❝ Incluso si jamás nos hubiésemos encontrado, siempre llevarías mi corazón contigo. ❞
Camila está enamorada de su vecino y compañero de clase, Shawn. Conseguir enamorarlo ha sido su objetivo desde siempre pero cuando Luke aparece en su vida junto...
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Luego de dos semanas de haber presentado mi examen de admisión a la universidad y el final, corro hacia la casa de Shawn para festejar junto a él que obtuve 564 en el examen final del instituto.
— ¡Shawn, obtuve 564! — grito emocionada, mi ceño se frunce al ver detrás de él su casa completamente sola y en silencio. — ¿Estás solo?
— No puedes robar nada.
— ¡Oye! Yo no pensaba en robar, sólo pensé que podrías invitarme a tomar una taza de té.
Sonríe y sale de casa, cerrando la puerta tras él.
— Vamos.
— ¿A dónde?
— ¿No querías un poco de té?
Estoy segura que mi sonrisa es más grande. Bajo rápido las escaleras y una vez que salimos del edificio me dispongo a cuestionarlo.
— ¿Iremos en una cita? ¿Por qué?
— Si sigues me iré, Camila. — hace el amague de irse.
— Ya, ya. ¿A dónde me llevas?
— A donde sea.
— ¡Vayamos por una malteada, entonces!
— Eres muy grosera, ¿sabias? — mi rostro de confusión hace que siga hablando, — No preguntaste por mis resultados.
— ¿Quieres que pregunte? Puedo hacerlo si me lo pides.
— Te tardaste en preguntar, ya no vale.
La mesera del lugar nos trae nuestras malteadas, disfruto de la mía de plátano. Shawn al beber de la suya hace un gesto de desagrado y curiosa pregunto la razón.
— Es muy dulce. — empuja el vaso hacia mi y la pruebo, es de sandía.
— Es deliciosa, ¿cómo no te gusta?
— Las bebidas que venden aquí son hechos con agentes artificiales. — la mesera en una mesa cercana nos lanza una mala mirada.
— Shawn, — susurro, — presiento que algún día te patearan el trasero.
— Si, después de la patada que me diste no hay nada que me afecte.
