📍C A P I T U L O 7📍

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JACKSON

Llegamos a casa después de las compras en el centro comercial. Mark corrió como niño pequeño hacía la sala para poder desempacar todo lo que compramos.

-¿Dónde la pondré?

-Oh, es verdad, creo que deberías ponerla en mi armario.

Mark no espero más y fue a acomodar su ropa en mi armario. Mis prendas por si solas no ocupaban mucho espacio ya que eran un par de jeans y algunas camisas con diferentes estampados y colores.

-¿Qué cenaremos? -dijo Mark

-Te dije que te cobraría todo lo que !e hiciste gastar, tu harás la cena.

-No recuerdo como -mentía, su cara decía todo.

-Un tutorial de YouTube te ayudará.

Mark cocino lazaña, para "no recordar como hacerlo" debo admitir que la cena fue deliciosa.

-Mark, mañana es viernes

-¿Qué tiene?

-El sábado temprano debemos ir con mi amigo, te dije que había reservado una cita.

-Ow, lo siento, lo olvidé.

-Una disculpa no es suficiente, lava los trastres. Yo tomare una ducha e iré a dormir.

Mark hizo un puchero y yo sonreí por dentro, tome una ducha y me a coste sobre el sofá. Era bastante incómodo.

Al día siguiente me levanté muy temprano tomé el desayuno y me fuí a trabajar, no sin antes gritarle a Mark antes de salir.

-¡No se te olvide hacer la cena, regreso a las seis.!

-¡De acuerdo! -gritó desde mi habitación.

Unas horas después, salí del trabajo junto con Jaebeom y Youngjae.

-Aún no puedo creer que hayas llevado a alguien a tu casa, quiero decir, ni siquiera nos dejas entrar a nosotros -dijo Jae, tenía dos horas reprochandome.

-Habla por ti -dijo Youngjae

-¡Incluso dejaste entrar a Youngjae!

-Esta bien, calmate, que tal si todos nos reunimos en mi casa. Para que conozcan a Mark. Algo me dice que se unirá a nosotros. -dije por fin

-Entonces ¿ya te lo cogiste?

-¡Jae! -regañó Youngjae.

-No necesito cogermelo para integrarlo, solo somos amigos.

-Que desperdicio -concluyó Jaebeom.

Llegué a casa y al abrir la puerta me encontré a Mark mirandome mientras estaba en un mueble de la sala.

-Estas retrasado -dijo al final.

-No es así, estoy casi en punto -dije confundido.

-No hablaba de ese tipo de retraso.

-Ja. Parece que alguien vió el canal de comedia.

-Cierra la boca, ven a comer -obedecí.

La cena fue amena, reimos y le conté mi día. En realidad era divertido tener a alguien esperando en casa.

-Es verdad, debo decirte algo -dije y conseguí la mirada atenta de Mark- los chicos y yo planeamos una reunión aquí en casa, algo pequeño, para que conozcas a mis amigod cercanos y puedas establecerte, ya sabes ¿no?.

-No me quiero establecer, quiero vivir contigo -aquello hizo que mi corazón saliera expulsado hasta el cielo, cruzara África, la India, y regresara a casa para golpear mi pecho con rudeza.

-Okay -esto último sonó como una suplica. Yo también quería que Mark se quedaras y lo directo que era ayudaba mucho- ¿qué hay del postre?

-Esperaba que lo preguntaras.

Mark no dudó ni un segundo y se levantó de la mesa, se dirigió a mi cuarto sin decir una sola palabra y luego de unos minutos regresó usando una camisa mía que dejaba asomar la punta de su pene y un poco de sus nalgas.

-Mark, no debes tentar a el diablo.

Se acercó a mi tan lenta y cautivadoramente que quise pausar el momento. Se acerco a mi oreja.

-I want play a joke daddy -susurro en mi oído. Parecía poseído, y su demonio no hablaba mi idioma.

Con un movimiento rápido giró la silla donde estaba sentado y desabrochó sin prisa mis pantalones, acarició un poco sobre ellos antes de bajarlos, cuando al fin lo hizo ayude alzando mi cuerpo de la silla y luego me volví a sentar. El respiró sobre mi pene duro y logró hacerme estremecer.

-Are you ready? -preguntó y sin esperar mi respuesta liberó el bulto palpitante de mis calzoncillos y besó la punta- This is so good -dijo entre lamidas. Lamía cada vena saltada como si de una paleta se tratara, lo disfrutaba tanto que llegaba a creer que tenía un sabor especial. Dejó su lengua recorrer mis bolas, lamía, succionaba y besaba, de ahí su lengua subió lentamente sin despegarse un milímetro y cuando llegó a la punta metió el falo entero en su boca, y simuló embestidas con su boca. Yo solo disfrutaba la vista, lo hacia lento y me miraba, a los ojos y eso me excitaba aún más, al mismo tiempo acariciaba y jugueteaba con mis bolas. Al parecer decidió subir el ritmo y yo sostuve su cabello para guiar el compás. Vi su cara sonrojar, no aguantaba más tenía que penetrarlo ya. Separé mi pene de su boca y lo besé, sabía a la cena, y presemen, y me encantó, besaba delicioso tanto que me daba miedo correrme por un beso.

Lo guié a la cama de mi cuarto y abrí la cajonera al lado de esta. Saqué el lubricante y los condones que compré cuando fuimos de compras, sabía que pronto los iba a necesitar. Lubrique abundantemente mi pene y tomé un poco más para su entrada. Era extraño parecía dilatada. Aún así metí un dedo y luego de unos segundos me di cuenta de que ya podía meter otro.

-Parece que alguien estuvo jugando en mi ausencia.

-I'm sorry daddy, i can't wait ahh~ lo último salió en un gemido pues había introducido mi pene lentamente hasta llegar a el tope. Espere que se acostumbrara unos segundos y comencé a embestir lentamente- daddy more plis.

-Te voy a tratar como una perra, has jugado muy sucio cariño, es momento de que te cobre. -dicho esto comencé a embestir mas rápido y fuerte. En algún momento encontré el punto G que había estado buscado. Y los gemidos de ambos llenaron la habitación. El sonido de mis bolas chocando con su perfecto trasero y el catre rechinando creaban una perfecta melodía.

-Ohhh~ daddy you'r so big, more plis

Sus palabras me hicieron aumentar la velocidad y tomé su pene estre mis manos y comencé a masajear. Después de unos segundos experimente el orgasmo mas largo de mi vida y me corrí dentro del condón que había puesto previo al acto, y Mark se corrió entre nuestros estomagos.

-¿Qué tal estuvo? -pregunté y !e deje caer a un lado sobre la cama junto a el.

-Quiero repetir -nos miramos serios un segundo y luego comenzamos a reír.

-Entonces debería prepararme para mañana.

-Hablo de ahora, quiero repetir ahora.

-¿No me darás un respiro?

-No -y de un salto se incorporó sobre mi- hagamoslo otra vez. Y por arte de magia mi pene revivió.

Hombre Perdido MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora