Mi vecino deportista

No me dejas dormir

Eran las 10 de la mañana, el jet lag te tenía destrozada, pero querías aguantar todo el día despierta para recuperar el sueño por la noche, escuchabas el rebotar de una pelota en la casa de al lado, por lo que bajaste la persiana de golpe.

Yumi - Malditos vecinos...

Fuiste hacia el espejo, la verdad es que dabas pena, tenías unas marcadas ojeras negras, tus ojos grisáceos de veían apagados y tú piel, normalmente morena, se veía cetrina y triste. Incluso jurarías que en este viaje tan largo de avión habías hasta engordado, te sujetaste la carne de la tripa y la meneaste.

Yumi - Joder como siga así voy a ser una bolita...

Te pusiste a hacer estiramientos, habías empezado a hacer yoga para ganar flexibilidad, tantas horas frente al piano agarrotaban a cualquiera, pero por fin lo habías conseguido, una beca en un prestigioso conservatorio y una plaza en la Filarmónica de Japón que es una de las mejores del mundo.

Yumi - Bueno, mejor moverse un poco o se me saldrá el culo del banco del piano.

Saliste al jardín y empezaste a estirar con intención de hacer algo de deporte, te recogiste la melena en un moño alto estabas muy orgullosa de tu pelo, largo por debajo del trasero, negro, ondulado y brillante... Respiraste hondo y te agachaste a hacer el saludó al sol, de repente un fuerte golpe en la cabeza te hizo caer al suelo, alguien saltó la valla y recogió el proyectil que te había abatido. Estiraste el brazo esperando que te ayudase a levantarte, pero al abrir los ojos el muchacho ya estaba prácticamente trepando para volver a su jardín.

Yumi - Oye imbécil perdona...

???? - Perdonada...

Te enfadaste y te pusiste en pie de golpe, el dolor de cabeza que tenías de antes era fuerte, pero el de ahora era criminal y encima ese chico era tremendamente desagradable.

Yumi - Oye tú! Quién te has creído que eres

Le tiraste del brazo y el chico se giró, era muy alto, mediría 1'90 o así, te sacaba un par de palmos, era blanquísimo de piel, el pelo negro azabache y los ojos azules como el cielo, la verdad que era muy guapo.

Rukawa - Rukawa Kaede... Pasa algo?

Yumi - Grrr pues que me has hecho daño y ni siquiera me ayudas a levantarme!

Rukawa - Pues si te has levantado perfectamente sola

Yumi - Tsk

Mitsui - Eh tío porque tardas tanto? Oh!

Un chico más bajito y de ojos azul oscuro entró al jardín también, era algo más moreno y tenía una cicatriz en la barbilla.

Mitsui - Vaya Hola! Soy Hisashi Mitsui, me alegro de que por fin tengamos vecinos... Tu nombre?

Yumi - Soy Yumi Fumire, porque entráis a mi jardín sin permiso?!!!

Mitsui - Aaah! Perdona es verdad, es la falta de costumbre, siempre entramos cuando se nos colaba el balón, iremos con cuidado a partir de ahora...

Yumi - Si sobretodo el maleducado de tu colega que casi me deja en el sitio de un golpe...

Rukawa - mmmh

Mitsui - Déjale es idiota, disculpa eres nueva aquí no? Creo que debes tener más o menos nuestra edad no? Vas a ir a la universidad o algo así?

Yumi - Estudiaré en el conservatorio Richmond...

Mitsui - Vaya eso está a dos calles de donde estudiamos nosotros en el politecnológico del Shohoku... Quieres que vayamos juntos cuando empieces las clases?

Yumi - Mhhh bueno no me vendría mal un guía!

Mitsui - Pues mira, te dejo mi número y hablamos para quedar, nos vamos a seguir entrenando

Los chicos se fueron hacia la casa contigua, era una casa bastante grande que habían cogido entre Mitsui, Ryota, Hanamichi y Rukawa al pasarse a estudios superiores, habían puesto una canasta fuera en la que entrenaban y siempre entraba y salía gente.

Rukawa - No creo que tirarse a la vecina nueva sea lo más inteligente...

Mitsui - que dices? Yo no...

Rukawa - Anda ya, me conozco tus técnicas de ligar y las has usado todas, el siguiente paso es "podríamos tomar algo para conocernos y poco más, me has parecido una chica muy interesante"

El más joven puso los ojos en blanco mientras el mayor torcía el gesto, estar idiota había descubierto su maravillosa técnica de ligoteo.

Mitsui - Venga, está muy buena, tú la has visto bien??

Rukawa se quedó callado, obvio que la había visto, cuando la pelota había salido volando sobre la valla, la había saltado como siempre, cuando la buscó en el suelo vio algo que le dejó ensimismado. Una chica preciosa de piel morena y labios carnosos, se frotaba la frente, algunos cabellos negro azabache caían por su cara, su camiseta de tirantes se había movido ligeramente con el golpe, dejando ver un buen escote que desconcentró al chico como nunca, cuando reaccionó se dió cuenta de que la chica tenía unos hermosos ojos grises y le gritaba una retahíla de insultos que a él poco le importaban.

Rukawa - Que si, la he visto...

Mitsui - Pues está muy buena, no me importaría que viniera a pedirme sal la vecinita esta noche

El chico le hizo un gesto sexual a su compañero, el más joven se encogió de hombros y dejó al muchacho hablando solo, él no tenía tiempo de pensar en estas cosas, se tenía que centrar en entrenar.