Part of Your Sky (En edición)

Charlotte Town

Gilbert y Emma caminaron al establo en busca del caballo de Blythe, Emma no pudo evitar recorrer el lugar con la mirada. Sabía que se veía tonta, era un establo normal, pero ella jamás había estado en uno antes siendo una chica de ciudad. Mientras sus ojos pasaban por las sillas de montar se fijó en un pequeño trocito blanco atorado entre la madera de las paredes. Acercándose se percató de los trazos en la hoja y la desatoró con cuidado para evitar romperla. La terminó de desdoblar y la leyó con susurros.

Gilbert Blythe:

No sé si llegues a leer esta nota algún día ya que habías dicho que no regresarías, pero en el caso de que los hagas escribo para avisarte que Matthew y yo decidimos llevar a tu caballo a Green Gables para facilitar su cuidado.

Es un maravilloso corcel, se ha comportado de maravilla durante todos estos días y es muy inteligente, supo inmediatamente que íbamos a adoptarlo.

Atentamente

Anne Shirley-Cuthbert

P.D. Tengo una nueva pluma con la que estoy encantada, no podía esperar para usarla.

Anne Shirley-Cuthbert. Emma no pudo evitar la ligera molestia que la recorrió al leer el nombre del remitente, justo cuando iba a hablar en voz alta Gilbert caminó hacia ella por detrás dándole un pequeño susto. Su amigo tenía una cara de preocupación y murmuraba algo entre dientes, sus cejas se arquearon cuando la vio con una nota que anteriormente no estaba en su posesión y una expresión en su rostro que el joven interpretó como confusión.

—¿Qué es eso? —preguntó curioso. La molestia de Emma se tornó en vergüenza al verse atrapada leyendo una nota que definitivamente no iba dirigida para ella.

—Lo siento, es que vi un papel atorado en la madera y cuando me fijé que había algo escrito comencé a leerlo sin darme cuenta. Es para ti de la señorita Shirley-Cuthbert—. Extendió la nota hacía él.

—No te preocupes, no pasa nada—. Gilbert inmediatamente comenzó a leer la nota y Emma decidió que sus zapatos se veían muy interesantes en ese momento—. Iremos a Green Gables, la familia Cuthbert fue muy amable al cuidar de mi caballo.

Salieron del establo muy a pesar de Emma, estaba congelándose ahí afuera, lo único que quería era regresar a la casa y meterse en las cobijas. Sabía que no podía hacer eso, Blythe estaba siendo extremadamente generoso con ella y con Bash al dejarlos quedarse en su casa y era su deber ayudar lo mayor posible para ganarse su estadía, Bash iba a trabajar en la granja así que ella tenía que buscar otras formas de poner su parte. Blythe miro de reojo a Emma y el movimiento de sus manos llamó su atención, Emma no tenía guantes y sacudía sus manos de tiempo en tiempo para recuperar calor. Gilbert se quitó sus guantes y se los tendió.

—Está bien, no tengo frío— mintió Emma.

—Yo tampoco, ¿qué te parece si yo me quedo con uno y tú te pones el otro?

Emma asintió y tomó uno de los guantes, se lo puso en la mano derecha, Blythe que estaba a su lado izquierdo se lo puso en la mano derecha. Gilbert tomó su mano y empezó a hacer círculos en su palma. La chica lo miró confundida.

—¿Qué crees que haces, Blythe?

—Caliento tu otra mano—. Contestó simple mientras se encogía de hombros.

—En ese caso yo también debería tomar tu otra mano—. Respondió Emma que por algún motivo se había puesto a la defensiva.

Gilbert soltó una carcajada al imaginarse a ambos tratando de caminar en mientras formaban un círculo.