шестнадцатый

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Realmente todo se descontrolo en aquella huelga “pacifica”, los basureros arrojaban bolsas a los policías o el inmobiliario/lugar de trabajo de estos, el cabecilla estaba delante de todos observando a los superiores de ese momento con una radiante sonrisa de victoria —. No tenéis mucha luces, eh —hablo Greco con un tono amable —. Tiraís todo esto, y luego les tocará recogerlo.

—Estamos artos de que no nos tomen enserio.

—¿Qué deberíamos tomar enserio de su trabajo? —hablo ahora Volkov con voz glacial —. De hecho no tenemos nada que ver bueno en ustedes, sin duda son el sector más problemático de esta ciudad, en tan solo treinta minutos hay siete casos en basureros o algo implicado con ellos, ¿Así que díganme, que debería tomar enserio? ¿Su falta de profesionalidad o de cultura básica para saber lo que hay o no que hacer?

El cabecilla hizo un movimiento brusco en dirección al comisario, más su mano quedó atrapada por una un poco más baja, el comisario llevo la mirada al subinspector veía la rabia y odio que tenía ante esta situación —. ¿¡Qué...!?

—Escúcheme pedazo de mierda, todos tenemos problemas ¿¡Entiende!? Los policías tampoco somos valorados, es más somos odiados, ¿Y nos ven llorar como nenazas? ¡No! ¡Les protegemos su culo indefenso! Así que dejen de hacer el cuento de pobrecito yo, y vayan a llamar la atención a otro puto lugar —la voz llena de rabia y seriedad sorprendió a las personas que estaban en los alrededores, sobretodo a cierto intendente que estaba observando desde la ventana de su despacho, Dan soltó de manera brusca el brazo que estaba a pocos centímetros de Volkov y se cruzo de brazos.

El cabecilla entre abrió sus labios sin saber que hacer, más un compañero se posicionó junto a este —. Es de mala educación interrumpir conversaciones, dejaselo a los mayores —este solo miraba a Volkov.

—¿Cómo? —pregunto algo agresivo.

El hombre miró al del pasamontañas —. Lo que estoy diciendo, es que esta conversación es de adultos que dan la cara, no de cobardes que se ocultan tras una tela por miedo.

—¿¡Qué me ha llamado!? —grito tensando sus manos apretando los puños.

—Muchas cosas, ¿Dónde te perdiste, niño? ¿Cuando empezé a llamarte cobarde o cuando terminaste de llorar? —la gente se alrededor comenzó ha hacer un pequeño “Uhhhh...” o “Lo que le ha diho”. El camarógrafo grababa con emoción las tomas que esos dos hombres le estaban regalando, sin duda, eso iba a dar más que dinero.

—Yo no soy cobarde.

—Pues no lo parece, ahora si me disculpas quiero hablar con...

Horacio cansado de la situación apartó a los comisarios quedandose frente a frente con aquel hombre —. ¡Ya estoy arto! —grito lleno de rabia, la multitud observó al subinspector, este miró hacia la cámara —. ¡Me tenéis hasta la polla! ¡Me habéis arrebatado demasiado, así que yo os arrebatare el poder del miedo! —tiro del pasamontañas dejando su rostro a la luz, lanzó este a la multitud —. ¡Ya no me dais miedo! ¡Venid si queréis a matarme, pero creedme que la malla os matará! ¡Horacio Pérez se cansó de estar ocultado, se cansó de ser un blando! —gritaba lleno de rabia, su mirada llena de odio se deslizó a la del chico frente a él —. Ahora nenaza, o te vas con tu grupo de putas u os pego un tiro.

—Estas de farol.

—Y el perro seguía, como si alguien le interesará sus ladridos —comento con ironía. Horacio cansado de no ser tomando enserio, saco el arma y la observó —. No tengo nada que perder, ¿Así que dime, crees que voy de farol?—le sonrió como Horacio solía hacer, una sonrisa infantil —. Por qué si lo crees podemos hacer la prueba —el hombre enmudeció, algunos basureros comenzaban a dispersarse —. ¿Qué pasa?  ¿Ya no quieres hablar con “hombres”? ¿Será que tienes miedo? Bueno, creo que es más que eso —hablo desinteresado dándose la vuelta camino a la comisaría, unos pequeños murmuros se comenzaron a escucharse entre el barullo “Esta loco” o “yo me piro”.

Cuando horacio entro en la comisaría unos brazos le agarraron y le empujaron hacia la máquina expendedora, haciendo que su espalda fuertemente con esta —¿¡Pero que coño has hecho!? —le grito. 

—Me canse de formar parte de una mentira —habla simple.

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Soy fan de algunas frases que me inventé y añadi, osea por ejemplo: "Me canse de formar parte de una mentira”. Fan de mi misma.

Buahhh cuanto ego.

Para la gente que cree que esto está un poco fuera de la personalidad de Horacio, nah, ósea, el lleva tragando todo tipo de comentarios y acciones, ha explotado. Recordar que el tiene un pasado oscuro como el de Gustabo.

el final se acerca.

Un beso.

—N.G.A.

incógnitamente enamorado. VOLKACIO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora