Itachi despertó con unos suaves brazos envolviendolo.
No pudo evitar sonreír cuándo se encontró de cerca el rostro dormido del bello ángel que era Nori Namikaze. Se había dormido abrazado a ella, mientras la pequeña le murmuraba que iba a velar por sus sueños, pero al parecer el cansancio también le había afectado a su bonita rubia.
Se acurrucó en el cuello de su enamorada, suspirando maravillado al sentir el suave perfume con aroma a galletas y canela que portaba, y pensó que aquello se podía asemejar mucho al aroma del hogar. Su corazón revoloteaba en su pecho, con demasiada euforia como para ser real, y es que no podía creer que era correspondido por la única persona de la cuál estuvo realmente enamorado.
Pero su paz se vió interrumpida con el sonido sordo de un teléfono sonando. Un suspiro cansado salió de sus labios y se obligó a separarse de la rubia, dejándola durmiendo en el sofá, ántes de tomar el teléfono sin revisar quién había llamado realmente.
—¿Hola?.-Preguntó con una voz algo adormecida, pero no esperó percatarse que no era su celular el que tenía entre sus manos, si no que el de Nori, pero ya era demasiado tarde y una voz enfadada sonó del otro lado.
—¿Qué hacés respondiendo el teléfono de mi hija, Itachi?.
Suprimió una maldición que se quería escapar de sus labios, pero es que de todas las personas en el mundo tenía que atenderle a su jefe, Minato, el hombre que más controlaba a su hija en el mundo.
—Mi hija está desaparecida desde temprano después de escaparse de casa, y ahora tu respondes su celular, dime que mierda está ocurriendo aquí.
—Está durmiendo.-Fue lo único que pudo decir, pero al parecer eso sonaba aún peor, puesto que se escuchó un golpe seco del otro lado, e Itachi supo que estaba bien jodido cuándo un grito cruzó sus oídos.
—¡¿Durmiendo?!¡¿Cómo que durmiendo?!.
—Minato-san, creo que será mejor que ella coma algo y luego vaya a verlo.
—¿Me estás diciendo que hacer con mi hija?.
Itachi suspiró mientras escuchaba lo terco que estaba siendo el padre de su pequeña rubia, si, era extraño que un hombre respondiese el teléfono de tu hija, pero habían trabajado juntos durante un tiempo, se suponía que debía saber que él era de confianza y no un simple muchacho más.
—Señor, ella no ha almorzado, le hará mal hablar con usted si no come algo ántes, su presión es delicada.
Explicó rápidamente recordando las veces que Nori estuvo apunto de desmayarse por falta de alimento y al parecer su padre también lo recordaba, puesto que se quedó en silencio unos largos minutos ántes de responder.
—Dile que venga a la estación de policía en una hora.
—Muchas gracias por entender.
Fue lo último que dijo, dispuesto a cortar la llamada, pero unos brazos lo envolvieron desde atrás y pudo sentir el cálido aliento en su oreja ántes de recibir un pequeño beso en la misma.
—Itachi-san, vuelve a dormir conmigo, por favor.-Exclamó la dulce rubia con un tono algo coqueto, que podía dejarlos mal a los dos, pero en realidad Nori sólo intentaba ser algo más atractiva para el mayor, cosa que le generó algo de ternura.
Pero rápidamente se percató que no había colgado la llamada y un fuerte grito se escuchó otro lado del teléfono, cosa que lo hizo terminar con la llamada rápidamente ántes se pasarle el celular a la rubia que no dejaba de plantarle pequeños besos en la mejilla.
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Poison ; Itachi Uchiha.
Fanfiction"Incluso si eres veneno, te besaré como si fuera el destino, bebé, incluso si es un final triste, sigue y sigue." Nori Namikaze es la perfecta hija del jefe de la policía, pero no puede evitar caer enamorada por el cliché del chico malo. ¿O no?. 🦋...