.один Первый.

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Estar enamorado es realmente jodido, sientes que vives por y para esa persona. Se que puede llegar a sonar tóxico por la dependencia que le puedo llegar a dar a una persona que en algún momento se marchará, pero que quieres que te diga, apareció en mi vida y me miró de esa manera que supe que tendría un problema, uno tan grande que aunque me lo coma tardaré en digerirlo.

-Buenos días subinspector.

-Buenas -alargo la a en el saludo mientras caminaba sin detenerse.

Qué alguien te guste, es un mundo, pero estar enamorado es una galaxia.

Sientes tanto sabiendo tan poco.

El chico camino hasta el vestuario y fue en dirección a su taquilla, algunos compañeros charlaban sentados en los bancos de madera de dicho vestuario, Horacio, o en este caso Dan, había llegado realmente pronto y eso le daba una grata sorpresa a su propia persona. De normal solía llegar tarde o en algunas ocasiones donde la suerte le sonreía justo de tiempo.

Para todos el subinspector Dan tenía un grave problema con las sábanas, le gustaba dormir mucho y madrugar poco, pero siento sinceros ¿A quién no le gusta dormir hasta tarde? Dejar que la reconfortante cama te acune mientras las sábanas te abrazan, la almohada te acaricia el rostro y poco a poco caes en brazos de Morfeo...

Dan bostezo sonoramente debido a la pereza de la situación, sus compañeros giraron hacia él con una sonrisa -. ¿Cansado, subinspector?

Este dejo algunas cosas que no utilizaría en su futura jornada de trabajo agotadora -. Demasiado, diría yo -se quejo con pereza.

La puerta del vestuario fue abierta haciendo que los que charlaban pacíficamente se levantarán y guardarán un sepulcral silencio, Horacio no le hizo falta girarse para saber quién seria, con tranquilidad tecleo en su teléfono un mensaje a su compañero Fred, seguramente ese día llegaría tarde.

-. ¿Qué están haciendo aquí? -pregunto la voz malhumorada del hombre que Horacio conocía a la perfección -. Esto no es un puto restaurante, vayan a trabajar. Ya -Horacio sonrió de manera silenciosa escuchando como los que hablaban de manera pacifica se dirigian, casi corriendo, a la puerta. Unos pasos se escucharon tras él, en caso de segundos notaba una presencia en su espalda. Dan cerró la taquilla y se girándose sin apartar la mirada del aparato tecnológico que llevaba en sus manos -. ¿Qué? -pregunto sin mirarle, estaba muy ocupado buscando el número de su compañero.

-¿Como qué, que? La orden también iba para usted -espetó cruzándose de brazos.

El subinspector levantó su rostro y le observó -. Recibo órdenes de arriba, creí haberlo dejado claro la primera vez, comisario -dijo con tranquilidad dándole a la tecla de llamar, puso el teléfono en su oreja y antes de salir le guiño el ojo molestando al ruso.

-¿De qué coño va ese...? -se le escucho murmurar, más dejo de escuchar al pasar la segunda puerta que separaba el recibidor de los vestuarios, este iba en dirección la puerta de la comisaría.

-Hombre Horacio -saludo tras la línea. El que llamaba suspiró cansado.

-¿Dónde coño estás?

-Cerca -murmuro el chico, Horacio miró al techo en busca de paciencia.

-¿Para ti cerca que es? -pregunto en reproche, segundos después Fred, colgó.

-Pues cerca para mí es estar tras de ti -dijo alguien neutro, Horacio pegó un pequeño salto asustado dándose la vuelta, encontrando con Fred con las manos en alto pidiendo paz.

-Imbécil -insulto, se había llevado un susto de muerte -. ¿Has llegado antes que yo? ¿En qué momento? ¿Además, tu madrugando? ¿Qué has hecho ahora? -interrogó acompañando a su amigo hasta detrás del mostrador.

-Muchas preguntas...

-Y pocas respuestas -interrumpió su amigo.

-¡Desde que estás con mal de amores estás muy insoportable! -se quejo a la defensiva, el chico se encogió de hombros.

-Si, aja, eso es otro tema, lo importante es; ¿Qué has hecho? Lo siento pero no me creo que hayas venido antes por que si -pregunto de brazos cruzados. Amaba a su amigo pero jamás espero que fuera perfecto, sabía que algo había tenido que haber hecho.

-¿Por qué piensas tan mal de mi? -habló indignado -. Me parece muy feo que pienses así, eh. Pensaba que éramos amigos y... -Horacio le miró con impaciencia -. Dormí en el despacho de Conway. Nada más.

-¿Sabes que si se entera Conway, te puede llegar a matar, no? -pregunto con falsa inocencia -. Sería una pena que yo...

-Subinspectores, pueden meterse de una puta vez en radio, le están reclamando y ustedes están aquí de charla.

Dan le miró a Fred -. Te has librado -murmuro encendiendo la radio -. Aquí subinspectores Fred y Dan, ¿Querían algo?

-Eh... Código tres... Necesitamos supervisores... Estamos en la jollería...

-¡Joder! ¿Tan pronto? ¡Si acaban de abrir la puta jollería! ¡Que pensaos hostia! -renego Fred escuchando por la radio de Dan, este último suspiro.

-Cinco, tardamos cinco minutos -murmuro cansado silenciando la radio.

-Vaya asco -se quejo caminando a la armería, Horacio al dar un paso la pequeña carta que tenía guardada callo, era un sobre azul que ponía Viktor Volkov con un rotulador negro, Horacio se tiro sobre ella guardándola en su chaleco.

-¿¡Qué ha...!? -Fred fue interrumpido por un Dan levantándose rápidamente.

-V..ve a coger las armas... Iré... Iré.. al baño...no...no tardó -exclamo corriendo a los vestuarios, entro sin preocuparse ni fijarse, y con movimientos torpes intento abrir la taquilla.

-Relajese hombre -se le escucho a alguien, Horacio se giró observando a Volkov sentado en la banca con un pie sobre ella fumando de manera tranquila, en su mano libre poseía un portafolios -. Intento leer.

Horacio entro en más nerviosismo, si descubría esa carta, estaba jodido, una vez abrió la taquilla metió rápidamente el trozo de papel y la cerró de un portazo, sacando la mirada curiosa de Volkov.

¿Por qué ocultaba tanto un insignificante trozo de papel? ¿Acaso ese papel significaría que Daniel es un sap...?

-¡Buena jornada! -hablo tropezosamente caminando de espaldas, segundos después chocó con la puerta, a tientas busco el pomo y una vez encontrado abrió la puerta y salió casi corriendo.

Esa actitud le recordó demasiado a alguien.

Volkov negó con su cabeza intento sacar de la cabeza ese nombre que tanto se había metido en su cabeza.

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Esta historia será interactiva, en cada capítulo os haré decidir las decisiones que tomara Horacio, en el capítulo 2 tendréis que decidir. Id a mi Twitter y votad que queréis que pase en el siguiente.

Lo hago para tener más actividad con vosotros.

Un beso.

-N.G.A

incógnitamente enamorado. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora