— Creemos que usted fue el causante de todo este revuelo. No hemos querido llevar este asunto a los medios porque se puede solucionar con buenos términos, Sukea.
Usted como escritor sabía que Kuran estaba teniendo un éxito tan bueno como el suyo. ¿Qué lo impulsó a hacer todo eso?, ¿acaso no acepta que su tiempo expiró en el mercado de las novelas?
— Un momento, un momento por favor, caballeros — Intervino el otro jefe de editorial. Gai, con convicción apeló y defendió a Sukea. Tenía mucho aprecio para él, así que siempre lo defendería. — Todo lo que pasó fue un simple accidente. Tenemos las grabaciones de la avenida, y por suerte se ve claramente que fue esa mujer quien empujó a Sukea para que no tuviera un accidente, pero ella terminó siendo la víctima.
— Sí, pero es que ustedes pudieron manipular esas imágenes
Reclamó una mujer de aspecto desagradable, no porque fuese fea o vistiera mal, sino porque sus palabras eran solo fuego con cenizas malintencionadas.
— ¿Manipular? Entonces debería decirlo frente a la policía, ellos son los que tienen las copias. — Con furia contestó Anko, la cual detestaba fueran acusados de manera injusta.
Sukea solo escuchaba, era como si estuviese presenciando un juego de tenis sin que la pelota cayera al suelo. Realmente se estaba saliendo de las casillas. Cada palabra que decía esa representante, las que escupía el abogado, todos, ¡todos lo molestaban y nadie solucionaba!
— Ahora supongo que se lavaran las manos. ¿No? Porque ahora todo depende del éxito en sus ventas y con todo el dinero que se recaude, mi artista recibirá su tratamiento. Ts, ustedes no se harán cargo.
— ¿Quién ha dicho que nos lavamos las manos con este asunto?, ¿quién les dijo a ustedes que yo no apoyaré a esa mujer? — Respondió Sukea ya cabreado entre dientes. El humo estaba que le salía por los oídos. — ¡Yo me haré cargo de lo sucedido, no la empresa! —Aclaró dando un fuerte golpe de puño en la mesa de centro.
Todo el mundo calló. Anko se espantó al igual que Gai.
Generalmente Sukea era un hombre pacífico, tranquilo y que, no le daba importancia a asuntos legales, pero ahora, al tratarse de esa mujer, y saber exactamente lo que pasó con su vida, o algo de ella, sentía cierta responsabilidad, aunque en el fondo de su corazón, las dudas y el odio siguieran evidenciando sus fantasmas.
— Señor Sukea, nosotros...
— ¿Ustedes qué?, ¡basta! Yo me paré en medio de la avenida porque intenté quitarme la vida. ¿Contentos?, ¿quieren que acabe la competencia? Pues ese día iba a ser perfecto para eso. Y no, no conocía que esa mujer era Kuran. Y por otro lado, yo no los ayudaré a ustedes, yo ayudaré a esa mujer — Marcó el ''esa'' para dejarles claro que él no se iba con cuentos. — Lleven esto a los medios, hagan un drama de esto, y verán que ''Kuran'' estará más afectada de lo que ustedes piensan.
La representante de Kuran miró al abogado, el castaño tenía toda la razón del mundo. Si iban a entrar en juicio terminarían perdiendo pues, ellos sabían que la editorial de este hombre se movería legalmente más rápido. También tenían conocimiento que la culpa no era de él. Solo fue un asunto desafortunado.
— Llegaremos a un acuerdo entonces, porque de igual forma, ella tenía cosas pendientes. ¿No es así? — Gai aclaró la garganta para la siguiente propuesta. — Sukea — Llamó con autoridad a este. — Tú ya terminaste tu última historia, entregaste el manuscrito y todo está listo, incluso el segundo borrador, por lo que siempre se te otorgan semanas de descanso. ¿Cuántas son esta vez, Anko?
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Primavera blanca
Fanfiction''Kakashi siempre consideró a su mascota el perro más audaz y habilidoso del mundo. Recordar cómo lo había encontrado, siempre removía su lado sensible. Un cachorro mojado por la lluvia, llorando, asustado y golpeado. Para Kakashi la situación no...