CAPÍTULO 32

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Título: "nana triste" by Natalia Lacunza, Guitarricadelafuente

-"yo me quedaría contigo, una, dos, tres noches más"

p.o.v.SooBin

Estaba en la cama con mi madre y mi hermano. Habíamos dormido cada uno en su respectiva habitación durante la noche. Pero cuando me desperté fue como si mi cuerpo se moviera solo, y cuando salí de mi habitación me encontré a mi hermano saliendo de la suya. Los dos nos miramos y mi hermano me hizo un gesto con la cabeza para que fuéramos juntos a la habitación de mi madre.

Así era como habíamos acabado los dos al lado de su cuerpo con la cabeza en su pecho. No estábamos durmiendo, ni siquiera hablando, solo estábamos allí los tres juntos como si supiéramos que lo que se venía esta noche nos daba miedo a los tres.

-¿Sabéis que vuestro padre se desmayó en los dos partos? – dijo mi madre y los dos alzamos nuestra cabeza para mirarla riendo – pero que se cayó redondo al suelo - nosotros sonreímos mirándola.

Mi madre tenía una de las sonrisas más bonitas del mundo. Y por mucho que fuera una capulla había que reconocer que cuando reía o sonreía lo hacía de verdad, desde lo más hondo de su corazón. No se escondía, si tenía que poner una mala cara la pondría, jamás fingiría, por eso se notaba tanto la felicidad y el cariño con la que dijo aquello.

-¿Veis esa esquina de allí? – dijo señalándonos un sitio de la habitación y nosotros dos asentimos como unos niños pequeños – se pasó una hora y media de pie con Chan allí – dijo – fuimos al médico cuando me dio la primera contracción y nos dijeron que fuéramos a casa, que aun faltaban horas. Pero él no se durmió, se quedo hay plantado con la mochila en la mano mirándome.

-Que dramático – dijo Chan negando con la cabeza y mirando aquella esquina.

-Bueno, pero es que con SooBin fue peor – dijo riendo – cada vez que me daba una contracción llamaba a la enfermera para que viniera. Estaba histérico.

Nosotros sonreímos y nos volvimos a quedar en silencio de nuevo. Y a mi se me paso por la cabeza de nuevo mi padre y todos los momentos que habíamos pasado juntos.

-Si muero hoy – dijo y a mí me tembló todo el cuerpo – se que no soy ni la mitad de buena que vuestro padre, pero por favor, recordarme con el mismo cariño – nos dijo y los dos la miramos, y a mí se me había revuelto el estomago de repente.

-En el caso de que lo hicieras – dijo Chan con la mirada seria – quiero que te vayas sabiendo que te queremos igual que queremos a papá – dijo y después me miró a mi lamiéndose los labios – pero vamos a volver, los tres juntos.

Mamá y yo le asentimos y nos volvimos a poner con la cabeza apoyada en su pecho. Después de un rato desayunamos y cogimos cada uno su mochila para irnos. Al llegar ya casi todos estaban junto al avión y subí las escaleras de este encontrándome a HyunJin, BeomGyu y HueningKai juntos.

-Hola, bebé – me dijo dándome un beso HyunJin cuando se levantó del asiento, dejándome sentarme a mi y poniéndose encima de mis piernas él – te estaba esperando para darle a mi bro su super regalo de cumpleaños.

-Mi cumpleaños es en dos días, bro – dijo BeomGyu sentado con HueningKai encima de sus piernas – pero gracias, eres muy atento – dijo cogiendo la bolsa que le daba HyunJin.

BeomGyu lo abrió, desenvolviendo el regalo y sacando de él unas chanclas rosas horrorosas. HueningKai y yo nos tapamos la boca cuando vimos el regalo de HyunJin a BeomGyu, porque el cumpleañero no se había puesto en su vida unas chanclas por el complejo que tenía del dedo.

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora