Miradas

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Tras una noche de sueño reparador te habías levantado llena de energía, las ojeras habían desaparecido y tenías mejor cara, mientras te peinabas revisaste el teléfono, habías estado hablando con el vecino el día anterior y te mandan un mensaje de buenos días.

Mitsui - Buenos días, qué tal el Jet lag?

Yumi - Genial... Ahora saldré a comprar algo, no tengo nada en la nevera.

Mitsui - Yo y un compañero íbamos a ir con el coche a hacer la compra, vienes con nosotros? Así te ayudamos con el peso

Yumi - Genial, quedamos en 30 min

Fuiste alegre hacia la ducha, la casa era antigua y tenía un baño tradicional japonés, tardarías un tiempo en hacerte a ella pero te parecía muy adorable.
Te estabas enjabonado el cuerpo, a lo lejos se escuchaba el rebotar de un balón de baloncesto, estaba claro que eso iba a ser la melodía de cada día, obviamente tus vecinos eran deportistas de élite por su apariencia.
Te preguntaste si el compañero que vendría con él sería aquel chico tan serio de ojos azules, la verdad que era muy atractivo.
Sacudiste la cabeza, no tenías tiempo de enredarte con un tío y mucho menos con uno tan maleducado.

Rukawa - No me puedo creer que seas tan tonta...

Gritaste al escuchar la voz, de repente fuiste consciente de que había una ventana abierta de par en par, por lo visto esa fachada daba al jardín de los vecinos y el moreno estaba disfrutando de un espectáculo privado de buena mañana.

Yumi - Pervertido!

Rukawa - Yo?! Estaba entrenando, y de repente...

Hizo un gesto con las manos como si sujetase unos pechos imaginarios, te tapaste con una toalla mientras cerrabas la ventana de un golpe y gritabas insultos a tu vecino.

Que vergüenza, ese muchacho no tenía el más mínimo ápice de amabilidad, recordaste el gesto de sus manos y por un momento pensaste cómo sería realmente su tacto en tu piel.

Yumi - Joder llevo demasiado tiempo de sequía

Te vestiste rápidamente con un vestido blanco de girasoles y recogiste tu pelo en un moño alto, te pusiste unas converse y saliste a la calle, un coche rojo hizo sonar el claxon y te acercaste.

Mitsui - Oh! Vaya no me puedo creer que seas más guapa que ayer

Yumi - Calla no seas pelota, si ayer estaba destrozada y hoy ya tengo cara de estar viva... Ah! Hola soy Yumi

En el asiento del copiloto estaba sentado un chico de piel morena y pelo pelirrojo, tenía una bonita sonrisa y dijo que se llamaba Hanamichi Sakuragi.

Llegaron a un gran supermercado, de varios pisos, aún no entendías muchos kanjis así que ir acompañada te estaba viniendo de perlas.

Hana - Eeeh... Quieres comprar eso en serio?

Yumi - Eh? Claro... *Miraste el bote y esas letras inteligibles* Que es?

Hana - Encurtido de hígado de bacalao

Yumi - Puej...
Dejaste la lata en su sitio lentamente, Hanamichi se carcajeó y se acercó, Mitsui iba llenando el carro siguiendo una lista quilometrica.

Hana - A ver... Que tienes que comprar?

El chico le fue ayudando a comprar cosas, no sólo a distinguir los diferentes objetos, si no a alcanzar los más altos, Mitsui iba remugando algo de que le faltaba leche.

Fuisteis de nuevo a casa, Hana te acercó las bolsas a casa amablemente, luego tú fuiste a ayudarles a ellos con la suya.

Yumi - Oye! Os invito a cenar, me habéis ayudado mucho!

Mi vecino deportistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora