Alquimia Oscura: Los hijos de la piedra filosofal

Interrogatorio parte 1

La puerta de la habitación de Adalia se abrió abrupta-mente, era el doctor de rutina, ella se secó las lágrimas rápidamente con su mano derecha, miro al doctor con cierta molestia.
— Tranquila señorita — Exclamo el doctor mientras se para a un costado de la cama de ella— Solo vengo a notificarle que hoy se le dará el alta en el transcurso un agente vendrá por usted — El doctor tomo brazo derecho de ella y le retiro el suero — Ya hemos sido contactados por la C.D.A. le diríamos que tomara su tiempo para descansar pero dadas las circunstancias no se podrá dar.
— No se preocupe por eso doctor no me perdonaría quedarme quieta más tiempo sobre todo por ver lo que esos bastardos están haciendo— Exclamo con cierto cabreo Adalia mientras observaba el exterior de la ventana.

Centro de policía.
Saito se encontraba en la entrada de la base de la policía japonesa fumando un cigarrillo, este miraba el cielo con completa tranquilidad, parecía estar absorto en sus propios pensamientos. No había dormido la noche anterior, eso era evidente al solo verle las ojeras.
— ¿Parece que no durmió nada jefe Saito?— Pregunto uno de los policías que se acercó a él con un café en la mano — Tenga creo que lo necesita— El policía le dio el café a Saito quien solo lo miro con indiferencia, luego de unos segundos tomo el café con su mano izquierda, lanzo el cigarro al suelo y lo patio, seguido a eso se puso de pie, le dio un trago al café, luego miro al policía.
— ¿Ya está por iniciar el interrogatorio?— Pregunto Saito con algo de desgano mientras caminaba en dirección a la base de los policías.
— En efecto me solicitaron que le viniera a informar señor— Respondió el policía.
— Gracias agente puede continuar— Concluyo Saito. Este mientras caminaba en el interior de la base de los policías con la mirada perdida, por algún extraño motivo se sentía algo nostálgico o melancólico. Se detuvo a unos metros de la puerta al ver que frente a esta estaba Miller, tenía la cabeza apoyada sobre la puerta, miro de reojo a Saito , le dio un trago a su café luego miro al agente de la C.D.A.— Miller ¿no es así?— Pregunto Saito?
— Así es director en jefe Saito— Respondió desanimado Miller.
— Dar palabras de ánimo nunca ha sido mi fuerte niño pero está bien que llores por el caído no dejes que eso te estanque, al menos el no quisiera verte de esa manera y que te estuvieras moviendo para ayudar en la investigación— Exclamo Saito.
— Le doy la razón en algo y es que usted no tiene talento para dar ánimos pero en fin— Miller aparto la cabeza de la puerta y miro a Saito— También sé que el señor Havok hubiera querido que siguiera con el caso, y que castigara al maldito de cabello blanco pero — Miller apretó con fuerza el puño y golpeo la pared — Lo que me duele aún más es que no fui lo suficientemente fuerte para ayudarlo.
— Niño no trates de culparse por su muerte — Saito se puso frente a Miller y puso su mano sobre su cabeza— La próxima vez no fallaremos así que deja de lamentarte y vuélvete más fuerte para cuando llegue ese momento— Miller levanto la mirada, se encontró con la cara completamente seria y fría de Saito— Vamos tenemos que ver un interrogatorio.—Saito quito la mano de la cabeza de Miller y abría la puerta, en su interior estaban el general Jurggen junto con otros miembros de la O.T.A.N y el agente de la C.D.A. Brandom quien había sido dado de baja hace un día.
— No estoy muy de acuerdo con esto director en jefe de la policía japonesa Saito en que tú y los dos agentes de la C.D.A. realicen el interrogatorio— Exclamo con cierto malestar el general Jurggen.
— Comprendo que rechace la idea general pero use también la cabeza un poco, dos conocedores de la alquimia para tener protección garantizada además hay cosas que quiero preguntarle a ese niño Unravel directamente— Camino hacia una mesa que estaba frente al lado del vidrio de donde se encontraba Kaneda— Quiero preguntarle más sobre esta cosa.
— Recuerde que esta es su última oportunidad de estar involucrado en esto — Amenazo el General Jurggen. Saito se fue con el libro en sus manos , Brandom y Miller lo siguieron, al salir de la habitación y pararse frente a la puerta , Saito se dio la vuelta y miro a Brandom.
— Agente Brandom ¿verdad?— Pregunto con algo de molestia Saito.
— Así es director en jefe Saito espero ser útil y poder ayudarle a sacarle la verdad a ese Unravel desgraciado y que pague por la muerte del superior Havok— Exclamo con determinación Brandom, Miller lo miro con cierta incomodidad.
— Entonces cierra la boca y no le digas nada al Unravel y deja que yo me encargue de esto y el agente Miller.
— ¿Qué? Pero ¿Por qué?— Pregunto confundido Brandom.
— Ese chico estaba huyendo de ellos — Respondió Miller con cierta frialdad— Cuando nosotros llegamos querían asesinar al chico y arrebatarle ese libro, no sabemos por qué además el confeso cuando vino con nosotros que nos llamó por que no había otra opción y que — Miller fue interrumpido por Saito quien tenía su mano derecha sobre la perilla de la puerta.
— La verdadera intención es saber que es este libro y por qué lo tenía el o mejor dicho porque esos bastardos se lo querían arrebatar además el chico no sabía sobre la muerte del rey blanco así que aquí hay demasiadas que no cuadran....él no es el enemigo.— Saito abrió la puerta mientras los dos agentes del C.D.A. se miraron entre si y entraron a la habitación luego que Saito entrara.

