Seven-Eleven

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Llegaron a la tienda en pocos minutos, fuiste hacia la nevera de helados dando saltos, no reconocía ninguno y no sabías bien que pedir.
El moreno vino tras de ti y te miró con una ceja levantada, tú sonreíste y le dejaste escoger primero.

Rukawa - No sabes que pedir no?

Yumi - Eh, pues no...

El ojiazul puso las ojos en blanco y agarró dos helados del mismo sabor, te tendió uno para que lo vieras.

Rukawa - Es mi favorito

Fuisteis a la caja a pagar, un chico de más o menos vuestra edad estaba despachando, te guiño un ojo antes de iros, tú sonreíste y os fuisteis a la calle.
Os sentasteis en un muro al lado de un terreno descampado y abristeis los helados, estaba delicioso era de Cocacola y limón.

Yumi - Que rico!

Rukawa - Te lo he dicho

Yumi - Gracias por invitarme!

Rukawa - Bah... Ahora me arrepiento, si hubieras ido a pagar tú habrían salido gratis...

Yumi - Eh? Por el chico dices? No creo

Rukawa - Te habría invitado a salir si no hubiera estado yo...

El chico relamía su helado, sin querer te ensimismaste más de la cuenta mirándole los labios, desviaste la mirada y meneaste los pies, a ti no te tocaban el suelo al estar sentada en el muro.

Dos chicas pasaron por delante vuestro, sonrieron y saludaron a Rukawa y él bufó y gruñó.

Rukawa - Que pesadas...

Yumi - Sólo te han saludado...

Rukawa - No... Vienen a mis partidos desde los 15, creo que se conocen mi rutina y siempre me las encuentro por casualidad...

Yumi - vaya que miedo entonces...

El chico arqueó sus hombros y puso cara extraña, tú sonreíste y seguiste comiendo tú helado tranquilamente, te había goteado entre los dedos, mirabas alrededor buscando algún sitio donde limpiarte.
De repente el chico sujetó tu mano, te asustaste ligeramente y le miraste, se acercó los dedos a los labios y los lamió, te estremeciste y él te soltó, luego bajó de un salto del muro, cuando fuiste consciente de lo que había pasado le gritaste.

Yumi - Oye! Pero que haces?! No puedes chuparme los dedos y irte

Rukawa - Pues... Lo estoy haciendo...

Corrías tras sus pasos, tenía las piernas largas y te costaba, volviste a gritar.

Yumi - Idiota!! Que harías si alguien te lamiera?! Si yo te lamiera?

El chico frenó y se giró, diste contra él al no poder frenar, te apartó de los hombros y te miró con una media sonrisa.

Rukawa - Si me quisieras lamer... Me dejaría

Notaste como te sonrojabas hasta las orejas, esa frase había sido brutalmente sugerente, el chico siguió andando hacia vuestra calle y tú fuiste a su lado con los carrillos hinchados reflejando tu enfado.

Fuiste hacia tu puerta sin decir nada, le sacaste la lengua justo antes de entrar dando un portazo, el chico sacudió la cabeza y entró a su casa también.
Estabas apoyada tras la puerta cerrada, te dejaste caer sentándote en el suelo, te había puesto nerviosa ese idiota.

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A la mañana siguiente te estabas peinando, una buena cola de caballo alta para que no te molestase en clases, una camisa negra entallada y un tejano cómodo, tus inseparables converse eran el calzado ideal. Saliste a la puerta, ahí te esperaban Mitsui, Hana y Rukawa.

Hana - Así que vas al conservatorio... Que tocas?

Yumi - Soy pianista

Hana - Vaya... Yo quiero verte

Yumi - os avisaré cuando podáis venir

Os despedisteis en la puerta, estabas nerviosa por tu primer día, ni siquiera te diste cuenta de que Rukawa no había ido tras ellos.

Rukawa - Oye...

Yumi - Ay! Que susto joder

Rukawa - Te asustas como un roedor... Quizás un hamster...

Yumi - Callate! Que quieres?!

Rukawa - Mh... Es igual...

Yumi - Oye!!!

Rukawa - Comemos juntos?

Le miraste a los ojos, jurarías que estaba algo sonrojado tras esas palabras, de repente tu corazón se aceleró, y te quedaste muda.

Rukawa - Eeeh... Bueno es igual

Se fue andando hacia su recinto, tú saliste del trance y corriste tras él.

Yumi - Kaede! KAEDEEEE!! Que si que quiero!!!

Todo el mundo de giró, ahí si que el chico estaba completamente sonrojado y te miró con los ojos como platos, tú no entendías nada hasta que reaccionaste, habías gritado su nombre de pila a los cuatro vientos, te llevaste la mano a la boca y saliste corriendo.

Yumi - Lo sientoooo

Tras varias clases aún seguías avergonzada por la escena del patio, te dejaste caer sobre el escritorio y soplaste sonoramente.
Tú amiga Sai estaba allí os habíais conocido hace años en unas pruebas de casting, ella era violinista. Tenía el pelo teñido de morado y los ojos azules, era alegre y buena persona.

Sai - Osea que resulta que tus vecinos están buenísimos y eso es un drama?

Yumi - Calla no es eso, es que siempre la cago con ese chico

Sai - No sé porqué te preocupas si es tan desagradable contigo, y ese Mitsui, es un Fuckboy con todas las letras...

Yumi - Sí... Eso parece sí

Sai - Pues deberías acostarte con él, te quitaría el estrés...

Yumi - Callate!!

Seguisteis con la última hora de clases, solfeo, cuando terminaste salisteis ambas hacia la puerta, un corrillo de chicas estaba murmurando y riendo en la puerta mirando hacia afuera.

Chica1- Vaya chico más guapo y alto

Chica 2- Esperemos que no venga a recoger a su novia

Saludaste al chico, no habías pensado que Rukawa viniera a recogerte después de la escena de esa mañana. Sai te miró de reojo con cara maligna, por las descripciones que le habías dado reconoció al chico.

Sai - Aaah... Ahora entiendo porque no te has ido con Mitsui

Yumi - Callaaaa

Te sonrojaste y le sacaste la lengua, fuiste hacia donde estaba el chico esperando y os fuisteis hacia el centro, nunca te habías sentido tan observada como cuando pasaste por delante de un grupo de chicas que te miraron con odio, que tenía un club de fans?

Yumi - Yo eh... Lo siento por lo de antes...

Rukawa - Eres realmente torpe, como un cervatillo recién nacido...

Yumi - Oye deja de compararme con animales

Hinchas te los carrillos, él te desinfló uno presionando con el dedo índice y soltaste una pedorreta, gruñiste y seguisteis andando, alucinaste cuando viste el restaurante.

Yumi - "Pasión española", un restaurante español?

El chico se encogió de hombros y entró, el restaurante era muy hortera, con la bandera española por todas partes, fotos de sevillanas, castañuelas, todo muy estereotipado.

Rukawa - Pensé que podías echarlo de menos

Os sentasteis en una mesa para dos, las lámparas eran rojas de lunares blancos, te carcajeaste, era tierno, pero brutal y tremendamente ridículo.

Yumi - Esto es terrible

Sonreíste, te hizo gracia ver cómo Rukawa torcía el morro como un crío y se cruzaba de brazos, agarraste la carta y te pusiste a mirar, de repente viste algo que te hizo dejar de dudar.

Yumi - PAELLA!!!

Mi vecino deportistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora