Historias MinaKushi || Naruto Shippuden

33. El hombre perfecto

Sumario: JAJAJA, solo lean, les prometo que vale la pena.
Tipo: One-Shot
Clasificación: Apta para todos.

(N/A): Cuanto vean un puntito así "•" regresen a ver la imagen del multimedia, porfa akuwjds.

Minato, Kakashi y Rin estaban impacientes esperando a Obito, quien ya tenía la conocida costumbre de llegar tarde a cada reunión de equipo. Precisamente ese día en el que podían tomar un descanso de las misiones difíciles que les eran asignadas por el Tercero, al revoltoso niño se le ocurría llegar más tarde de lo normal, y solo por empatía hacia el Uchiha, todavía no se retiraban del lugar hasta lograr avisarle.

—¿No deberíamos irnos ya? Sería bueno darle una lección.— decía en un bufido Kakashi.

Tanto su alumna como él suspiraron pesadamente, tal vez el Hatake tuviese razón en estar enfadado, no era la primera vez, y Obito no daba señales de llegar ni por casualidad. Antes de que se le respondiese algo, una voz escandalosa apareció a interrumpirlos.

—¡Lo siento por la tardanza!— los tres pares de ojos posaron su vista en el chiquillo que llegaba hasta ellos con rapidez.

—¡Ya era hora!— volvió a quejarse el peliplata. Obito rascó su nuca.

—¡Ya dije que lo siento, Kakashi!— espetaba de mala manera.— Además, fue por un buen motivo.

Rin los calmó al interceder en la conversación.

—No importa, de todas maneras, hoy tenemos día libre, ¿no es así, Minato-sensei?— soltó con alegría, disipando los pleitos de sus compañeros.

Minato asintió, con una sonrisa. Le gustaba estar con su equipo, eran unos maravillosos alumnos en su opinión, pero amaba estar con su esposa también. Así que un día entero dedicado a ella no le parecía una mala idea en absoluto.

—Es verdad.— fue lo único que contestó, no tenía idea sobre qué más debía decir.

Obito mostró una sonrisa de oreja a oreja.

—En ese caso...— buscó algo en su mochila, sacando una revista delgada y de portada llamativa.— ¡Miren esto!

Los otros tres observaron curiosos lo que mostraba el pelinegro. Lo que decía el titular era algo así:

«¡Lo que usted debe tener para ser el hombre perfecto e irresistible para las mujeres!»

Rin formó una "O" perfecta con su boca, soltando un suspiro de asombro. Kakashi, a pesar de tratar de parecer indiferente con el tema, también miraba con interés. Y Minato... Minato solo pensaba en esas palabras. ¿Cómo saber que era el hombre ideal de su esposa? ¿Y si estaba haciendo algo mal y Kushina no le decía nada por no lastimar sus sentimientos? Tragó grueso. Por primera vez quiso arranchar esa revista de las manos de su alumno y hojearla un poco.

Se contuvo como pudo. Un coloreo rosado tenue invadió sus mejillas.

—¿Y si lo leemos, y Rin confirma si es verdad?— propuso el Uchiha, con sus ojos ébanos capaces de convencer a cualquiera.

La Nohara parecía estar de acuerdo, una afirmación calmada salió de los labios del más fuerte de los genin bajo su cargo. Solo faltaba él. Ante el silencio expectante de su respuesta, asintió levemente, no muy convencido, aunque ya no importaba, pues su curiosidad había ganado.

—¡Bien!

Obito abrió con una lentitud estúpidamente estresante en esos momentos para él. Unas gotitas de sudor viajaron por su cien.