CAPÍTULO 23 (1/2)

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Título: "little things" by one direction

-"tu mano encaja en la mía como si estuviera hecha para mí"

p.o.v.ChaerYeong

Estaba estirada en mi cama, con las manos debajo del colchón para reposar mejor mi cabeza y estirar la piel de mi espalda. No llevaba nada más que mis pantalones del chándal y el sujetador desabrochado. RyuJin estaba sentada a mi lado de rodillas y la escuchaba tararear flojito la canción que sonaba atreves de mi altavoz.

Hacía unos días la pillé viendo una pasarela que consistía no en enseñar la moda, sino que artistas habían utilizado los cuerpos de los modelos para pintarlos como si fueran una obra de arte andante. Lo vi con ella, y RyuJin parecía realmente emocionada con eso, así que salí a comprar ese tipo de pintura para cuerpo, y ella me había pedido utilizarla con mi espalda.

El pincel era frío al pasarse por mi piel, pero en cambio era cálida la sensación que me daba la pintura sobre mi piel. Me gustaba sentirla deslizarse con cuidado por mi piel, como si mi cuerpo fuera una de las pinturas de RyuJin.

-¿Tienes frío? – me dijo apoyando la cabeza en mi hombro con cuidado de que no se manchara y se estropeara la pintura en mi espalda. Me gustaba sentir su respiración encima de mi piel y como esta se erizaba notándola tan cerca.

-No – le dije girándome un poco – estoy bien – ella me sonrió y me beso los labios de forma lenta.

Sus labios se movían tranquilamente, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para poder besarnos, y saber que ella pensaba así, y que por eso me besaba de esa forma, hacía que el corazón se acelerara. Porque últimamente pensaba y sentía que como RyuJin no iba a encontrar a otra chica.

-He estado mirando un bloque de pisos – me dijo y miré por el rabillo del ojo como mojaba el pincel en el vaso de agua para limpiarlo – está cerca de este barrio y en la misma calle que el piso del tío Jeno.

Yo la escuché atentamente. Y no me había dado cuenta de que no quería que se fuera hasta ese momento, en el que vi que se iba. Había estado en mi casa desde que Lucas mató a su familia. Durmiendo en mi misma cama, tumbándose en el mismo sofá a ver las películas conmigo y mi familia y comiendo en la misma mesa. Me había gustado, muchísimo. Y la verdad es que verla despertar a mi lado era una de las sensaciones que más felicidad me producían en ese momento.

-¿Sabes que te puedes quedar todo el tiempo del mundo? – le dije mirando como cogía azul con el pincel.

-No quiero molestar – me dijo – sois cuatro en casa, no cinco – noté como volvía a pintar en mi espalda.

-No molestas – le aseguré siendo totalmente sincera con mis palabras – a papá le encantas, dice que eres la única que le escucha cuando alardea de lo increíble que es – ella río desde detrás – y a mi madre le gusta comentar contigo las series, y NaYeon me dijo que le gustaba muchísimo hablar contigo, que eras muy divertida cuando te lo proponías – le dije.

-Si es que soy increíble – me dijo riendo y cogiendo el móvil de la mesita – pero cuando lo confirme todo con los del piso me voy – me dijo y yo le tuve que asentir, porque tampoco le iba a impedir que se fuera si era lo que ella quería – te hago una foto.

Se sentó en mis caderas y le hizo la foto a mi espalda. Después me lo enseñó, había recreado el cuadro de Van Gogh, "La noche estrellada". Era increíble y muy bonito, le había quedado increíble. Yo me levanté de la cama cogiendo mi sujetador para que no cayera, y miré de reojo como se ponía la foto de fondo de pantalla de bloqueo, eso me hizo sonreír bajamente.

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora