Harem 13 «Vharem/KookTae»

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—Espero que estés cómodo aquí —Taehyung entrelaza sus manos y le dedica una amable sonrisa —te enseñaré personalmente el palacio y puedes pedirme lo que sea que necesites. Ahora eres mi chico de compañía, así que puedes tratarme con confianza.

—Taehyung —lo llama el pelinegro acercándose a ambos —vengo a conocerlo —señala a Jungkook.

—Hola cariño —le sonríe de vuelta y mira al menor —Él es Jimin, cuidará de ti las primeras semanas y te ayudará con lo que necesites. También es parte de mi harem.

—Encantado, ¿cómo te llamas?

—Jungkook —responde en voz baja. Ni siquiera tenía palabras para describir lo precioso que era aquel chico. Sin duda seguro que todos los del harem eran chicos hermosos, por lo que él desentonaría bastante.

—Jimin, ¿podrías pedirle a los cocineros que vayan preparando la cena? —deja una de sus manos en la mejilla regordeta del más bajo y acaricia esta con su pulgar.

—Claro —a pesar de su respuesta, no se mueve ni un dedo, ya que se hallaba muy ocupado babeando mientras miraba fijamente los ojos del príncipe —¿hay algo que Jungkook no pueda comer?

—No, me gusta todo —asegura algo incómodo por la situación.

—Avisa también a mis chicos para que ya sepan que Jungkook ya ha llegado —aparta su mano lentamente y agarra de nuevo la mano del castaño —quiero que sean amables con él al igual que Jungkook lo será con vosotros.

—De acuerdo —los mira una última vez antes de cumplir sus recados.

—Jungkook —lo llama para que volviese a centrarse en él y dejase de revisar el palacio —¿cuántos años tienes?

—Diecinueve.

—Eres el más joven aquí entonces —lo guía por toda la casa, mostrándole numerosas habitaciones hasta que llega a la zona de las habitaciones de los chicos —esta será tu habitación. Ya hay ropa en el armario y todo está limpio.

Jungkook se sintió muy nervioso al notar doce miradas puestas en él. Todos los componentes del harem se hallaban en el espacioso salón al que daban todas las habitaciones de los chicos.

—Taehyung —lo llama Hoseok desde el sofá, cerrando el libro que tenía entre sus manos —¿por qué has elegido a Jungkook?

—Por la misma razón por la que os elegí a vosotros, mis preciosos chicos —les sonríe a todos, dejándolos embobados. Jungkook sabía que dentro de poco el acabaría en el mismo estado.

Revisó también a los presentes, dándose cuenta de que todos ellos eran extremadamente bellos, casi como si fuesen sacados de cuentos de hadas. Él era el único que no estaba vistiendo ropa de seda ni cubierto de aromas agradables. Por no mencionar que todos se veían inteligentes y educados.

—¿Estás seguro de que quieres que me quede aquí? —pregunta Jungkook algo ruborizado, sorprendiendo al resto.

—Claro que si —Taehyung suelta su mano y se acerca a uno de los presentes —Seokjin, ¿podrías ayudarlo a cambiarse? —pregunta acariciando con suma delicadeza su mejilla.

—Ajá —asiente mirando sus ojos con una sonrisa. No es hasta que Taehyung deja de tocarlo que se levanta para guiar a Jungkook hasta su habitación —Jungkook, ¿cierto?

—Si hyung —le dedica una sonrisa y espera sentado en una silla que allí había a que el mayor le diese su ropa —¿es muy extraño que yo también piense que todos sois muy bellos?

Jin suelta una risita mientras niega y saca un pijama de seda blanco.

—No, está bien si piensas eso —ayuda al contrario a cambiarse y le echa una fragancia con un olor refrescante y agradable antes de peinar su cabello —también lo eres.