❝ Incluso si jamás nos hubiésemos encontrado, siempre llevarías mi corazón contigo. ❞
Camila está enamorada de su vecino y compañero de clase, Shawn. Conseguir enamorarlo ha sido su objetivo desde siempre pero cuando Luke aparece en su vida junto...
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— Amo los libros nuevos — dice Alessia, enterrando su nariz en uno.
Estamos en la biblioteca, Alessia no quería estudiar sola sus líneas y yo una excusa para no hacer mi tarea.
— Si no logro entrar a la universidad, abriré una librería. — empiezo a hacer rayones y garabatos en una hoja en blanco que minutos antes me ha dado ella.
— No seas negativa, entrarás a la universidad — recarga su cabeza en mi hombro.
— No soy negativa, soy realista — bufa y se levanta a verme con el ceño fruncido — En serio, Alessia ¿no has visto mis calificaciones? Soy una inútil para el estudio.
— Yo te ayudaré en los próximos semestres, Mila. — sonríe mostrando sus dientes — Pero, debes empezar a creer en ti. ¿Qué no le dijiste a Mendes que confiase en él? — asiento — Bueno, entonces, ahora es tu turno de hacerlo.
— Como sea, debo buscar mi vieja grabadora para hacer los dichosos efectos.
— Cuándo la encuentres, llámame y te ayudaré ¿de acuerdo?
— De acuerdo.
— Por cierto, ¿ya no hablaste con Mendes? — niego.
Al día siguiente de regresar juntos a casa, la profesora se ha llevado a todos los que actuarían así que me había quedado sin poder apreciar a Shawn y sin tener a Alessia para cubrirme al dormir en clases.
¿Saben lo difícil que fue convivir con un Calum molesto?
— ¡Calum, la puta madre, deja de lanzarme arroz! — exclama Luke.
— Tú tienes la culpa, ¿por qué le dijiste a Alba que hago trampas en los exámenes?
— Porque es la verdad, imbecil — lucho con la tapa de mi jugo puesto que no puedo abrirla y Calum vuelve a lanzar otro grano de arroz a Luke.
— ¿Y? — chilla mientras se pasa una mano por el cabello — Ella no tenía que saberlo.
— ¿Por qué no? — pregunto y él me da una mala mirada.
— Dime, Cam, si pudieses hacer que Peter jamás descubra que duermes en clase y lees novelas eroticas ¿lo harías? — Luke ríe y abre la caja de jugo para mí.
— Nah, de todos modos no es tan malo. — digo y él hace a un lado su bandeja.
— Los odio, no son mis amigos hasta que el timbre de las diez suene. — se levanta y camina hacia la salida