C A P I T U L O 21

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Mark
Me encontraba en mi habitación, cerraba mis ojos con la intensión de dormir y sin embargo no lo hacía. De todas las cosas que recordé, tarde en recordar mas tiempo lo único que me importaba.

—Mark, vamos cariño, levantate –Bambam había entrado a la habitación con una bandeja de comida, dejó esta sobre la mesa de noche y se sentó enfrente se mi– realmente no tengo la mas remota idea de que pueda estarte pasando y sin embargo te digo que estoy aquí para lo que necesites.

Bambam hablaba pero yo no escuchaba. «James» pensaba y mi corazón se hundía en mi pecho. «Me hablabas» escuché a James decir, «No a ti» pensé, «Sin embargo dijiste mi nombre» respondió James «¿Acaso te acuerdas de el?» siguió James, «Si ¿por qué mierda no me dijiste nada?» pregunté, «¿Por qué existen los secretos querido Mark?» sonó burlón, «Es simple. No me conviene» espetó.

Abrí mis ojos e intente pararme de la cama, Bambam, que esta sentado en la misma se sobresalto por mi repentina acción.

—¿A dónde vas? –preguntó Bambam.

—Necesito ir al baño, disculpame –y luego sin esperar respuesta me levanté de la cama, entre al baño u cerré con pestillo la puerta, en el espejo mi reflejo me acechaba y decidí voltear a verle.

—Eres estupido si piensas que te diré algo importante –dijo James mirando me sonriente.

—Todo apunta a que me engañaste, dijiste que estarías aquí para ayudarme, no para robarte recuerdos tan importantes y mucho menos mi vida –dije notablemente irritado.

—Vamos Mark, ¿para que diablos quieres tu vida?, todo lo que haces es ser un puto parásito o dime que piensas quedarte a cuestas de Jackson toda la vida. Vamos chico,eres joven, almenos deberías pensar en tener sexo, eres gay, deberías gritar que eres una puta y que te encantan las pollas. ¡Eres un puto depresivo aburrido!, y si vas a vivir tan miserablemente dejarme la vida a mi.

—Cierra el puto hocico, que si yo soy un puto depresivo, tu eres producto de mi puta imaginación depresiva, que no se te olvide que el que es real aquí soy yo, y el que tiene huevos aquí para ir a un puto psicólogo y desaparecerte soy yo –el rostro en el espejo guardo silencio, repiró profundo y se inclinó hacia mi.

—Estas puto loco –comenzó a reír– Tu ganas –alzó las manos al aire– te diré lo que quieres, pero –hizo una pausa– necesito algo a cambio.

—¿Qué te parece no desaparecer?.

—Vamos, no seas tan cotilla, yo también necesito libertad, ya sabes, estirar mis huesos.

—Esta bien. Cuentame ¿Qué paso con papá y mamá?

—Murieron, bueno, eso decía el periódico

—Osea que podrían estar vivos.

—Oh no pequeño, están muertos, calcinados, pero se supone que tu también moriste ahí y pues no, en realidad tu los mataste.

Aquella confesión me dejó helado, no me preocupaba el hecho de que mis padres murieran, pues los odiaba, pero saber que fui yo quien los mató me preocupaba.

—¿Qué hice después de –trague saliva– eso?

—Bueno tu, fuiste un vagabundo, comías basura, estabas sucio, ya sabes lo normal de un vagabundo, hasta que seguros sociales te llevó a una casa hogar y luego escapamos y ¿qué te digo?, es duro sobrevivir, así te juntaste con gente muy mala y luego aquí estas.

—¿Cuánto tiempo?

—¿Qué?

—Estuve, con ¿matones?.

—Matones, narcos, asesinos, llamales como quieras. Estuviste desde los 19, al menos ya no eras un crio, y bueno considerando los lios en los que te metiste...

—Y cuando dices te metiste te refieres a que tu me metiste en un lío.

—Tu. Yo. ¿Cuál es la diferencia?

—¿Así dices protegerme?, Haces estupideces y luego yo debo lidiar con estas. Esto es muy diferente a lo que me pintaste.

—Es lo que hay.

Al otro lado de la puerta se escucharon unos suaves golpes.

—¿Mark? –dijo Bambam– llevas un rato ahí dentro, ¿te encuentras bien?

—Si Bam, en un momento salgo –grité sin moverme de mi lugar frente al espejo y espere hasta escuchar la pisadas de Bambam alejarse– ¿Hay algo más que deba saber?

—Por ahora no, primero debes darme lo que quiero.

—Bien, tienes una semana, haz con mi cuerpo lo que se te venga en gana.

Ojalá alguien me hubiera dicho que una semana es suficiente para crear un desastre.

Hombre Perdido MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora