Part of Your Sky (En edición)

Un Cambio Brusco Y Profundo

Silencio.

No era agradable, ni placentero de ninguna forma. Pero tampoco era completamente incómodo, así eran las entre Emma y Gilbert aunque ambos lo negaran.

Emma trataba de olvidar el hecho de que su amigo, antes su novio, estaba por casarse con otra chica. No, con una mujer. ¿Cómo culparlo? ¿Quién en su sano juicio la elegiría a ella cuando podía tener una mujer como Winniefred?

Bash hacia lo que podía para que el ambiente en casa se sintiera reconfortable para todos, pero fuera de esas paredes no había forma de que los dos amigos volvieran a ser los de antes. Ninguna forma.

El camino a la escuela fue silencioso, como todos los días. No hablaban más que de la tarea y ese tipo de conversaciones no son largas a no ser que tengas alguna queja. Por lo que mucho antes de llegar a la construcción se habían quedado sin palabras.

A pesar de que ellos estaban callados, el mundo a su alrededor se mantenía en movimiento, o al menos eso parecía hasta que encontraron la escuela hecha cenizas. Pocas cosas se conservaban en pie, la mayoría de metal.

La respiración de Emma se corto y por un momento le pareció que todo había quedado en verdadero silencio. La señorita Stacy se encargó de sacarla de su trance al contar los objetos y notar la ausencia de uno.

-La imprenta no está.

Emma y Gilbert se colocaron junto a Anne que estaba anonada, las lágrimas eran visibles en los ojos de ambas.

-La imprenta no se levantó y se fue por sí sola. -Obvió Blythe.

Los murmullos no se hicieron esperar provenientes de los jóvenes que iban llegando y veían el terrible panorama.

Moody y Charlie comenzaron a especular lo que pudo haber sucedido hasta que Anne hizo una insinuación.

-¿A qué te refieres? ¿Alguien lo hizo?

-No lo dudo, pero ¿quién?

-Aquellos a los que desafiamos. -Contestó Emma con un hilo de voz.

-Tenemos que hacer algo. -Sugirió alguien.

-Ya hicimos algo y esto fue lo que pasó. -Replicó Ruby con molestia. Anne se echó la culpa por lo que había pasado.

-No es culpa de nadie. -Aseguró Miss Stacy. - Es culpa de las mentes cerradas. No sabemos que pasó y nunca lo sabremos pero no dejaremos que nos acallen. Sí, este es un vil y cobarde acto, pero es prueba de que causamos un impacto. Los felicito. Ahora deben concentrarse en su futuro y no en este acto de... cobardía.

Emma sonrió con las palabras de su maestra, Ruby la abrazó en un intento de calmar sus sollozos y ella lo correspondió. Raro ya que normalmente era la pequeña la que necesitaba consuelo.

Anne no parecía compartir los pensamientos de su maestra, salió corriendo claramente a casa de la señora Lynde. Miss Stacy condujo a todos a su casa para que pudieran seguir estudiando para sus exámenes de Queens. Sin embargo, era verdad que la concentración no estaba al máximo luego de los recientes eventos. Emma, Anne y Gilbert discutían lo injusto de la situación para todos.

-Debo decir que fue emocionante ver un cambio en la señora Lynde. -Mencionó Anne con orgullo.

-No lo dudo. -Concordó Gilbert. -Emma, ¿me prestas tu pluma?