La Esperanza De Volver A Vernos

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—¿Segura de que podrás cuidar a Delphine tu sola este sábado, Emma?

—Bastante segura. —Respondió mientras terminaba de acomodar algunos de los platos que usarían en el desayuno. —Si tengo algún problema siempre puedo acudir a la señorita Marilla. —Agregó.

—En ese caso yo iré con el doctor y tu, Bash, iras con el ministro para preparar el funeral. Y hablar con los amigos de Mary. —Antes de que pudiera terminar de hablar, la pequeña Delphine empezó a hacer unos pequeños ruidos, Gilbert la dejó en su pequeño moisés después de haberla cargado por toda la casa. —¿Hora de tu siesta? — Preguntó sin esperar una respuesta al mismo tiempo que jugaba con la pequeña bebé.

Bash se acercó a la niña y pasó una mano por su rostro con ternura, sin embargo no hizo nada más. Emma miró a Gilbert con tristeza, desde la muerte de Mary, Bash estaba serio. No lloraba, no gritaba, apenas comía. Y eso tenía preocupados a ambos amigos.

—Estoy bien. —Insistió Bash.

—Bueno—Cambió de tema Gilbert. —Al menos come algo, juro que... casi es comestible.

Después de eso el desayuno transcurrió en silencio.

                                 °°°°°

—Tienes la energía de una bala pequeña Delphine. —Comentó Emma con pesar al ver que la bebé aún no mostraba señales de estar cansada.

Llevaban ya un buen rato solas en aquella pequeña casa, Gilbert y Bash se fueron en el primer tren de la mañana. Emma trataba de entretener a la pequeña con juegos y siestas pero la verdad es que ella ya estaba más cansada que Delphine.

—En verdad no entiendo como Marilla te cuida tan seguido. Creo que necesitaré ayuda.

Al terminar de acomodar unas cosas, Emma y Delphine se dirigieron a Green Gables con la esperanza de que Marilla pudiera ayudarla un poco.

—Se que puede llegar a ser una pequeña tormenta.—Concordo Marilla luego de que Emma le dijera que no podía hacerla dormir.

—Se parece tanto a Mary, también era difícil que ella se quedara quieta. —Recordó Emma con alegría.

—¿Oh qué es esto? No te metas eso a la boca. —Regañó Marilla a la bebé. La señorita Cuthbert había entrado a la despensa con Delphine en busca de algo mientras Emma terminaba de sacar la harina.

Al salir, la niña comenzó a impacientarse y le jalaba el pelo a Marilla.

—¡Mi cabello! —Se sorprendió la adulta, llamando la atención de Emma quien en un descuido soltó la bolsa de harina y cayó al suelo.

—¡Delphine! No hagas eso. —Emma tomó a la bebé en brazos tratando de tranquilizarla, cosa que no funcionó.

—¡Que desastre! —Caminó la señorita Cuthbert a donde la harina estaba desperdiciada en el suelo sin fijarse en los biberones que arrastró tirandolos de la mesa.

Emma y Marilla se quedaron viendo el desorden sin terminar de creerlo, Delphine seguía haciendo ruiditos sin darse cuenta de nada.

—Habrá que ir a la tienda a comprar más cosas. —Señaló Marilla.

—Podemos ir Delphine y yo, Marilla.

—Creo que mejor voy yo con la niña y tu puedes tratar de limpiar esto.

Emma estuvo de acuerdo, quería ayudar lo más que pudiera, después de todo había sido ella quien llevó a la bebé a Green Gables y se sentía algo culpable por los problemas que habían causado.

                                 °°°°°

La noche llegó demasiado rápido en Green Gables y sin que Emma se diera cuenta era de noche. La señorita Marilla sugirió que esperara a Gilbert y Bash en lugar de caminar por el bosque sola con una niña.

Bash y Gilbert llegaron unos minutos después y parecían un poco sorprendidos de verla ahí. Pero la sorpresa mayor era de Emma el darse cuenta del estado del mayor de sus amigos.

Cuando volvieron a la casa Blythe, Emma sólo pensaba en dormir, Delphine sin duda tenía demasiada energía. Gilbert y ella terminaba de acomodar unas cosas en la cocina, más Gilbert que Emma pues la castaña estaba sentada haciendo compañía. Bash se había ido a dormir con la bebé y ninguno de los dos amigos presentó quejas sabiendo que el adulto debía de estar agotado.

—Así que al final si tuviste algo de ayuda. —Remarcó Gilbert al recordar que la señorita Cuthbert parecía muy cansada cuando ellos llegaron.

—La tuve, pero creo que rompí a Marilla. En definitiva ninguna de las dos está lista para cuidar un bebé, a mi me falta experiencia y a ella le sobran años. Sin ánimo de ofender. —Añadió la castaña con gracia mientras veía a Blythe ir y venir de un lado a otro.

Gilbert dejó salir una carcajada suavemente después de poner unos platos en el lavadero.

—Supongo que con los años aprenderás.

—Supongo que si. —Respondió con una sonrisa.

                                 °°°°°

El tiempo complementaba perfectamente el estado de ánimo de los asistentes al funeral, estaba nublado y hacía viento pero no uno agradable sino de aquellos en los que estar afuera era un suplicio.

El ministro recitaba las palabras y todos escuchaban sin hacer ningún ruido, Bash cargaba a Delphine quien sorprendente mente estaba tranquila y Emma se mantenía a su lado, junto a la castaña estaba Gilbert mirando hacia el piso.

Anne se acercó a dejar una flores en la tierra recién removida a pesar de que le había insistido a Emma que las dejara ella. La chica se había negado a las peticiones de la pelirroja, sentía que sí colocaba las flores se hecharia a llorar y era lo que menos necesitaban quienes estaban ahí.

Luego de la ceremonia todos se dirigieron a la casa de Gilbert. Anne y Diana hablaban con Emma en un noble intento por distraer a su amiga, Blythe se había perdido de su vista en el momento en que llegaron y Bash ni siquiera se había animado a entrar. El de piel oscura estaba sentado en las escaleras al pie de la puerta como si esperara a algo... o a alguien.

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Nota de autora:

¡Hola! Quiero disculparme por ausentarme mucho tiempo y también se que no es martes ni miércoles, así que perdonen.

En otras noticias empezaré a dedicar algunos capítulos, no todos sólo los que más me gusten. Si quieres que te dedique uno puedes pedirmelo en un comentario aquí.

Por favor, voten y comenten. Me alegra saber que les gusta la historia y me impulsan a continuar.

Les quiere.
-Una Lectora Compulsiva

Part of Your Sky (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora