Capitulo 8

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YongSun

No he levantado la cabeza de mi computador portátil desde que entré por la puerta. Mis tacones están descartados junto a la entrada, mi húmeda chaqueta de color beige desparramada por el sillón con diseño floral donde la arrojé, mi paraguas apoyado en la esquina, goteando. Jjing Jjing se encuentra extendido delante del ventanal, sus grandes ojos marrones viendo las gotas de agua que se dispersan por el vidrio de la ventana. Los Grandes Éxitos de 1999-2002 de Ed Sheeran se reproducen mientras redacto una solicitud de supresión de evidencia, otra pidiendo un cambio de jurisdicción, y una tercera, una respuesta al intento de la fiscalía para condenar a mi cliente de diecisiete años, el hijo de un apreciado cabildero, como un adulto por posesión de drogas con intención de venta. 

La parte trasera de mi cuello duele cuando muevo la cabeza, tratando de aflojar los músculos tensos. Pongo el computador portátil en el cojín del sofá a mi lado y froto mis hombros mientras Ed Sheeran canta "You & I". 

Y es entonces, cuando finalmente me permito pensar en todas las cosas que evito con el trabajo. 

Byul se va. Irá a Bucheon para luchar por "su chica". No existía ninguna duda, dejar que Krystal Jung se case con alguien más nunca fue una consideración. Se mostraba inflexible, audaz, determinada como nunca la he visto. Y no tengo ninguna duda de que viajará hasta allá y le recordará todo lo que ella obviamente olvidó. 

Me la imagino atravesando su puerta, levantándola con esos fuertes brazos —como Tarzán reclamando a su Jane— y convenciéndola, con su sonrisa irresistible y astuto encanto, para que le de otra oportunidad. 

Y cuando la acepte —y estoy segura de que lo hará— mi arreglo con Byul habrá terminado. 

Cierro los ojos. Porque mi estómago está apretado y hay una sensación de pesadez en mi pecho, como la sensación que tienes después de nadar en una piscina durante mucho tiempo. 

No es mi primera experiencia en esto. Soy una mujer soltera de veintiocho años. He tenido varias aventuras de una-sola-noche. En la escuela de leyes es para lo único que tienes tiempo. Llenan una necesidad, te dejan de buen humor, y te ayudan a concentrarte. 

Una mano, literalmente, ayudando a la otra. 

Es por eso que hice lo que hice esta tarde, sacándolo de su miedo conmocionado. Lo puse en el camino correcto. Porque antes que nada, Byul es mi amiga. No diría que soy abnegada, pero sí leal. Y eso es lo que hacen los buenos amigos. Se ayudan entre sí. 

Lo que tenemos —lo que ella y yo hacemos juntas— es divertido. Físico y conveniente. Y por encima de todo, se supone que es simple. 

Pero la sensación de malestar en mi estómago, el tinte de amargos celos en mi lengua, no hay nada simple en eso. 

Sacudo la cabeza para mí misma, decidida a deshacerme de esta melancolía junto con el movimiento. No soy una de esas chicas, del tipo gobernada por las emociones. Lo voy a ignorar, como un bolso de la temporada pasada. Quizás que Byul se vaya por un tiempo es lo mejor. Me dará el espacio necesario para despejar mi cabeza. Porque enamorarte de tu "amiga con beneficios" sería un movimiento tonto, y no soy tonta. 

Jjing Jjing levanta la cabeza un momento antes de que haya un enérgico golpe en la puerta. Se levanta, pero se queda en silencio como el buen perro guardián que es, mientras cruzo la habitación. Abro la puerta y allí, con sus brazos apoyados en el marco, se encuentra una jadeante y mojada Moon Byul Yi. Las gotas de lluvia se aferran a sus gruesas pestañas cuando levanta la vista hacia mí, encorvada por la cintura. Una camiseta blanca que se trasluce se pega a su torso, dejando poco a la imaginación de lo que hay empacado por debajo. Los rizos dorados caen sobre su frente, oscuros y húmedos. 

Rechazada [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora