Anormal (SeulRene ver.) {Terminado}

Parte final

Seulgi está corriendo. Corre a casa de Irene. Bien podría haber tomado el autobús, pero no quiere esperar por él ni un segundo.

Va a hablar con Irene y la obligará a que le diga toda la verdad. No importa si duele, no cree que la haga sufrir más de lo que ya ha sufrido.

Corre tan rápido como puede. Cuando finalmente llega al hogar de la castaña está exhausta. Con la respiración acelerada toca el timbre.

—¡Aquí habrá drama! — Dice Nayeon en cuanto le abre.

—Ho-hola...vengo a...

—A ver a Irene, ya sé. ¡Irene, te buscan!

Su hermana aparece momentos después. Ve a la dibujante y su rostro se pone blanco. Nayeon sonríe y se marcha.

—Hola...—Dice Seulgi.

—Hola... ¿qué haces aquí? — Pregunta, no de manera grosera, más bien tímida y curiosa.

—Vengo a hablar.

—¿No me odias?

—Sí...bueno...no...quiero aclarar las cosas...Joy me contó todo.

La cara de Irene cambia a una mueca de enfado al oír ese nombre.

—¿Qué te dijo?

—Que tú no tuviste nada que ver.

—¿A ella sí le creíste?

—Pues...ya te dije, quiero aclarar las cosas.

—¿Te dijo que me engañaron?

—Sí. Yo no estuve ahí, no puedo dar fe de nada. Pero al verlas llorar a las dos...me hace pensar que son sinceras.

—Sigo sin entender porque le crees a ella y a mí no me creíste...

—¡Eso no importa! Lo que me hicieron fue sumamente humillante. Bien podría no escuchar nada y desaparecer por completo de sus vidas.

Irene parece percatarse de lo que dice Seulgi y adopta otra actitud.

—Lo siento mucho. Nunca pensé que harían algo así... Tenías razón, esas no eran bromas, eran agresiones severas contra ti. Pero creo que elegía disfrazarlo de algo inocente, quería vivir en un mundo de fantasía donde todos eran felices. Me cegué.

—Está bien. Realmente tú no fuiste mala, sólo ingenua—. Irene cierra la puerta tras de sí y se acerca a la dibujante. —Para serte sincera, una parte de mí sigue reacia a confiar plenamente. Temo pasar por más decepciones...

—Comprendo...

—Pero...hay algo más que necesito saber.

—¿Qué cosa?

—Cuando Joy se despidió de mí, dijo: "Tú también me agradas." TAMBIÉN. Irene, este asunto me ha mantenido pendiente de un hilo por mucho...Sé sobre tu pasado con Wendy y he llegado a pensar más de una vez que tienes sentimientos por ella aún. Por eso, debo saberlo...Yo... ¿yo te gusto?

Su rostro se colorea de rojo y mira al suelo.

—S-sí...— Balbucea en un nivel casi inaudible.

—¿Eh?

—¡S-sí! ¡Me gustas! — Suelta. Es como si una enorme piedra hubiera sido quitada de la espalda de Seulgi. Ahora su cara está roja también.

—¿En-entonces? ¿Qué hay de Wendy?

—Ella es mi amiga nada más. A veces le hablo y es divertida. Pero dejé de sentir algo por ella desde hace tiempo. Luego empecé a notarte...había algo en ti que llamaba mi atención. Eras muy misteriosa. Despertabas mi curiosidad. Quería acercarme a ti, pero no sabía cómo. Un día tomé valor y logré hablarte. Seguías siendo austera, pero realmente quería conocerte más, por eso seguía insistiendo. Pensé que estaba logrando un avance y entonces apareció Joy... ¿Qué sientes tú por ella?