Hombre Perdido Markson

👠C A P I T U L O 23👠

James

James caminaba por los pasillos del supermercado, estaba oscureciendo debido al cambio de horario y era la hora perfecta para salir de caza.

Una mujer embarazada cruzó su camino, comenzó a seguirla con el carrito de compras, pasaron algunos pasillos de limpieza y luego se detuvo, detrás de un anaquel salió su esposo. Había perdido el tiempo.

Siguió la cacería y sin embargo no tuvo éxito. Decepcionado compró dulces y algunos juguetes divertidos. Pagó en la caja. Y se dispuso a salir. No llevó carro así que se regresaba a pie.

La noche había caído y la luna brillaba sínica. Caminó calles traficadas y decidió tomar un atajo. El alumbrado amarillento parpadeaba tenebrosamente dejando en oscuridad por segundos. El callejón al que había entrado era mas oscuridad que luz. Una ventisca de aire helado corrió por su cuerpo avisando el invierno, entonces unos pasos se escucharon a sus espaldas, se dió prisa y se encondió en la oscuridad.

A unos metros de el una mujer en sus veinte con un vestido azul entallado, caminaba despreocupada, mientras un sujeto de unos 90 kilos con pasamontañas se acercaba a ella.

Ante la vista se acomodó sobre la pared y cruzó los brazos. El hombre alcanzó a la despistada mujer y con un móvimiento de su brazo empujo a la mujer hacia la pared. La mujer quiso gritar pero en el momento que abrió la boca un arma con silenciador entró en esta. "si gritas te mueres" dijo el hombre haciendo presión con el antebrazo de el brazo sobrante en el cuella de la mujer.

James comenzó a moverse entre la oscuridad, quería estar mas cerca. Poder oler el miedo. El hombre se acercó al cuello de su victima y comenzó a lamer, su mano derecha mantenía el arma apuntando a la cabeza de joven y su mano izquierda había aflojando la presión sobre el cuello de la víctima para comenzar a divagar por su senos.

Afanaba la boca de la mujer, hilos de espesa saliva rodeaban la boca de esta, que intentaba no abrir paso a los asquerosos besos de su opresor. Las lágrimas pronto comenzaron a brotar y el interior de James dió vueltas para querer vomitar.

A su lado, dentro de un contenedor de basura, asomaba una botella de vidrio, insitandole a tomarla, era su momento, debía ser un león y atacar.

Mark se fue acercando sigilosamente, y para cuando lleguó a espaldas del hombre, golpeó la botella en su cabeza, acción que consecuentó en que la botella se rompiera en mil pedazos.

El hombre calló al suelo soltando el arma. Aturdido miró a James y este último al notar la sangre en la cabeza del hombre sonrió ampliamente. James dio un paso hacia adelante y se agacho para recoger la pistola. Apuntó hacia la cara del hombre.

-Corre gordo -dijo para después soltar una estruendosa carcajada.

El hombre se levantó del suelo y comenzó a correr por todo el callejón, dejando sus lonjas rebotar mientras lo hacía, sin embargo, el callejon no tenía salida.

«Los felinos procuran cansar a sus presas»

El hombre comenzó a césar y James comenzó a caminar hacia el sin prisa, con el arma en la mano, el hombre viendo que estaba acorralado decidió arrodillarse para suplicar por su vida.

-No me mates por favor, ella me provocó, eres hombre, mira como va vestida, tu me entiendes.

«El felino finalmente ataca la garganta provocando la muerte fulminante de su presa»

James a un metro de distancia, apuntó hacia el cuello del hombre. Disparó, la mirada del hombre se perdió en la distancia y finalmente calló muerto al suelo. Un charco de sangre se extendía hasta los zapatos de James. Este se dio la vuelta y camino hacia la chica con el arma aún en la mano.

Cuando finalmente llegó a la chica ordenó.

-Mete esto en tu bolsa.

-No, yo, ¿para qué?

-Solo hazme caso, acabo de salvarte de un psicópata.

-Pero ahora tu también eres un asesino -espetó la chica viendo con esperanza a su salvador.

-No necesito ser un psicópata para ser un asesino, solo necesito un motivo.

-¿Cuál es tu motivo?

-Placer. Ahora mete esto en tu bolsa, antes de que decida que seras la siguiente.