CAPITULO 32

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Steve se encontraba besando cada rincón del cuello del castaño, sacándole varios gemidos de placer, y con mucha pesadez comenzó a quitarle el chaleco a este dejando al descubierto el pecho de este, Steve hizo un camino de besos del cuello de Tony hasta su pecho y tomo uno de sus pezones con su boca y otro con su mano libre.

———Steve...——— gemía el castaño haciendo que Steve se excitara a un más y que la ropa le comenzara a estorbar.

Steve se separó del cuerpo del castaño para quitarse el saco y la corbata, Tony lo miraba con mucho detenimiento y nerviosismo, mientras miraba al rubio se percató de lago, haciéndolo sonrojarse mucho y que tragara grueso "¡Es enorme! Me va a matar" pensó el castaño cuando vio como el miembro del rubio se marcaba perfectamente, Steve rio a lo bajo tomo la mano del castaño e hizo que se parara, una vez ya en posición Steve lo volvió a besar con mucha pasión, quitándole por completo el chaleco y poder tocar mejor la piel del castaño, Tony que con mucha dificultad desabotonaba la camisa del rubio se quedó admirando un rato el cuerpo de este para después comenzar a tocar con mucha timidez haciendo que este ahogara un gemido. Con la lujuria hasta el tope Steve comenzó a quitarle el resto del traje al castaño hasta que lo dejo completamente desnudo para después tomarlo entre sus brazos y acostarlo de nuevo en la cama y lo admiro por un rato.

———¿Estás seguro qué quieres esto? ——— pregunto el rubio mientras se acomodaba entre las piernas del castaño, Tony rio.

———Steve, no viaje miles de kilómetros solo para ver una película——— bromeo, Steve rio por el comentario para después iniciar otro beso muy apasionado.

Steve recorrió todo el cuerpo del castaño con una de sus manos hasta llegar a la entrada de este y notar que ya estaba húmeda, con mucho cuidado introdujo uno de sus dedos en la entrada de Tony, haciendo que este gimiera fuerte cuando comenzó a dar leves embestidas, mientras Tony disfrutaba de esa sensación Steve metió un segundo dedo sin previo aviso haciéndolo gritar y apretar con mucha fuerza el hombro del rubio, Steve en ningún momento paro de embestirlo con sus dedos. Para Steve los gemidos de Tony eran melodía para sus oídos y ver el rostro sonrojo de este era una obra de arte.

———Steve... si... si sigues... me voy a... ah! ——— no pudo completar ya que el rubio metió un tercer dedo e hizo más fuerte y profunda las embestidas ———STEVE...! ——— grito el castaño una vez llego al orgasmo.

Steve saco sus dedos de la entrada de Tony y miro al castaño, quien estaba completamente agitado y ruborizado, esa imagen hizo que las ganas de Steve incrementaran, se quitó el cinturón y solo desabrocho y bajo el zíper de su pantalón y saco su miembro, muy erecto, Tony trago grueso, Steve se volvió a acomodar encima de Tony y puso su miembro en la entra de este haciendo algo de presión, Tony se quejó.

———Dime si te llega a doler——— dijo el rubio y Tony asintió y Steve fue introduciendo su miembro con mucha lentitud, escuchando los quejidos de este y paro.

———No dolió tanto——— dijo el castaño abriendo los ojos. Steve rio.

———Tony, solo he metido la puntita——— confeso el rubio y Tony abrió los ojos de par en par por la sorpresa y cuando sintió la sensación de la intromisión en su entrada volvió a cerrar los ojos y a quejarse.

———Mierda, ¿que tan grande es?——— se quejó el castaño.

———Lenguaje——— lo regaño el rubio ———Voy por la mitad, no te agobies———

———Solo métela de una buena vez——— repecho.

Steve acato la orden del castaño y metió lo que hacía falta de una sola estocada haciéndolo gritar, Steve se quedó quieto por un rato esperando a que Tony se acostumbrara a su tamaño y mientras lo hacía le daba leves besos por su rostro y cuello, para poder calmarlo ya que a él también le dolía. Cuando al fin Tony se acostumbró este comenzó a mover levemente sus caderas dándole la pauta a Steve de que ya podía moverse, primero empezó con estocadas suaves y lentas, que con los gemidos del castaño poco a poco se iban haciendo más profundas y rápidas, en una de esas el castaño grito ya que Steve había dado en ese dulce punto.

Bailarín MisteriosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora