El descanso es importante

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El moreno te besaba el cuello, pequeños suspiros salían de tus labios mientras él, por fin, se deshacía de tu sostén y empezaba a acariciar tus pechos suavemente.
Lentamente bajó sus manos por tu cintura y tus caderas, iba besando tu cuello y clavículas, empezó a mordisquear tu escote hasta que llegó a tus pechos, empezó a saborearlos lentamente haciéndote sufrir, su cálido aliento en tus pezones te hacía estremecer mientras deslizaba sus dedos entre tus piernas.
Lentamente entre lametones y mordiscos el moreno siguió descendiendo por tu cuerpo, agarró con sus firmes manos tus muslos hundiendo su rostro entre tus piernas, antes de poder recriminarle nada, los gemidos fluían de tus labios al notar su lengua en tu cuerpo, una risa sorda se oyó cuando por fin dejaste de retorcerte dejandote llevar por el placer que el moreno te provocaba.

Tus gemidos se fueron acelerando e incrementando, era obvio que no aguantarías mucho más si el muchacho no dejaba de lamerte, intentaste decírselo pero él hizo caso omiso, estimulandote de una manera aún más insistente, hasta que llegó un fuerte orgasmo que te hizo estremecer bajo su rostro, algo avergonzada le miraste y él sonreía limpiándose los labios con el dorso de la mano.

Rukawa - Vaya... No pensarás que ya ha terminado no?

Te habías encogido ligeramente al haber vuelto a tener consciencia de la situación, el muchacho rápidamente se posicionó sobre ti agarrando tus piernas a cada lado de sus caderas, la lujuria brillaba en sus ojos y apenas pudiste contener el aliento cuando, lentamente, notaste que empezaba a entrar poco a poco en ti.

Yumi - Ba... Baka... Es muy grande...

El moreno sólo sonrió cuando acabó de entrar del todo, a pesar de tanta preparación, una lágrima salió de tus ojos, el muchacho te besó el cuello dulcemente hasta llegar a los labios, cuando te vio tranquila y por fin le correspondiente el beso, poco a poco, empezó a moverse sobre ti. Los jadeos y los gemidos empezaron a inundar la habitación, lo que antes había sido suavidad y cuidado se estaba volviendo algo primario, duro y animal.
La cama golpeaba contra la pared y tú agarraba con fuerza las sábanas, un gruñido del chico te hizo saber que faltaba poco para que llegase a su tope, os besasteis con deseo y notaste como estabas a punto de tocar el cielo, llegasteis a un brutal orgasmo a la vez y el muchacho se dejó caer a tu lado intentando recuperar el aliento.

Os mirasteis un segundo, fuiste a abrir la boca para hablar pero un crujido os hizo abrir los ojos como platos, no os dió tiempo a reaccionar cuando la cama se vino abajo con vosotros encima. La cama venció de las patas del lado donde estaba Rukawa, él cayó al suelo y tú sobre él.
Os mirasteis asustados y agotados, de repente, empezasteis a carcajearos sin control.

Rukawa - Te había dicho que no estaba bien montada...

Yumi - Baka si has sido tú! Querías romperla si o si

Te rodeó con sus brazos y sonrió mirándote a los ojos, te quedaste en silencio hipnotizada por ese azul, le besaste la nariz y te levantaste, él te siguió y fuisteis recogiendo vuestras prendas de ropa.

Yumi - Vaya... Me va a tocar dormir en el sofá, mañana veré si me la pueden cambiar...

Rukawa - Oye si quieres...

Te giraste a mirarle, el chico se iba abrochando la camisa sin mirarte, jurarías que estaba algo sonrojado mientras arrancaba de nuevo a hablar.

Rukawa - Puedes venir a casa a dormir... Eh... El descanso es importante

Alzaste una ceja y sonreiste, te giraste y empezaste a coger unas libretas de tu escritorio.

Yumi - Vale... Pues me llevo cosas de estudiar... Así no perdemos el rato pero... Descansamos juntos?

El chico se pasó la mano por el cabello antes de sonreír, puso camino hacia la puerta y fuiste tras él, echaste un ojo a la cama destrozada y reíste, Rukawa chasqueó la lengua y se sonrojó ligeramente, al llegar a la puerta paró en seco y se giró a mirarte.

Yumi - Pasa algo?

Rukawa - Eh... Bueno...

Yumi - Oye, que no pasa nada vale? Somos amigos y... Hemos descansado juntos

Rukawa - meh... No es eso

Te agarró de la mano y te atrajo hacia él, apoyaste tus manos en su pecho y le miraste, te miraba serio fijamente, te sonrojaste, notabas el calor en tus mejillas mientras él te miraba los ojos y luego a los labios.

Rukawa - Es que estando con los demás no podré hacer esto y ... Me apetece...

Se inclinó sobre tí y te besó, bajó sus manos suavemente por tu espalda y acarició tu trasero, tú reíste mientras pasabas tus brazos por el cuello de él y apretabais vuestros cuerpos.

Una vez fuera de casa ibais uno al lado del otro, él te miraba de reojo y sonreía cuando entrasteis a la casa.

Hana - Holaaa! Ah! Yumi ha pasado algo?

Yumi - Eeh... Es que...

Rukawa - el envío viene con retraso y no le han traído la cama, se queda a dormir aquí...

Hana - Aaaah... 

Hana alzó una ceja mirando a su amigo y luego te miró a ti, desviaste la mirada, no entendías como Rukawa aparentaba normalidad ante la suspicacia de su colega.

Hana - Pues... En la habitación de invitados está Yohei así que...

Rukawa - Eh... Ya bueno...

Hana - Ah! Pero en tu cuarto hay una cama desplegable no? Si quieres le digo a Yohei que te cambie el sitio y...

Yumi - Tranquilo ya me quedo yo en la plegable...

El pelirrojo río con sorna, algo se olía, Rukawa también estaba empezando a flaquear hasta que vimos que el chico bajaba la guardia y se iba sacudiendo la cabeza.

Hana - Ah una cosa...

Os estremecisteis al verle volver a entrar en la habitación, él sonrió y antes de volver a desaparecer dijo:

Hana - Me gusta tu nuevo perfume Zorro, aunque huele bastante a mujer sabes?

Rukawa - Baka...



Mi vecino deportistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora