Primer Día de Clases

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Al día siguiente Emma se despertó nerviosa, finalmente iría a la escuela como le había prometido a Gilbert la noche anterior. Blythe había programado una especie de horario de comidas en la cual a todos les tocaba cocinar a diferentes horas. Ese día Bash hacía el desayuno, por lo tanto ni Gilbert ni ella tenían que levantarse aun. Pasados unos minutos Blythe se levantó seguido por Emma, entre ambos se organizaron y acomodaron las "camas" y se pasaron las cosas el uno al otro. En menos de cinco minutos estaban listos, solo les faltaba cambiarse.

-Hacemos un gran equipo.

Gilbert le extendió el puño para que ella lo chocara. Emma sonrió al recordar que su hermano también hacía esto. Chocaron puños y Gilbert salió para cambiarse en el baño. Emma sacó su vestido color crema, el mismo que había usado el día anterior. Se lo había puesto pero batallaba para abotonarselo, Gilbert entró en la habitación ya cambiado y se detuvo en cuanto vio que aun no tenía el vestido completamente puesto.

-Lo... lo lamento, pensé que ya estabas cambiada.

Emma rió suavemente mientras se daba la vuelta quedando cara a cara.

-Ya estoy cambiada, pero necesito un poco de ayuda con los botones.

-Claro.

Gilbert dejó su pijama perfectamente doblada sobre la cama y tomó ambos extremos del vestido rozando sin querer la piel de Emma. Emma sostuvo su vestido por enfrente para que no se resbalara, sintió como una corriente le recorrió por todo su cuerpo al sentir el rose. Después de abotonar su vestido ninguno de los dos se alejó, sin saber muy bien por qué. Emma se movió lentamente para quedar frente a frente nuevamente.

-Deberíamos bajar.

Gilbert asintió y abrió la puerta dejando a Emma bajar primero, el olor a comida inundó sus fosas nasales. Bash estaba de espaldas a ellos cocinando huevos. Volteó a verlos sonriendo y Emma rió al verlo usar un delantal.

-¡Hey! Que bien que si vayas a la escuela.

Sirvió los platos y comenzaron a comer. El desayuno fueron mas que nada bromas hacía Emma y su vestido del mismo color que su piel, cuando ya tenían que irse Emma empezó a sentirse nerviosa.

-Emma no es necesario ir, podemos quedarnos aquí.

-Tranquilo Blythe, Emma jamás se echa para atrás, ¿o si?

-Bien jugado Bash, apelando a mi ego, muy bien jugado.

Los tres rieron y acomodaron los platos limpios, Emma y Gilbert recogieron sus cosas y salieron de la casa. Bash los despedía desde la puerta.

-Crecen tan rápido,  un día están apaleando carbón y al siguiente van a la escuela. ¡Váyanse por la sombra!¡Emma no hables con extraños, ano ser que sean extraños que Blythe conozca!

Ambos rieron por las palabras del adulto, Gilbert se despidió con la mano mientras Emma le grito un adiós desde lejos. El trayecto fue rápido pues ambos reían de su amigo, fue cuando llegaron al camino de los enamorados, como los alumnos en Avonlea le llamaban a los terrenos de la escuela, cuando Emma se frenó y tomó la mano de Gilbert.

Blythe volteó a verla confundido. Pensó por segunda ocasión en la semana que tal vez debieron quedarse en casa.

-Emma, no tenemos que hacerlo si no quieres.

-No, está bien. Sería tonto regresar ahora, además Bash tiene razón ya soy todo un hombre.

Gilbert rió y tomados de la mano caminaron hacia la entrada, debido al frío Blythe supuso que todos estaban en la pequeña aula. Él abrió la puerta para Emma y entraron, Gilbert le explicó en dónde se colocaban los abrigos y cómo se distribuía el aula en niñas y niños. Emma dejó su abrigo en un perchero vació esperando que no fuera de nadie. Gilbert dejó sus cosas rápidamente para regresar a su lado.

Part of Your Sky (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora