CAPÍTULO 18

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Título: "bring me to life" by Evanescense

-"llama por mi nombre y sálvame de la oscuridad"

p.o.v.Sana

El despertador me levantó de un pesado sueño. Sinceramente sabía que había soñado con mi familia, pero no me acordaba muy bien de ello, solo sabía que HyunJin se cortaba el dedo con un cuchillo cortando la fruta.

Me di un poco la vuelta entre los brazos de BeomGyu y apagué el despertador para seguir durmiendo un par de minutos más. Después volví a dejar la cabeza en el pecho descubierto de BeomGyu, que subía y bajaba el pecho mientras seguía durmiendo plácidamente, como si no se hubiera despertado con el estruendo de la alarma.

Ayer vino a ver a mi hermano a casa, que solo iba del instituto a la mansión y para casa para reposar, aunque se suponía que hoy ya le quitaban las vendas. Lo noté acelerado, impaciente y muy contento. Y esa felicidad contagió a toda la casa.

Yo abrí los ojos y me lo quedé mirando un rato. Para lo movido que era estaba muy tranquilo, y daba gusto verlo así. Tan quito, como si estuviera muy a gusto y en paz. Me gustaba las facciones que se le marcaban cuando dormida, porque su cara de niño bueno se realzaba, sus labios rosados en una línea fina, sus pestañas largas y espesas reposadas en sus ojos cerrados o su nariz de botón redonda salida. Parecía tan delicado y su piel tan fina y suave. Era digno de admirar esa imagen.

-Buenos días - le dije cuando se despertó frunciendo el ceño y arrugando levemente la nariz.

Yo pasé mi dedo índice por allí haciendo que una sonrisa se dibujara en sus labios y yo también sonreí.

-Hola - me dijo bajito girando su cara para mirarme mientras flexionaba un brazo para dejarlo debajo de su cabeza y alzarse un poco - ¿Qué pasa? ¿Estoy más guapo de lo normal por las mañanas?

-Ya tardabas en echarte a ti mismo piropos - dije dejando la mano en su estómago.

-Lo siento no puedo evitarlo - me dijo enredando nuestras piernas debajo de la colcha - soy incapaz de obviar la belleza que poseo.

-Entiendo - dije rodando los ojos, entonces noté algo con mis pies - nunca me has enseñado el dedo chungo del pie.

-Ni lo voy a hacer - dijo con obviedad y yo sonreí con picardía - no, Sana, no - me dijo agarrando con fuerza la colcha.

-Venga va enséñamelo - le dije sentándome en la cama y tirando de la colcha.

-Yo a ti te enseño lo que tú quieras, bebé - me dijo guiñándome el ojo y yo alcé las cejas por su insinuación - todo menos el dedo que me cortó tu madre - dijo y yo tiré de la colcha - no - dijo serio, pero yo seguí tirando mientras él me gritaba.

Al final se la quité y le vi el pie. Y yo me aguanté las ganas de reír. Porque en el pie derecho solo tenía cuatro dedos, donde se suponía que tendría que a ver un dedo había una fina cicatriz.

Yo lo miré y él se tapó la cara con lo brazos, porque realmente tenía un complejo. Yo no lo entendía, porque solo era un dedo, aunque se que si no tuviera un dedo algo de vergüenza si que me daría.

-BeomGyu - le dije agarrando sus brazos y quitándoselos de la cara - es solo un dedo, tío, relájate - le dije riendo.

-Pero es feo - me dijo con un puchero.

-A ver no es muy bonito - le dije sonriendo y dándole la razón - pero lo compensas con lo guapo que eres y lo bueno que estás.

-¿Si? - preguntó como un niño pequeño.

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora