CAPÍTULO 28

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Título: "fever" by ATEEZ

-"estoy figiendo ser fuerte y vaya si duele"

p.o.v.SooBin

Me acabé de atar los cortos cordones de los pantalones de vestir. Cuando lo hice dejé mis codos clavados en mis rodillas y miré un punto fijo en el suelo de mi habitación. Todo me estaba costando la vida, incluso respirar. Lo único que quería era quedarme bajo las sabanas de mi cama, tapado hasta la cabeza y llorar hasta que no quedara ni una lágrima que echar.

No estaba siendo nada fácil asimilar que mi padre había muerto. Que se había suicidado.  No entendía porque, pensaba que estaba bien, quería creer que estaba bien. Pero no lo debía estar tanto para dejar todo atrás y decidir la muerte antes que seguir adelante con su vida.

Y eso puede que fuera lo que me doliera más. El que mi padre no hubiera encontrado suficientes motivos como para quedarse. Me dolía en lo más hondo de mi interior que no hubiera elegido una vida larga a nuestro lado, la gente que lo quería, al lado de mi y mi hermano que éramos quien lo queríamos más en este mundo.

-¿Has acabado ya? – preguntó NaYeon saliendo de mi lavabo y poniéndose los pendientes en el espejo de cuerpo entero que tenía al lado de mi escritorio.

-No – dije saliendo de mi transito – me queda la corbata – dije cogiendo la corbata negra de encima de mi cama y acercándome al espejo cuando ella se apartó.

Lo peor de todo es que no había dejado ni una carta, una despedida o un ultimo adiós. Simplemente se había ido sin decir nada.

Aún recuerdo cuando llegué a mi casa después de estar toda la tarde con BeomGyu en su casa. Entre gritando un "ya he llegado, papá". Pero nadie me respondió cosa que me apreció rara. Empecé a buscar por las estancias, hasta hallarlo en su cama tumbado. Recuerdo lo mucho que se me aceleró el corazón al ver las sabanas blancas teñidas de rojo y de sus brazos salir un hilo de sangre que le empapaba el cuerpo.

-Joder – grité frustrado cuando ni a la cuarta vez que intentaba el nudo de la corbata me salía – vamos, tampoco es tan difícil – me dije a mi mismo, y me miré mis manos temblorosas volver a intentarlo hasta que al final me la quité y la tiré al suelo mirándola con odio y despecho. Estaba al limite y me lo notaba.

NaYeon se acercó y la recogió del suelo. Después caminó hacia mi con una sonrisa dulce en los labios. Me cogió las manos y hizo que me sentar en mi escritorio. Después paso la corbata alrededor de mi cuello.

-Se que no puedo llegar a entender lo que sientes y empatizar contigo del todo – me dijo sin dejar de mirar sus dedos hacer el nudo de la corbata – pero si que puedo sufrir igual que tú – me dijo mirándome un momento a los ojos y luego a la corbata – no quiero verte así, me duele y me frustra no poder aliviar tu dolor. Pero, SooBin – me dijo cogiéndome las mejillas con las manos – sé que tu principal dolor fue no conseguir salvarlo, pero cariño, no pudiste hacer nada, ya estaba muerto - me dijo y a mí se me escapo una lágrima – deja de machacarte, hiciste lo que pudiste.

-Ojalá hubiera sido suficiente – dije apoyando la cabeza en su hombro y llorando allí mientras ella me acariciaba con sus dedos mi pelo lila – solo han pasado dos días y ya lo echo de menos.

-Lo sé, todos lo hacemos – me dijo y yo la abrace con fuerza por la cintura.

Después nos fuimos en mi coche al cementerio. No estaba preparado para hacerlo, para decirle un ultimo adiós a mi padre. Pero quería hacerlo, no por mi ni por él, sino por mi hermano que lo estaba pasando horrible, o por mi madre, que a pesar de todo lo quería y no podía ni levantarse de la cama y ChanYeol, SeHun y SuHo tampoco lo estaban pasando muy bien.

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora