Anormal (SeulRene ver.) {Terminado}

Parte 54

—¿Qui-quieres postre? — Pregunta Seulgi cuando vuelve a la mesa con Irene.

—Aún no acabo...

—¡Oh, ok!

—Te voy a contratar como cocinera, Seulgi. Cocinas delicioso.

—Gracias...— Aunque lo dijo a modo de cumplido no lo sintió así la dibujante.

—¿Y por qué no invitaste a Joy?

—Pues, ya te lo dije, quería invitarte sólo a ti. — Irene sonríe ampliamente. —Además, mi mamá me insistía mucho.

—¿Eh? ¿Tu mamá fue la de la idea?

—Sí—. La chica parece desanimarse un poco. —Ella quería conocerte.

—¿Le has hablado de mí?

—Sí.

—¿Qué le has dicho? — La mueca de emoción vuelve a su cara.

—Aaamm...pues...que eres mi amiga y de la vez que fuimos por la mochila...

—Ese día fue divertido, ¿no?

—Sí—. Concuerda feliz.

—¡Pensé que seríamos comidas por ese perro!

—¡Yo igual! Creo que nunca había corrido tan rápido en mi vida.

—¡Ni yo!

La muchacha que le gusta a Seulgi acaba de comer su plato.

—¿Quieres postre ahora sí? — Cuestiona la anfitriona.

—¿Lo hiciste tú?

—¡Claro!

—¡Entonces sí! —La dibujante hace lo que le piden y su invitada termina feliz su flan. —¿Cómo vas con el dibujo?

—¿Cuál?¡Ah! — Exclama Seulgi, al recordar al que se refiere. — La verdad no lo he empezado, con todos los trabajos que nos han dejado últimamente...

—Es cierto... ¿Cómo van con su video? Ya debemos entregarlo el lunes.

—¡Bien! Tendremos que apresurarnos un poco, pero de seguro lo tendremos a tiempo.

—¿Qué hay de tu equipo?

—¡Muy bien! Todos hacemos nuestro trabajo eficientemente.

—Y dime... ¿Hablaste hoy con la persona que te gusta? — Si responde que sí, entonces no cabe duda de que es Wendy.

—¡Sí! Siempre lo hago—. Ya sabía la dibujante...al menos ya no hay razón para hacerse ilusiones... En ese momento el celular de la invitada suena. El tono de llamada es "Shut Up U" de Wassup. A la anfitriona le sorprende que a Irene le guste ese grupo, pues a Seulgi también. —Espera—. Pide ella. —¿Bueno?...¡Eso no te incumbe!...Ajá...Ok...Yo se los llevo...Bye.

—¿Qué pasó?

—Era Nayeon, me pidió que comprara unas cosas para la cena cuando me fuera.

¿Y a qué se habría debido ese "Eso no te incumbe"?

—¿Te gusta Wassup?

—Sí, ¿A ti igual?

—¡Sí! Qué raro encontrar a alguien que también le agraden.

—Lo sé, no son un grupo muy común. De hecho, aquí tengo algunas de sus canciones.

Irene pone "Hotter than a summer" y ambas cantan al unísono. En medio de aquel dueto, Seulgi mueve sus manos a lo largo de la mesa. En uno de los movimientos rápidos, posa su mano sobre un tenedor, catapultándolo directo a la castaña, manchando su blanca blusa.

—¡Lo siento! — La dibujante se levanta veloz de la mesa y toma una servilleta, la cual le pasa a la joven que le gusta.

—E-está bien...Tan sólo debo ir al baño.

—¡S-sí! Al fondo a la derecha—. Indica, señalando un pasillo.

La invitada se levanta y va hacia donde le indicaron.

¡Bravo! Seulgi volvió a cometer una torpeza, manchó la tan bonita camisa de Irene. Espera que con un poco de agua sea suficiente. ¡El agua! ¡Se supone que no deben abrir las llaves en unas horas!

—¡Aaaah!— Escucha el grito de Irene desde el baño.

—¡Irene! — Va enseguida a auxiliarla la dibujante. —¿¡Qué ocurre!?

La chica popular está mojada de la cintura para arriba. Todo indica que al abrir la llave el agua la mojó de algún modo. La anfitriona no puede evitar darse cuenta de que la blanca blusa de su invitada se transparenta y es capaz de ver su sostén, de color azul.

Irene nota esa mirada y tapa su pecho apenada, luego se da la media vuelta.

—¡No mires!

—¡No e-estaba viendo! — Era obvio que sí. —¡Te presto una de mis camisas!

—Va-vale...

La playera que le presta a la castaña le queda un poco grande, pero se ve realmente bien con ella.

—No cabe duda de que te ves bien con todo...— Dice sin pensar Seulgi.

Al oírlo, las dos bajan la mirada.

—Seulgi, ya debo irme. Me encantaría quedarme más tiempo, pero debo comprar lo que mi mamá me encargó.

—Entiendo...— Se dirige a la puerta para abrirle.

—Oye... ¿Harás algo el martes?

—No, ¿por qué?

—¿Quieres...salir?

¿¡Irene la está invitando a salir!?

—¿A dónde...?

—Por un café...

—Y-yo...

—Si estarás ocupada con Joy no hay problema...

—¡No! Digo... ¡Claro!

—¿Estarás con ella?

—¡Claro que quiero salir contigo! — Logra decirlo al fin.

La cara de ella se ilumina al instante.

—¡Entonces hasta mañana, Seulgi! —Le da un dulce beso en la mejilla. — Luego te doy tu camisa.

Se va del edifico y la dibujante sigue sin digerir del todo lo que acaba de pasar.