Obsesión.[Henry Bowers]©

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❝Puedes romper mi corazón en dos
Pero cuando sane, latirá por ti❞

—No puedo creer que seras la cita de ese idiota, no es de confiar—Habla Dave sentando en mi cama, mientras yo me veía en el espejo, me había puesto un enterizo, no había traído vestidos, porque claramente no tenia planeado  tener citas. Aunque no era una cita real.

—D, no es una cita— Volteo a verlo— Es un plan para encontrar a Henry, lo sabes. ¿Como me veo?

—Increíble, como siempre— Sonríe— De igual manera, no dejare que salgas sola con ese psicópata. 

Yo reí por como se refirió a Nate. 

—Los perseguiré sin que el se de  cuenta.— Retomo la palabra y yo asentí, parecía buen plan.—Aparte, ¿que tan seguro es que te lleve con Henry? ¿Que tan seguro es que siquiera lo conozca?

—Es muy seguro que lo conoce, porque dijo Bowers sin que nosotros lo dijéramos antes— Respondí, parece que no pudo argumentar nada ante mi lógica porque solo quedo callado y se recostó en la cama.

Dave me recordaba en cierto modo a Richie, con él sentía que lo tenia a mi mejor amigo cerca, se que falta poco para volver a verlos, extraño muchísimo las bromas de Richie, los retos de Stan y Eddie, las salidas en bici con Bill, ir a nadar en la cantina con Mike y Ben,  y por supuesto, nuestras pijamadas con Beverly. 

Nate me había pasado a buscar en un falcon sprint negro, me recordó al auto celeste, me recordó a Henry y a mi dando vueltas, haciendo el amor en el auto, me recordó a cuando eramos felices, realmente felices, ¿por que no todo podía volver a ser como antes, y listo? ¿en que momento las cosas se complicaron tanto?

—Bien princesa, iremos donde esta Henry, dudo que tu amigo nos vea, cuando el evento termine, te llevare con el, pero mientras tanto, fingirás ser mi cita. ¿Esta bien?— Hablo sin mirarme, mientras conducía. 

Lo mire extrañado, ¿evento? ¿el no nos vería  hasta al final? ¿donde rayos iremos?

—Esta bien— Conteste con confusión.

Estaciono el auto, en lo que parecía una calle normal, solo se encontraba un bar en una esquina, supongo que iremos ahí. 

—¿Iremos a ese bar?— Pregunte señalándolo 

—Algo así—Sonrió y tomo mi mano.

Entramos al bar, no había tanta gente, pero parecía un bar normal, no era elegante ni formal, pero no me preocupaba eso sino que, hay tan poca gente, ¿como era posible que vea a Henry aquí? Obviamente no lo esta. 

Quizás Dave tenia razón, no debí confiar en la palabra de Nate. 

Pense que Nate se iba a sentar en unas de las mesas, pero no, no fue así, aun tomado de mi mano, siguió caminando por un pequeño pasillo, pensé que era de los baños pero no, ese pasillo llevaba a una angosta escalera  la cual bajaba, como a una especie de sótano. No voy a negarlo, sentí un poco de miedo, pero quizás íbamos donde estaba Henry,  y eso es lo único que me importa. 

Aparte, se me vino los recuerdos de el club de perdedores enfrentando al maldito payaso, he peleado con un ente maligno no debería tener tanto miedo. 

—¿Que es este lugar, Nate?— Pregunte confundida una vez que terminamos de bajar las escaleras, al frente nuestro solo había una puerta negra. 

Nate no dijo nada, solo me dio una pequeña sonrisa picara y abrió la puerta, esperaba de todo menos lo que estaba frente de mi. 

Era un lugar bastante grande, gente bebiendo como si fuera una fiesta, pero no lo era, la mayoría eran hombres, algunos un tanto jóvenes, los otros adultos, las mujeres que había las podías contar con una palma de la mano. 

Todas las personas estaban amontonadas en el centro, formando un circulo, rodeando lo que parecía un ring de boxeo.

—¡Nate!— Exclama un moreno acercándose a nosotros—¿Y esta pequeña belleza quien es?— Su mirada me dio un poco de miedo, así que por inercia me coloque un poco atrás de Nate, sin soltar su mano.

—Violet, ¿no es preciosa?—Sonríe Nate soltando mi mano pero abrazándome por la cintura

—Es un gusto, Violet—Extiende su mano y con  desconfianza la tomo— Me presento, soy Scott. Me encontraras cerca de la barra, siempre, si me necesitas— guiña un ojo

—No coquetees con mi  chica— Se queja Nate y el moreno ríe

—Claro que no, amigo, me alegra mucho que traigas una muchacha, con esto se terminaran esos rumores que invento ese cretino— Sonrió y le dio un sorbo a su cerveza para luego desaparecer. 

—¿Que rumores?—Pregunte curiosa. 

Nate estaba por hablar, pero una fuerte voz saliendo de un parlante lo interrumpe 

¡Presten atención, caballeros! ¡Espero que hayan apostado bien! ¡Porque la pelea entra Andrews y Bowers  comienza!

¿Que?

—¿Dijo Bowers?—Pregunte rápido a Nate, y el asintio con la cabeza. 

Rápidamente me aleje de el, y fui hacia el ring, empujando los hombres para llegar al frente, me costo llegar, pues ellos eran gigantes y pesados, y yo era demasiado débil para empujarlos, pero pude llegar adelante de todos. 

Y evidentemente. Ahí estaba, Henry. Sonreí cuando lo vi, por fin lo había encontrado, estaba un poco golpeado, pero no como su rival, era evidente que Henry iba ganando, pero su contrincante no se la hacia tan fácil, daba golpes muy buenos. Pero parecía que Henry estaba demasiado concentrado, no le quitaba los ojos de encima,  sus ojos parecían poseídos, se podía ver que Henry golpeaba con todas sus fuerzas, desatando toda su ira. 

—¡Dios, Violet!—Me interrumpe mis pensamientos, la voz de Nate— Me has dado un susto terrible, no puedes andar  así como si nada por aquí, hay tipos peligrosos.

—Lo siento—Conteste sin sacar los ojos encima de Henry

—¿Viste? Cumplí mi palabra—Sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

—Gracias, Nate— Lo abrazo. 

—¡Henry Bowers gana! ¡Arriba sus aplausos!— La voz del arbitro interrumpe nuestro abrazo, y ahí vuelvo a poner mi mirada sobre Henry. 

Él estaba ahí, parado limpiando con su mano libre la sangre que corria de su nariz, mientras su otro brazo lo levantaba el arbitro como signo de victoria, el miraba a todos, con su tipica mirada seria sin emitir ningún sentimiento, hasta que su mira topa conmigo. 

 Y su rostro cambia por completo.