📆C A P I T U L O 6 📆

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MARK

Los días siguientes pasaron muy rutinarios, nos acostumbrabamos a estar juntos. Si bien nuestra relación era extraña, Jackson parecía disfrutarlo y por qué no, yo también.

Miércoles.
Jackson me compró un nuevo celular, dijo que debiamos estar comunicados mientras el trabajaba, por cualquier emergencia. Al parecer yo siempre tenía una emergencia.

-¡Jackson! -dije jadeando a través del teléfono.

-¡¿Qué pasa alguien entró a la casa?!

-Mas bien, quiero que ti entres en mi, Jackson ahh -colgó, sin decir una palabra, más tarde en casa recibí un gran regaño de porque no debería asustarlo así y que si conocía el cuento del pastor el lobo y las ovejas y blablabla.

Jueves.
Ese día Jackson dijo algo sobre ir al medico, necesitábamos algunas pruebas al parecer. Jackson quería saber si todo iba bien conmigo.

-¿Tuvo malestares últimamente? -pregunto el médico que se encontraba enfrente mío sacando personalmente una muestra de sangre, porque armé un lío para que nadie me tocara aparte de Jackson, pero al final logre hacerlo porque Jackson me prometió un premio. Esperaba con altas expectativas.

-No -dije en casi un gemido cuando el doctor sacó la aguja.

-¿Tomó agua?

-Si

-Vaya al baño y orine aquí -dijo extendiendo un vaso hacia mi, regresé después de un rato y le devolví el vaso.

-Fue difícil -dije.

-Oh, si que lo es, ¿Qué tal el sexo?

-¿Eh?

-¿Ha tenido sexo últimamente?

-Ahhh -dije fastidiado- no -dije con una cara de reproche hacia Jackson y el este desvío la mirada. Etrecerré los ojos.

-Habra la boca, también necesito su saliva -obedecí- eso es todo chicos, luego el hospital les mandará un correo cuando sus pruebas terminen. Tengan un buen día.

Salimos del consultorio y alcancé a Jackson por la espalda, entonces aproveche para morder su oreja.

-¿Cuál será mi recompensa por haberme portado tan bien?

-Pronto lo sabrás -con la declaración de Jackson mi cabeza solo podía pensar en una cosa. Sexo.

Después de varias esquinas de inanición, Jackson detuvo el carro en un ¿centro comercial?. No podía esperar a que Jackson me viera a la cara para darle la mas grande mirada de desaprobación. Pero no lo hizo, no me miró.

-No me mires así.

-Entonces tendré que sacarme los ojos, amenos que lo hagamos en el baño del centro, eso me iría muy bien.

-No pidas cosas que no puedes tener

-Ya lo veremos Jackson Wang

Entramos al centro comercial, en cuanto entramos la gente a nuestro alrededor se quedó mirandonos.

-Jackson

-¿Qué?

-¿Puedes caminar a dos metros de mi?

-¿Qué es esto? Pensé que querías ligarme.

-Solo quiero averiguar a cual de nosotros miran.

-¿No es obvio? Me miran a mi.

-Deja de ser idiota.

-Bien, me alejaré.

Observe que la gente en realidad repartía su mirada entre nosotros dos, se estaban llevando una buena merienda. Decidí regresar con Jackson.

-¿Me extrañaste?

-Tenía que regresar antes que a uno de esos buitres se le ocurriera atacar mi carne -Jackson rió.

-Linda comparación

-¿No quieres saber como fué?

-¿Y bien?

-Obvio me miraban a mi -reímos juntos.

Después de nuestra conversación entramos a una tienda de ropa, nada de mi estilo.

-Jackson, la ropa ya es cara aquí y nada me gusta, ¿podemos ver otro lugar?

-¿Cuál es tu estilo?

Solo necesite esa pregunta para poder arrastrar a Jackson por todas las tiendas de ropa donde viera algo que me gustara.

-Espero que seas rico.

-Te lo voy a cobrar -dijo Jackson- espera me aquí, iré a comprar algo. Jackson entró a la farmacia y regresó.

-¿Qué compraste? -pregunté.

-Solo algunos fármacos. ¿Qué te parece si vamos a ver lencería? No puedes usar el mismo bóxer para siempre. -asentí y fuimos a la tienda mas cercana de lencería.

-Te dejaré elegirlos -dije malicioso- siempre serás tu el que me los quite.

-Tuan, elegiste un mal proveedor -rió vocíferamente y trague saliva.

Todos la ropa interior que el elegía me quedaba absolutamente apretada y hacía mis nalgas marcarse.

-Me parece que quisieras unos con algun personaje, ¿qué tal Mickey Mouse? O talvez quieras al señor polla, espera, aquí hay uno que dice "seré tu perra".

Si alguien me hubiera dicho que este sería mi cruel destino, no hubiera hecho ese estúpido comentario. Fue un día muy largo.

Hombre Perdido MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora