🐏C A P I T U L O 19🐏

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Jackson

Recogí a Mark de la discoteca y comencé a dirirgirme hacia casa. El hecho de que Mark dijera que había sido aburrido y no había tenido sexo me alegraba, al menos compensaba el mal trago que había tenido con los mensajes anteriores. La simple idea de Mark besándose con un desconocido era asqueroso.

Sin razón me sentía con derecho hacia Mark pero es que yo lo había encontrado. Es mio por derecho.

-¿En qué piensas tanto Jack?

-Nada, solo me concentro en la carretera.

-Jack. ¿Te gusta que te llame Jack?, ¡Jack! -dijo en un gemido y luego sonrió dejando lucir su hermosa hilera de dientes.

-Mark, controlate.

-Call me James honey. I'm horny -comenzó a acariciar su entrepierna sobre su pantalón. Masajeaba lentamente y recostaba su cabeza en el mueble.

-Para de tocarte -dije con la esperanza de que atendiera mi petición, pero no lo hizo. Al contrario, comenzó por desabotonar su pantalón y bajarlo hasta la rodilla. Esta acción causó un efecto en mi entrepierna que comenzó a palpitar de excitación -Vamos Mark estamos en carretera, no me hagas esto.

-¡Ohh Jack! -gimió tan alto que su voz retumbó en los cristales del automóvil. Se deshizo de su bóxer y tomo su miembro erecto para masturbarlo en un vaivén demasiado erótico.

Sin más charla me orillé a la carretera y paré abruptamente. Mark no se detuvo. Seguía masturbándose, sin embargo su mirada iba clavada en mi, apreciando mi cara y luego mi cuerpo. Giré el rostro e hice contacto visual. Mi corazón hizo click, el momento no era justo. Darme cuenta de cuanto me gustaba Mark en este tipo de situación era extraño. Pero estaba seguro que esto lo hacia más especial. Me acerqué a la cara de Mark y besé sus labios sin deseo, mejor dicho, con amor. Algo en la mirada cambió y sus mejillas se tiñeron carmesí. Acercó mi cara para tener más contacto y saboreo mis labios como si nunca antes lo hubiera hecho, seguimos con el beso sin segundas intenciones a pesar de la forma en que Mark se encontraba.
-Mark, perdón, James creo que me gustas. Mucho -la cara de Mark perdió el color, me sentí confundido pues esperaba que se pusiera tan rojo como una cereza. Las mejillas se humedecieron con las lagrimas que caian de sus mejillas - ¿Mark? -Mark abrazo sus rodillas y comenzó a llorar amargamente. Su llanto era ruidoso y desgarrador y mi corazón se hundía con cada sollozo- descuida, estoy aquí, no llores más.

-James ¿cómo pude olvidarte? -dijo con la poca voz que le quedaba mientras se apoyaba en mi pecho para llorar. Así pasamos alrededor de una hora hasta que entre lagrimas y sollozos Mark al fin se durmió y yo pude emprender de nuevo el camino a casa.

Llegue a casa y subí los pantalones de Mark, me preguntaba ¿cómo podía cambiar tan rápido de humor?, y ¿qué lo había hecho sentir así?, y ¿quién era James?.

Las preguntas daban vueltas por mi cabeza y sin embargo me distraje viendo su rostro, con una leve mueca y sin embargo tan hermoso, su cabeza recostada en el respaldo del asiento dejaba ver su linda manzana de Adan; en sus mejillas aún quedaban rastros de lágrimas secas y sus labios seguían hinchados por el beso que habíamos compartido.

Mark abrió lentamente los ojos, como si hubiera sentido mi presencia y nos miramos por lo que parecieron años.

-¿Te sientes mejor? -pregunté y el negó con la cabeza.

-Solo quiero dormir -dijó mirando hacia abajo.

Bajamos del auto y una vez dentro de la casa nos dirigimos a la habitación. Esa noche la habitación se sintió especialmente fría y mis brazos rodearon con fuerza el cuerpo de Mark. Repartí besos por toda la extensión de su rostro y pronto Mark cayó en un profundo sueño.

Hombre Perdido MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora