Un sábado por la noche, que venía de cuidar a los hijos de los Stevenson, los vecinos de arriba. Llegando a la puerta del departamento, escuche gritos y llantos dentro del departamento.
Me dolió, pero sabía que ella no me dejaría intervenir.
Así que salí por una ventana del pasillo y entre a mi cuarto por las escaleras de incendio.
Ya en mi cuarto escuche con más claridad el escándalo, viene de la sala, y como es de esperarse Peter esta borracho, pero esta vez sus gritos se escuchan más serios, y el llanto de mamá parecía de terror y desesperación.
En un momento hubo un silencio y se escuchó un vidrio romperse, al escuchar eso decidí abrir un poco la puerta para ver que ocurría. Veo a Peter llorando con un arma en la mano.
-Me engañaste, te acostaste con ese imbécil, ¿verdad maldita zorra?- Le grito, con veneno en cada palabra.
-N-no, claro q-que no, y-yo nunca te he engañado c-con na...-Dijo ella tartamudeando con un hilo de voz, pero se vio interrumpida.
-No me mientas perra- Le dijo él.
Y lo siguiente paso en un abrir y cerrar de ojos, mi madre, esa única persona que hacia mi existencia soportable, estaba tirada en el suelo con un disparo en la cabeza y un charco de sangre alrededor de esta.
El muy hijo de puta le había disparado, la había matado.
Quería llorar, gritar, tirármele encima a ese imbécil... pero no podía, estaba paralizada, mi cuerpo no reaccionaba, ni siquiera podía parpadear viendo el cuerpo inerte de mi madre en el piso de la sala y el charco del líquido rojo y espeso hacerse cada vez más grande.
Al cabo de minutos, que fueron horas para mí, reaccione salí del cuarto dispuesta a hacer todo lo que mi ira, desprecio y rencor me dictaban que le hiciera, pero cuando me acerque lo suficiente, se dio cuenta de mi presencia, me agarro de los brazos, inmovilizándome frente a él.
-¡SUELTAME!- Le escupí con rabia. Pero no me soltó y en su cara se formó una sonrisa burlona.
-Creo que también te matare, así acompañaras a esta zorra- dijo señalando al cuerpo tirado en el suelo con desprecio y asco- en el infierno.
Forcejeé con todas mis fuerzas, hasta trate de darle una patada en sus asquerosas bolas pero no pude.
En definitiva él había perdido la razón por la ira. Y el alcohol no ayudaba. Ahora entendía porque ella quería que me mantuviera al margen en sus discusiones. Y mi madre pago las consecuencias por eso, pero yo también las pagaría y no había nada que hacer en ese momento.
Mientras hacia otro intento para liberarme, me puso de espaldas a su pecho y pasó su brazo alrededor de mi cuello y solo sentí el objeto de metal en mi cabeza.
El arma
Deje de moverme y escuche como le quito el seguro
-Hasta aquí llego mi vida, no era perfecta, pero era mía. Moriré aquí en este lugar que me causó dolor y tiempos amargos al igual que buenos recuerdos, que, ahora, solo serán eso, recuerdos.- Pensé en ese momento mientras lagrimas se acumulaban en mis ojos nublando mi mirada.
Cerré los ojos y espere el disparo que acabaría con mi oportunidad de salir adelante junto a mi madre... en el futuro. Y cuando cayó una lagrima por mi mejilla, escuche un fuerte golpe proveniente de la puerta.
-¡ABRA EN ESTE MOMENTO, ES LA POLICIA!- Gritaron del otro lado de esta.
Peter volteo hacia la puerta sin soltarme. Estaba casi asfixiándome con su brazo.
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Protección de testigos.
NezařaditelnéUn aclaramiento de garganta me trajo de vuelta de mis pensamientos, y me di cuenta de que los policías ya estaban frente a mi. -Joven, ¿usted fue testigo del asesinato?- Preguntó el que, según su placa, era apellido Cardenas. -Si, ¿porque?- Contesté...