Kaneda se encontraba esposado, sus manos estaba detrás de la silla, solo tenía puesto una camisa blanca, un pantalón negro y unos zapatos blancos, estaba completamente decaído, tenía la sensación de haber cumplido el último deseo del rey blanco pero que no lo pudo despedir con dignidad o como la agrupación le rindiera un tributo, se encontraba en medio de la habitación, frente a el había una mesa y frente a esta estaban colocadas tres sillas. Kaneda levanto la mirada con cierta incertidumbre a los dos agentes de la C.D.A. y al director en jefe Saito, miro que traía el libro de la alquimia oscura en su mano derecha. Los tres se sentaron enfrente suyo, este solo levanto la cabeza y los miro con cierta molestia y asco.
— Pido su ayuda, que me rescaten y me encarcelan quisiera escuchar una explicación razonable de eso — Exclamo de manera simplona Kaneda.
— Si cooperas con responder nuestras preguntas de manera rápida y sin contra tiempos te liberaremos rápido— Saito coloco el libro sobre la mesa— Quiero ser directo contigo así que ¿existe una relación entre ustedes los Unravel y ese sujeto de cabello blanco?
— Bromea verdad — Kaneda se rio entre dientes— Ese hijo de puta y sus seguidores no son Unravels solo ocupan el nombre de nosotros para incriminarnos.
— Entonces responde ¿Por qué estaban en el mismo lugar que ellos y sobre todo que tan especial es este libro para que ellos los siguieran por el?— Pregunto Saito mientras levantaba el libro.
— Yo que se— Respondió Kaneda mientras desviaba la mirada hacia la izquierda— Se suponía que solo el rey sabia de ese lugar y lo recalco al hacernos el encargo de esta misión.
— Asi que el rey blanco deseaba tener este libro — Saito miro hacia el vidrio polarizado de la habitación y luego a Kaneda— Dime ¿Por qué razón tenía interés tan repentino a ir por él? Digo una nueva guerra alquímica a las puertas.
—El solo dijo que lo necesitaba antes que el hiciera su movimiento— Respondió Kaneda un poco inquiero, Miller supo a quien se refería cuando decía él y miro a Saito quien no se inmuto. Bajo el libro y miro detenidamente a Kaneda, este se extrañó.
— ¿El? Parece que su líder si está vinculado con ese fenómeno después de todo— Abrió el libro y empezó a avanzar las páginas — Es curioso que este libro se llame alquimia oscura, no creí que existiera dicha distinción en la alquimia — De pronto abruptamente se detuvo en una página, Saito se detuvo mientras miraba un dibujo algo llamativo de una figura humanoide, Miller y Brandom lo vieron igual, Saito miro al chico de nuevo — Dime chico ¿es posible crear vida por medio de la alquimia?
— ¿Qué clase de pregunta estúpida es esa? Es obvio que no, es imposible que la energía alquímica pueda generar vida o algo que se mueva por voluntad propia— Respondió confundido Kaneda.
— Creo entender por qué tu líder quería este libro— Saito le dio al libro, el rostro de Kaneda se tornó pálido completamente al ver la figura humanoide que se observaba dibujada en el libro.
— Esa cosa estaban dentro de la cueva cuando tomamos el libro, ¿acaso estaban vivas cuando entramos? ¿Qué demonios es eso?— Pregunto Kaneda mientras su voz se quebraba.
— ¿Dónde mierda viste esa cosa?— Pregunto Miller en estado catatónico mientras el ambiente se tornaba pesado , parecía que al ver esas figuras algo se había distorsionado en el ambiente, parecía que habían descubierto lo que quería el rey blanco.