Veinticuatro

26 3 1
                                    

Aileen

Abro los ojos de golpe.

Un dolor palpitante invade mi cabeza, de inmediato vuelvo a cerrarlos por el ardor que me había causado haberlos abierto.

Al querer acomodarme en mi cama un dolor se origina en los músculos de mis piernas, espalda y brazos. Es como si tuviera un peso en mi cuerpo que no me deja moverme.

Suelto un quejido cuando logro darme la vuelta hacia donde diviso claridad aún con mis ojos cerrados.

Siento a alguien acercarse en tres pasos y sentarse en la cama, eso me hace abrir los ojos esta vez ignorando lo difícil que se me había hecho hacerlo anteriormente.

Y verlo ahí me hace recordar todo como una descarga de imágenes frente a mis ojos.
Estámos en su habitación, me levanto, dejando caer las cobijas que me cubrían advirtiendo en mi cuerpo el frio y avanzo pasando de él, sin prestarle atención a los miles de cuchillas que siento como se van clavando en mis pies.

De inmediato siento mi cuerpo desfallecer, pero avanzo deteniéndome de lo primero que encuentro cerca.

-No no no no no- habla detrás de mi desesperado- Aileen, por favor vuelve a acostarte.

- ¿Para qué? ¿Qué mas te falta por decirme o hacerme? - le digo dándome la vuelta.

¿Qué me había pasado? ¿Por qué en cada movimiento que hacía sentía que me habían molido el cuerpo?

-Por favor, ven, acuéstate, estás lastimada.

- ¿Y eso te viene a importar ahora?

Miro como respira hondo, es extraño que no me hubiera tocado para detenerme, de hecho, está bastante cerca, pero levanta las manos como cuando le dices a un cachorrito asustado "no te hare daño",  sin querer tocarlo 

Se queda así, nada más viéndome entera, su expresión es extraña.

Me miro también mi cuerpo.

Tengo una camisa blanca puesta, me queda a las rodillas.
Al tocar mi cuerpo siento que debajo tengo puesto algo más, así que me levanto la camisa y miro enrollado en cintura lo que parece ser un vestido. Rápidamente vuelvo a bajarlo para que Adrien no me vea.

Comienzo a sentir vergüenza de estar vestida con algo tan corto, seguramente me había emborrachado en la fiesta y él se había aprovechado de mi, después de haberme gritado y lastimado de esa forma, me esperaba todo de el.

-¿Qué me hiciste?- le pregunto comenzando a imaginar las posibles cosas que me pudo haber hecho.

Mi entre pierna arde y duele de una forma tan cruel.

- Aileen- se acerca a mi mostrando sus manos- Lo siento tanto- dice con la voz cortada.

- NO! ¿Qué mierda me hiciste Adrien?

-Yo, yo no te hice nad....

El impulso guia mi mano a su rostro y planto ahí una dolorosa bofetada.

Dolorosa para mi obviamente, él no se inmuto, de hecho, fue como si se hubiera dejado, por el dolor y la debilidad de mi cuerpo había levantado la mano a una velocidad baja que él bien pudo haber detenido.

Pero no lo hizo, más bien se aleja lentamente un paso atrás.

Abre sus ojos, y me mira, luego baja la mirada al suelo y suelta un sollozo.

- Te dejé sola, de verdad lo siento, por favor vuelve a la cama, te contaré todo- suplica débil aún sin acercarse totalmente a mi.

-No tienes nada que contarme. Solo llama a Layla o a Trina, quiero irme.

El pasado que persigue. ( Amores Insuperables #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora