Protección de testigos.

Capitulo 4

1 mes después.

Un mes ha pasado desde que me aleje de aquel apartamento donde ese imbécil acabo con la vida de mi madre.

Resumiré lo que ha pasado en ese tiempo

Después de despedirme de Charlie y Lucí, llegaron Cárdenas y Smith y, después de un último abrazo, me adentre en la patrulla. Dándole una última mirada al lugar que me vio crecer.

Al llegar a la estación de policía, después de hacer la denuncia y de decirles todo lo que vi.

Omitiendo lo de la amenaza.

Me dijeron que me llevarían a un lugar, lo más alejado posible, el cual estaría en el lado oeste de Seattle. Me asignaron un nombre diferente. Básicamente otra identidad donde, "Amanda Patterson", ya no existe. Mi nuevo nombre es Victoria Williams y soy de Tampa, Florida.

No me queje, ni tampoco puse resistencia, porque esa era la mejor manera de evitar que Peter me encontrara y de que dejara a Charlie y Lucí en paz.

Los oficiales responsables del caso, dijeron que lo más seguro es que él las ha estado espiando o buscando indicios de mi paradero cerca de ellas. Pero que no me preocupara porque habían enviado oficiales a custodiarlas las 24 horas.

Ahora vivo en un departamento unipersonal, el cual paga el estado hasta que pueda auto sustentarme. Esta cerca de una estación de policía, donde puedo acudir a ella por cualquier emergencia.

El departamento es... acogedor, si esa es la palabra.

Está en el piso 6, mide 10 metros cuadrados aproximadamente, es de color crema intercalado con café oscuro, cerámica blanca y tiene una gran ventana que da vista a la calle. Un dormitorio con una cama matrimonial, un armario pequeño en la pared, un espejo donde me puedo ver de cuerpo entero y dos ventanas, una a cada lado de la cama.

La cocina es pequeña, pero perfecta para mí, un pequeño refri, una alacena colgada en la pared de 3 puertas, una plantilla eléctrica (estufa), el fregadero con una pila de aluminio y una pequeña barra, que utilizo como mesa, con 3 bancos a un lado y sirve para separar la cocina de la sala.

La sala consta de un sofá grande y uno pequeño al lado, una televisión pequeña Panasonic de esas viejas y esta sobre un librero frente a los sofás y en medio una alfombra redonda de colores opacos.

No es mucho, pero más que ideal para mí.

Siempre me han gustado los espacios pequeños.

Me dan un aire de privacidad e independencia.

Aunque algunos crean que este tipo de vida es muy solitaria, a mí me encanta.

Y se preguntaran, ¿Cómo logro sobrevivir?

Bueno, también me consiguieron un trabajo en una cafetería cercana de la "zona segura", como le llaman ellos. Dicha zona abarca 5 cuadras alrededor de la estación de policía.

Trabajo como cajera.

Y me pagan bastante bien la verdad, 50 dólares la semana por un tuno de 7 a.m. a 3 p.m. Y las personas con las que trabajo son amables, aunque me limito a saludarlos y hacer mi trabajo.

Del funeral de mi madre me entere por los periódicos, donde en la sección de sucesos, relucía su muerte como crimen pasional y mencionaba que el alcohol estaba en medio de toda la situación.

Lo cual era más que verdadero.

Prácticamente tuve que rogarles para poder conseguir el permiso de salir de la "zona de seguridad" y además tuve que ir de incógnita como medida de seguridad, pero logre ir.