CAPÍTULO 20 (2/2)

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Título: "promise" by ATEEZ

-"tu y yo, es una promesa, nadie te derribará"

p.o.v.ChaerYeong

Me encendí en cigarro y observé la puerta de la gran casa. Era una mansión antigua, de madera porticada, perdida en medio de el bosque, muy lejos de la ciudad. No entendía que les daba a los psicólogos famosos con irse a esos sitios, como si eso les diera mas cache.

HueningKai contrató a la mejor psicóloga de la mafia para que tratara a RyuJin, la que según el primero que lo vio dijo que llevaba demasiadas cosas dentro. Ya llevaba una semana en mi casa, viviendo con toda mi familia. Y aunque al principio estuvo muy decaída, parecía que venir a ver a esa profesional le estaba ayudando muchísimo.

Aspiré el humo de mi cigarro y me apoyé en el capó a esperar que saliera. Cuando lo hizo fue con la chica, de la cual se despidió. RyuJin comenzó a bajar las escaleras y me miró con una bonita sonrisa dibujada en sus rosados labios. Se colgó mejor el bolso en su hombro y caminó hacia mí.

-Hola – me dijo poniéndose entre mis piernas y dejando un beso en mis labios - ¿llevas mucho aquí? Hoy nos hemos retrasado unos minutos.

-No, tranquila – le dije dejando una mano en su cintura y apartándole un mechón de pelo azul de su cara con cuidado de que el cigarro no la tocara - ¿Cómo ha ido?

-Bien – me dijo rodeando con sus finos brazos mi cuello - ¿podemos hablar?

-Si, claro – le afirmé mirando sus ojos. En ellos había de repente muchas emociones y sentimientos, y no pude saber muy bien que reflejaban.

-La psicóloga me ha dicho que estaría bien que se lo contara a alguien – empezó lamiéndose los labios con nerviosismo – que hable con la persona que más confianza me transmita.

-Y, ¿tú quieres hacerlo? – pregunté. Si antes iba con pies de plomo ahora iba con muchísimo cuidado.

-Si, bueno – dijo y agachó la cabeza para mirar mis dedos hacer círculos encima de su piel descubierta por el jersey negro que llevaba – solo que estoy un poco nerviosa – rio intentándole restar importancia – y me da vergüenza, para que mentir.

Yo le sonreí amablemente cuando subía su mirada a mis ojos. No quería que se sintiera así, lo único que deseaba es que se sintiera a gusto y libre de contarme todo, sin que pensara que la iba a juzgar.

-RyuJin, sea lo que sea, puedes contármelo – le dije y ella me asintió.

-Vale – me dijo tomando una respiración profunda – pero déjame hablar – yo le asentí y ella se mantuvo unos segundos callada, como si se estuviera mentalizando – no recuerdo muy bien cuando empezó, porque al fin y al cabo era pequeña y no tenía consciencia de que estaba mal. Solo la tuve cuando lo hizo con mi hermana, que era tres años mayor, y la vi llorar. Intuí que era algo malo.

Sus manos habían bajado por mi cuerpo hasta quedarse en mis brazos, y allí se estaba entreteniendo, tocando con la yema de sus dedos los pequeños tatuajes que estaban repartidos por mi piel. Supuse que estaba haciendo eso para evitar mi mirada y también nublar un poco la mente mientras me contaba algo que realmente le atormentaba los pensamientos.

-Lucas, pegaba a mamá y Momo, y alguna vez las violó – dijo y yo tragué saliva – conmigo era diferente. Me hacía sentarme en sus piernas y se masturbaba, hasta eyacular en mi muslo.

Yo intenté no hacer ningún movimiento ante sus palabras. Pero si noté como dentro de mi todo se revolvía.

-No fue hasta los doce años que entendí que estaba enamorado de mi – dijo y se mordió los labios intentando aguantarse las ganas de llorar – estaba enfadado conmigo, siempre, supongo que le frustraba la idea de no tenerme.

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora