- Te amo. - dijo aún inclinada en mis labios.

- Yo te amo mucho más.

Puse el trozo de pizza a mi lado, y la atraje hacia mi de su delgada cintura, me recosté hacia atrás mientras ella quedaba encima de mi con sus piernas abiertas a cada lado

El pasado que persigue. ( Amores Insuperables #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora