Alquimia Oscura: Los hijos de la piedra filosofal

colisión

Kaworu caminaba hacia Havok y Saubers, ambos se encontraban sorprendidos de verlo en ese lugar, Kaworu no se inmuto al verlos ni se interesó en ver a Héctor.
— Si te quedas aquí solo vas a estorbar Héctor así que márchate — Exclamo fríamente Kaworu mientras chasqueo los dedos en dirección a Saubers y Havok , una corriente de fuego verde disparada desde sus dedos salió en dirección a estos quienes solo no reaccionaron cuando un muro de concreto surgió frente a ellos protegiéndolos de la corriente de fuego, ambos voltearon a ver al chico que estaba detrás de ellos.
— ¿Acaso no saben cómo hacerle frente a ese hijo de puta?— Pregunto un poco exaltado Kaneda mientras levantaba sus manos del suelo— No importa si creen que soy el enemigo pero sáquenme de aquí.
El muro de concreto estallo provocando una nube de polvo, la cual se abrió abruptamente y de ella salió Kaworu quien se detuvo en medio de ambos , estos solo dieron un salto hacia atrás de manera instintiva, Kaneda se puso de pie y le dio un puñetazo en la mejía izquierda de Kaworu.
— ¡NO SEAN UNOS COBARDES Y ATAQUENLO A MATAR!— Grito Kaneda con un cabreo completo, este empezó a temblar del miedo cuando observo que Kaworu empezó a mover su cabeza lentamente para verlo fijamente mientras su rostro reflejaba una indiferencia completa por el golpe— Mierda — Exclamo con una voz cortada Kaneda.
— Felicidades creo que eres el único que se ha atrevido a golpearme a puño limpio — Exclamo con una sonrisa inocente Kaworu. Saubers trato de cortarle el abdomen pero el sujeto de cabello blanco dio un salto hacia atrás esquivando el golpe del arma alquímica, Havok levanto su arma alquímica y apunto hacia Kaworu, disparo energía alquímica cual fue absorbida por Kaworu quien solo sonrió.
— ¿Qué carajos acaba de pasar? — Pregunto confundido Havok mientras miraba asombrado a Kaworu.
— La energía alquímica no lo daña así que no lo intentes — Respondió Saubers mientras corría hacia el sujeto de cabello blanco, trato de cortarle la cabeza pero Kaworu se agacho y luego dio un paso hacia atrás, pero Saubers no se detuvo y trato de herirlo otra vez y el arma se detuvo en su brazo derecho pero el arma, hubo un ruido que le llamo la atención a Saubers y fue que se escuchó como si chocara con metal el arma— ¿Qué?— Pregunto confundido.
— Tus emociones te están guiando y es fácil de saber por la forma en que mueves esa arma es demasiado agresivo para alguien sereno como tú — Kaworu sonrió— Perdonadme por quitarle la vida al rey blanco y al líder de los Xfire como a tus soldados si es lo que te molesta.
— Maldito — Dijo entre dientes Saubers quien hizo que el arma chillara mientras forzaba su arma alquímica hacia la derecha y luego intentara clavar el arma en el pecho del sujeto de cabello blanco pero este se movió a la derecha esquivándolo y luego levanto su mano izquierda y apretó con fuerza el puño mientras el metal cubría su mano.
— ¡NO VAS A HACER NADA BASTARDO!— Grito Havok quien se había lanzado contra Kaworu quien solo abrió su mano izquierda y tomo el arma alquímica y lanzo a Havok contra el árbol que estaba a unos kilómetros de su espalda, Saubers trato de contraatacar rápido cuando Kaworu le dio una patada cual la hundió en el suelo, volvió a cerrar el puño izquierdo y lo dirigió hacia Saubers impactando en la mejía derecha de este haciendo que este cayera al suelo de manera instantánea.
— Deben tener algo claro ustedes dos agentes del C.D.A. y es que hoy morirán — Exclamo Kaworu mientras empezaba a caminar en dirección a Kaneda— Se muy bien que tienes una copia del libro así que debo asesinarte de esta manera — Kaworu se disponía a chasquear los dedos cuando un disparo impacto en su cabeza derribándole de manera instantánea.

