Hana - Oye tío estás bien?
Rukawa - Que pesado! Déjame
Hana - Llevas sin hablar desde que el tío ese ha dicho que dormía en casa de Yumi
Rukawa - Mh... Y que? No somos nada, que haga lo que quiera...
Hana - Zorro...
Diste un portazo y te dejaste caer sobre tú cama, cerraste los ojos, el perfume de Yumi estaba impregnado en las sábanas por haber estado tonteando esa Mañana. Recordaste cuando la tenías entre tus brazos adormilada por la fiebre.
*Flashback*
Rukawa - Yumi...
Yumi - Mh?
La miraste, era la chica más guapa que has visto nunca, sus ojos grises vidriosos por el sueño y la fiebre estaban fijos en tí, tenía las mejillas sonrosadas y los labios húmedos, notaste como las palabras salían de ti como un tsunami.
Rukawa - Creo que te quiero...
No tuviste respuesta, la chica dormía plácidamente en tu pecho.
*Fin del flashback*
Era mejor así, te atormentaba pensar que en realidad sí te había escuchado y había decidido ignorarlo porque no sentía lo mismo. Miraste hacia la ventana, era tan despistada que seguro que ni había corrido las cortinas, podrías ver qué estaban haciendo si te asomabas.
*Ding Dong*
Un mensaje distrajo tu mente celosa, alargaste el brazo para coger el teléfono, y ahí había un mensaje de quien ocupaba tus pensamientos desde que os habíais conocido.
Yumi - Oso mentiroso, estás borracho?
Rukawa - Ligeramente
Yumi - Tanto como para no poder salir a tu puerta?
Te levantaste de un respingo, caíste de la cama de bruces al suelo, joder, puede que sí te hubieras pasado con las cervezas. Fuiste medio tambaleándote corriendo hacia la puerta y la abriste, ahí estaba ella.
Yumi - Te has ido sin despedirte
Rukawa - No me he dado cuenta... Y tu amigo?
Yumi - Le he dicho que se prepare la habitación, que te preocupa?
La chica te miraba preocupada, desviaste la vista incapaz de reconocer que estabas celoso, sabías que eso era inseguridad tuya, que no tenías que torturarla con ello...
Yumi - Estás celoso Ru?
La miraste, notaste como el calor inundaba tus mejillas, soltaste un leve gruñido sin querer reconocer lo que era obvio, pensabas que la muchacha se iba a enfadar pero en cambio te sonrió. Se acercó un paso más hacia ti y te abrazó, apoyando la cabeza en tu pecho y cerrando los ojos.
Yumi - No seas tonto, somos amigos de hace muchos años, nada más...
Rukawa - Mh...
La abrazaste fuerte sin quererla soltar, te encantaba notar tu cuerpo contra el suyo, sus manos acariciaban tu espalda de forma reconfortante.
Rukawa - Oye Yumi... Lo de la otra noche...
Yumi - Es igual... Si no me lo quieres contar no pasa nada vale?
Rukawa - Eh... Vale...
La chica se apoyó en tu pecho y se puso de puntillas para llegar a unir vuestros labios en un suave beso, luego te sonrió y puso camino a su casa.
Rukawa - Espera!
Yumi - Que te p...?
Volviste a besarla, la habías agarrado de la mano y la habías atraído contra ti otra vez, empezaste a besarle las mejillas, el cuello, notaste que ella reía por la situación.
Yumi - Kaede-kun... Estamos en la calle...
Rukawa - Pues entra a casa...
Yumi - Me está esperando mi...
Lamiste su lóbulo descendiendo por su cuello mientras tus manos subían por sus muslos lentamente, un suspiro salió de los labios de la muchacha, que empezó a acariciar tú pecho, empezaste a recular hacia la entrada de tu casa, arrastrando a la chica entre besos y caricias, ella seguía riendo, intentaba escapar y la volvías a retener, hasta llegar al umbral de la puerta.
Yumi - La verdad... Eres de lo más convincente...
La ojigris tenía sus brazos alrededor de tu cuello, os besabais mientras ella enredaba sus dedos en tu pelo, hacía rato que acariciaban su trasero por encima del vestido que se había puesto para la barbacoa.
----++++------+++++-----
Volvemos a Yumi
+++++-----+++++-----Las manos de Rukawa volvieron a tus muslos, esta vez ascendiendo por debajo de la falda, sabías que a este paso acabaríais haciéndolo sin ni siquiera entrar en casa, así que te apartaste y le miraste a los ojos.
Yumi - Vamos
Entrasteis a su casa, ibas tras él y reíste cuando te fijaste en que se iba tropezando, te habías dado cuenta que había bebido de más y obviamente lo usarías de arma para meterte con él en el futuro.
Cerraste la puerta tras de ti, una vez en su cuarto se giró para mirarte, la luz de la luna dibujaba su cuerpo mientras se quitaba la camiseta, te mordiste el labio, vuestra sesión de besos en la entrada te había encendido y esa imagen era tremendamente sexy.
Rukawa - No vienes?
Saltaste sobre él, ambos caisteis sobre la cama, os besabais con deseo y ansiedad, con habilidad terminaste de desnudar a tu acompañante, mientras que él buscaba tu ropa interior bajo la falda y la retiraba, apenas le dejaste tocarte cuando te sentaste sobre su abultado miembro, haciéndole emitir un gruñido de placer que no se esperaba.
Rukawa - No soy el único que lleva buscando esto todo el día eh...
Yumi - A ver si te crees que soy de piedra...
El chico estaba tumbado boca arriba con sus manos en tus caderas, empezaste a cabalgarle con las manos apoyadas en su pecho, él subió las manos, arrastrando el vestido con ellas, para él era muy erótico estar haciéndolo con la ropa, pero prefería ver tu cuerpo desnudo.
Gemiste cuando agarró tus pechos, jugueteando con tus pezones entre los dedos, mientras tanto las estocadas eran profundas y fuertes, vuestros jadeos inundaban la habitación miénteas aumentabais la velocidad. Ambos llegasteis al clímax, el chico se levantó para atrapar tu cuerpo contra el suyo en u abrazo, quedando su cabeza en tu pecho, ambos luchábais por tranquilizar la respiración mientras le acariciabas el pelo.Rukawa - Quedate esta noche aquí...
Yumi - Baka no seas crío... Vendré Mañana vale?
Te vestiste y saliste de la habitación, dando un beso fugaz a Rukawa, que seguía sentado en su cama mirándote con cara de cachorro degollado mientras marchabas.
ESTÁS LEYENDO
Mi vecino deportista
FanfictionTe mudas a Japón gracias a una beca musical, eres una chica algo punky y escandalosa. Un día te cruzas con tu vecino y es tremendamente desagradable, decides que tú mayor entretenimiento será molestarle. Acabará mal la historia? Rukawa x tu