Un año después
-Se veía tan linda, Byul. -Se ríe Krystal-. No quería tocar la guinda del pastel, no le gustó pegotearse los dedos, ¡así que sólo plantó toda la cara en el! Y se enojó tanto cuando tuve que quitarla para partirlo. Desearía que la hubieras visto, ¡esta niña tiene una actitud que pondría a la Nana en ridículo! -Se disuelve en un ataque de risa.
Podría haberla visto.
La culpa me golpea duro. Porque debí haber visto la forma en que Aeri hizo añicos su primer pastel de cumpleaños. La forma en que chilló por los moños y se fascinó más por la envoltura de los regalos. Debí haber estado ahí para encender las velas, para tomar las fotografías. Para salir en ellas.
Pero no fue así. No pude. Ya que es semana de exámenes finales, así que el único lugar donde puedo estar es aquí, en Nueva York. Fuerzo una sonrisa, tratando de infundir mi tono con entusiasmo. -Qué genial, Krys. Suena como una fiesta increíble. Me alegra que lo disfrutara.
Por mucho que lo intento, Krystal se da cuenta. -Cariño, deja de torturarte. Te enviaré por correo todas las fotografías y el video. Será como si hubieras estado aquí con nosotras.
-Sí. Excepto que no lo estuve.
Suspira. -¿Quieres decirle buenas noches? ¿Cantarle tu canción?
En el poco tiempo que pasé con nuestra hija luego de su nacimiento, y las semanas que tuve la oportunidad de pasar con ella durante las vacaciones de navidad, descubrimos que Aeri tiene una afinidad por el sonido de mi voz. Incluso a través del teléfono, eso la alivia cuando le salen los dientes, la arrulla cuando se enoja. Se ha convertido en nuestro ritual, cada noche.
-¡Mami!
Es increíble cómo dos pequeñas sílabas pueden tener tanto poder. Me calientan el pecho y traen la primera sonrisa genuina que he tenido en mi rostro en todo el día.
-Feliz cumpleaños, pequeña.
-¡Mami!
Me rio. -Mami te extraña, Aeri~ha. ¿Estás lista para tu canción?
Despacio, canto:
Tú eres mi sol, mi único sol.
Me haces feliz cuando el cielo está gris...
En su dulce voz, adorablemente ilegible, trata de cantar las palabras conmigo. Después de dos versos, mis ojos se encuentran brumosos y mi voz se quiebra. Debido a que la extraño mucho.
A ambas.
Me aclaro la garganta. -Es hora de descansar. Dulces sueños.
Krystal regresa a la línea. -Buena suerte con tu examen de mañana.
-Gracias.
-Buenas noches, Byul.
-Buenas noches, Krystal.
Lanzo el teléfono a los pies de la cama y me le quedo viendo al techo. Desde algún lugar abajo, hay risas estridentes y gritos para beber, probablemente por el maratón del juego de beer-pong que comenzó hace dos días. En mi primera semana en Columbia aprendí que las carreras no sólo se basan en tus conocimientos. Las construyes con los contactos.
Así que me inicié en una fraternidad, para hacer esas conexiones de por vida. Psi Kappa Epsilon. Es buena, llena de estudiantes de negocios, economía, preleyes. La mayoría procedentes de dinero, pero aun así gente agradable, chicos que trabajan, estudian y juegan duro.
El semestre pasado un miembro se graduó antes de tiempo, luego fue enviado al extranjero por su importante compañía. Mi hermano mayor de fraternidad presionó con fuerza para que consiguiera una habitación en la casa. Un hermano mayor es el tipo con el que eres emparejado cuando te inicias en una fraternidad. Es el que te da los momentos más difíciles. Eres su perra, su esclavo.
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Rechazada [G!P]
RandomComo toda abogada defensora de Seúl, Moon Byul Yi mantiene la cabeza fría, sus preguntas son punzantes, y sus argumentos irrefutables. No la llaman la Encantadora de Jurados por nada. Con su acento sureño, sonrisa encantadora, y cautivadores ojos ve...