Kaneda miro a la derecha, de donde había surgido el disparo, observo a un soldado con una M16, era el que había disparado, cuatro soldados salieron de los arbustos junto con Miller, se dirigieron hacia Kaneda.
— Escúchame bien chico tú te vas a ir con esto cuatro soldados hay un helicóptero a diez kilómetro de aquí esperándote, el resto del pelotón se quedara conmigo para darte algo de tiempo— Exclamo Miller mientras le daba la espalda a Kaneda, su cuerpo empezaba a temblar por la adrenalina.
— ¡SOLO VAMONOS DE AQUÍ ANTES QUE EL HIJO DE PUTA SE PONGA DE PIE!
— ¿¡QUE!?— Pregunto sorprendido uno de los soldados al escuchar que el sujeto no estaba muerto.
— ¡NO TENEMOS TIEMPO QUE PERDER AQUÍ IDIOTAS SAQUEN A ESTE CHICO DE AQUI! — Ordeno Miller quien luego miro de reojo a Kaneda— A ti te está buscando por lo que tienes en mano además puedes decirnos que carajos quieren los Unravel después de todo eres uno de ellos y queremos respuesta de lo que paso en Tokyo— Miller fue interrumpido por una corriente de aire que lo hizo mirar al frente de manera rápida, sujeto con fuerza su arma alquímica, cuando reacciono vio a Kaworu frente a él, su arma alquímica estaba chocando con el brazo derecho de Kaworu se había convertido en una espada.
— Los humanos son fascinantes en cuanto a ser positivos ante situaciones que son irreversibles, lo puedo ver en tus ojos sabes muy bien que no saldrán vivos de aquí pero pones resistencia en definitiva la alquimia era un buen regalo para ustedes pero la han mal gastado —Kaworu hizo fuerza en sus brazo impulsando hacia atrás, de la espalda de él salieron unos tentáculos de metal con puntas de espadas, estas se incrustaron en las cabezas de los soldados, dio un giro hacia atrás y con su brazo derecho desvió un ataque de Saubers dejando su arma alquímica en el aire, Kaworu le dio una patada en la cabeza mientras daba un giro hacia atrás provocando que sus lentes salieran volando con el impacto, se giró rápidamente, Saubers trato de ubicar de nuevo a Kaworu quien estaba a su derecha, lo miro, sus ojos se abrieron completamente, su boca se llenó de un sabor metálico, sintió que algo quería salir de su boca, bajo la mirada levemente, Kaworu le había incrustado su brazo derecho en el lado izquierdo de su abdomen, la sangre empezó a salir de su boca.
— El Shinigami cae al igual que el rey ante la deidad que juzga a los dioses y reyes incompetentes— Exclamo con una sonrisa amable Kaworu mientras Saubers se caía hacia atrás lentamente.
— ¡DISPARENLE A ESE HIJO DE PUTA!— Ordeno Miller mientras tomaba a Kaneda del brazo— No tenemos tiempo que perder o estamos jodidos— Dijo en voz baja Miller.
— Dime por favor que ese sujeto no era el más fuerte de todos— exclamo con preocupación Kaneda.
La lluvia de disparos hacia Kaworu empezó, este solo se rió de manera leve y levanto la cabeza, observo a cada uno de los soldados o al menos en dirección donde estos se encontraban mientras los disparos que estaban próximo a impactarle se desvanecían.
— Eso no volverá a funcionar— Kaworu chasqueo los dedos de su mano izquierda en dirección a ellos mientras su mano derecha volvía a la normalidad y los tentáculos regresaban a su cuerpo. Un fuego verde se dirigía hacia los soldados cuando un muro surgió a frente a ellos recibiendo el impacto del fuego— Tanto deseas tener el mismo destino del shinigami— Exclamo Kaworu mientras giraba a la izquierda mientras su mano derecha hecha puño se dirigía a impactar contra algo o alguien pero impacto contra un puño de concreto, destrozando el puño de concreto en un segundo. Se dio la vuelta rápidamente cuando vio a Havok frente a él, a arma alquímica impacto en el ante brazo derecho de Kaworu.
— Impresionante, veo que eres un estratega completo aunque eso no te servirá.
Havok rápidamente dio un salto hacia atrás, los tentáculos salieron de la espalda de Kaworu y se dirigieron hacia el agente quien bloqueo el primero golpeándolo hacia la derecha con el arma alquímica y a la izquierda con el siguiente, luego salto sobre el tercero y esquivo el ultimo moviéndose hacia la izquierda, corrió donde Kaworu quien había convertido sus dos manos en dagas.
— Mierda claramente solo te estas divirtiendo conmigo— Exclamo con algo de cabreo y resignación Havok.
— En eso te equivocas porque vas a morir — El brazo izquierdo choco con la arma alquímica mientras derecho solo rozo el lado derecho del abdomen de Havok.