Especial - Delphine

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Emma terminó el trabajo que estaba a su cargo, caminó hacia los chicos que estaban discutiendo la forma correcta de acomodar una tabla.

-Ya acabe.

Sacudió sus manos y las limpió en su ropa. Llevaba puesto un pantalón y una camisa de Gilbert. Avanzó por la tierra hasta llegar a los chicos. Gilbert sonrió al verla a su lado.

-¿Puedo ayudar en algo más?

Bash también volteó a verla pero no sonrió, se veía desesperado. Desde hace días el y Blythe trataban de reparar una rueda del carruaje y no podían.

-A no ser que puedas convencer a Blythe de que no se ajusta así, no creo que puedas hacer más.

Gilbert rodó los ojos sin dejar de sonreír, Emma negó con la cabeza.

-No creo poder ayudar en eso, Gilbert es tan terco como tu Bash.

Blythe llevó su mano derecha al pecho y fingió dolor, puso una cara de tristeza que parecía más como si algo dentro de su ropa lo molestara.

-Se ponen de acuerdo en mi contra.

Emma sonrió acercándose al chico, con una mano en su hombro se apoyó y deposito un beso en su mejilla.

-Gracias a Dios vas a ser doctor y no un actor.

Finalmente el mal humor de Bash se fue dejando salir una carcajada, después de hablar durante unos minutos llegaron a la conclusión de que Emma no podía ayudar en nada más así que la castaña se dirigió a la cocina para ayudar a Mary. Entró en la casa luego de haber limpiado sus botas y saludó a la mujer.

-¡Hola! Huele delicioso, ¿necesitas ayuda?

Mary se dio la vuelta con una sonrisa en su rostro, Emma no pudo evitar llevar sus ojos hacia el estomago agrandado de la adulta. Tenía ocho meses de embarazo, en cualquier momento daría a luz. Mary se sentó cuidadosamente en una de las sillas del comedor mientras soltaba un suspiro.

-Si pudieras encargarte de la sopa te lo agradecería muchísimo. Necesito dormir un poco.

-Claro, no te preocupes no dejare que Gilbert se acerque a el fuego.

La última vez que el chico trató de ayudar en la cocina un trapo pagó las consecuencias, y también apagó el fuego. Emma se acercó a la estufa colocándose un mandil, Mary le dio unas cuantas instrucciones y le dijo que estaría en el cuarto si necesitaba algo. Cuando finalmente llegó la hora de comer llamó a su amiga y a los chicos, cada quien se sirvió y la cena se llevó a cabo en un ambiente de paz y confianza.

Bash y Mary se despidieron, Emma y Gilbert se quedaron para recoger la mesa.

-Gracias por ayudar a Mary, me preocupa que este haciendo demasiado.

-Yo la veo lo suficientemente capaz de seguir cocinando, además sabes que ella jamás dejaría de hacerlo. Menos después de que tu y Bash la obligaran a descansar en lugar de hacer sus tareas.

Gilbert rió mientras enjuagaba los platos, Emma se acercó con los últimos vasos en la mano y los puso al lado del chico. No estaban completamente a oscuras pero la luz de la vela apenas alcanzaba para que pudieran verse bien. Emma se abrazó a su espalda, Gilbert fingió molestia.

-No me gusta que me abraces mientras lavo platos.

Emma sonrió con su rostro en la camisa del chico sin soltarlo.

-Sabes que si, te encanta hacerte del rogar.

En un movimiento rápido Gilbert se volteó para quedar de frente a la chica, abrazó su cintura aun con las manos mojadas. Emma chilló un poco al sentir las manos frías a través de la ropa.

Part of Your Sky (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora