CAPÍTULO 16

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Título: "desire" by ateez

-"desde la primera vez que te vi no puedo dejar de pensar sobre ello"

p.o.v.SooBin

Me desperté en la cama de mis padres, supuse que me había quedado dormido durante la película. Estaba solo, y escuché de fondo a mi padre ducharse en el baño de su habitación. Yo estiré el brazo para mirar mi teléfono. Y me encontré con un mensaje de Chan, diciendo que estaba con YeJi, que ya me explicaría. Otro de HueningKai diciendo si quedábamos esta noche los chicos para cenar y otro de ChaerYeong diciéndome que si podía ayudarla con un trabajo esta tarde, que me invitaba a merendar por el esfuerzo.

Yo le dije a todo que vale y decidí darme la vuelta para seguir durmiendo un rato más.

-Buenos días – me dijo mi padre moviéndome un poco encima de la cama - ¿ha llegado ya tu hermano? – me preguntó.

-No sé, creo que no – le dije sin levantar la cabeza de la almohada.

-Vale, voy a hacer el desayuno – después escuché como abría y cerraba la puerta del lavabo.

Entré en el baño y me aseé un poco para salir medianamente despierto a desayunar. Cuando me estaba echando algo de agua en la cara vi las dichosas pastillas antidepresivas de mi padre. Estaba harto de verlas por todos lados, entendía que eran buenas, que a todos los miembros de mi familia les daba el empujón suficiente para seguir, pero no quería que fuera así. Antes lo llevaba mejor, siempre supe que mi familia estaba un poco rota, pero aún quedaba el amor y cariño que nos teníamos. Ahora ni eso.

Mi padre no miraba a la cara a mi madre, mi hermano solo a ratos dejaba que mi madre se acercara a él, y todos ellos se recostaban en mí, haciéndome sentir que si yo caía todo caería. Y yo no iba a dejar que eso pasara, no a ellos. Pero algunas veces sentía que ya no podía más.

Cerré la puerta del baño y me senté en la isleta de la cocina mientras mi padre acababa de hacer el desayuno. Estuve distraído un rato mirando el móvil y luego lo observé mientras me hablaba de que esa mañana iría a comer con los chicos.

-Toma – me dijo pasándome el plato.

Solo me bastó un segundo, solo uno, para que ese miedo a caer se hiciera presente.

Sabía que mi padre se había hecho cortes antes de que Chan naciera, sabía la historia del secuestro y le había visto muchas veces las cicatrices. Pero hubo tres en concreto que se asomaron por debajo de la sudadera que no había visto. No estaban cicatrizadas, parecían recientes, como de dos o un día.

-Papá – lo llamé y cuando él se giró a mirarme las palabras se atravesaron en mi garganta, un nudo se me creo y me quedé mirándolo fijamente – voy a... - dije pasando saliva – voy a llamar a mamá, por si quiere comer conmigo, como tu te vas.

-Si claro, ves – me dijo comenzando a comer.

Yo prácticamente corrí hacia le dormitorio que había escogido como mío, estaba lleno de cajas porque todavía no había acomodado los muebles bien ni la decoración. Me senté en el suelo porque notaba que me temblaban las piernas y llamé a mi madre.

-SooBin, cariño, ¿Qué tal? – dijo su voz suave pero alegre.

-Mamá – dije y no sabía cuando había empezado a llorar, pero lo había hecho – mamá, es papá, él... - dije y me tapé con la mano la boca para que no me escuchara llorar desde la cocina.

-¿Qué pasa con papá, SooBin? – me dijo y noté su respiración acelerada e impaciente.

-Papá, tiene cortes – le dije y noté como se me paraba la respiración, el nudo cada vez era más grande, dejándome sin un poco de aire que llevar a mis pobres pulmones.

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora