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Se tranquilizó un poco cuando llegó el médico y cuando los otros cinco chicos llegaron para darle apoyo y consuelo.

—Me temo que Jungkook se halla en coma y no hay medicamentos que puedan ayudarle con eso —cierra su maletín y se acerca al príncipe —lo único que podemos hacer es esperar a que su sangre se renueve y deseche el veneno —suspira y mira al menor —tiene que permanecer con eso todo el tiempo —asegura señalando el suero —no sabemos cuánto tiempo va a estar dormido, así que necesita a alguien que se encargue de él. Que lo limpie, lo cambie, que mueva sus extremidades y que esté pendiente por si despierta.

—Yo lo haré —dice al momento el príncipe, totalmente seguro de sus palabras.

—Alteza, debe ocuparse de muchas cosas, usted es el prin-

—He dicho que yo lo haré —interrumpe al guardia acercándose a Jungkook —es mi pareja y quiero quedarme a su lado y cuidar de él en todo momento —se sienta en el borde de la cama y agarra con cuidado una de las manos ajenas.

—Mi trabajo aquí ha terminado, llamadme en cuanto despierte —el médico se acerca a la puerta —mucha suerte —le sonríe al príncipe antes de ser guiado por uno de los guardias hasta la puerta del palacio.

Mientras, los cinco chicos miraban la escena apenados, bastante tristes también al ver a Jungkook en aquellas condiciones. Finalmente, salieron de la habitación y dejaron allí a Taehyung abrazado al menor mientras lloraba en su hombro.

¿Cómo era aquello posible? Apenas unos días atrás Jungkook aseguró encontrarse mucho mejor y ahora estaba a punto de morir. Su piel se notaba mucho más pálida, su respiración era tan lenta y breve que por momentos parecía que había dejado de respirar y su pulso era suave y escaso.

—Siento no haber cuidado mejor de ti, Jungkookie —susurra aún recostado en su pecho y dejando caricias en uno de los brazos ajenos —pero ahora necesito que despiertes, por favor —pide enterrando su rostro en su cuello —te necesito —un sollozo se escuchó en la habitación y probablemente fuera de esta, haciendo sentir peor a los cinco chicos que aún estaban en la puerta de la habitación preocupados por la salud de Jungkook y el bienestar de Taehyung.

—Tenemos que ayudarlo en lo que sea —dice al momento Hoseok, llevando una mano a su pecho —Nos turnaremos para ayudarle y vigilar a Jungkook.

—No creo que Taehyung deje que nadie se acerque a Jungkook después de lo que ha pasado, incluso si somos nosotros. Ahora está asustado porque Jungkookie está muy débil y cualquier cosa podría empeorar la situación —Jimin muerde su labio inferior angustiado —en realidad ahora sólo nos queda esperar a que Jungkook despierte.

—Y será mejor que los dejemos solos —añade Namjoon y los cinco chicos se alejan de la habitación, dispuestos a buscar en los libros cualquier información que pudiese serle útil a Taehyung para tratar a una persona en coma.

. . .

Durante las tres semanas y media que Jungkook llevaba ya en coma, Taehyung siguió al pie de la letra las indicaciones del doctor. Había limpiado a Jungkook con cuidado de no quitar la aguja en su brazo, había movido sus brazos y piernas y había mantenido una buena higiene en la habitación. Pasaba todo el tiempo que podía con el menor, comiendo y durmiendo con él o simplemente leyendo a su lado.

Cada día era peor que el anterior al no saber cuánto más tiempo tendría que pasar para volver a ver a Jungkook sonreír, si es que acaso despertaba.

En cuanto a Seojoon, permaneció la primera semana encerrado en un calabozo y finalmente fue desterrado a pesar de las insistencias del padre de Taehyung en cortarle la cabeza.

El resto de chicos, se dedicaron a llevarle comida y agua a Taehyung, además de hacerle algunas visitas y llevarle lo que fuese que el rubio pidiese. Únicamente Jimin fue el que pudo quedarse a solas con Jungkook para vigilarlo cuando Taehyung iba a ducharse o tenía una reunión importante a la que no podía faltar como parte de sus obligaciones como príncipe.

Taehyung entró a la habitación después de su ducha mañanera, agradeciéndole a Jimin haber cuidado de Jungkook mientras.

—Alteza, ¿qué va a pasar si Jungkook no despierta?

—Va a despertar

—Pero y si-

—Va a despertar —repite interrumpiéndolo y sentándose en el borde de la cama. Sabía que todos iban perdiendo poco a poco la esperanza, pero él necesitaba mantenerse fuerte y positivo para no hundirse.

—Nos vemos luego alteza, llámame si necesitas algo —pide saliendo de la habitación con un suspiro y de nuevo algo decaído. Si Jungkook no despertaba, Taehyung acabaría volviéndose loco.

—Vas a despertar, yo lo sé. Y pienso estar aquí contigo cuando eso pase —tras esas palabras, volvió a acurrucar junto a Jungkook, quedándose escondido en su cuello y notándolo aún más delgado.

—T-Taehyung —tartamudea el menor, dejando totalmente sorprendido al príncipe.

—¿Jungkook? —se separa de su cuello y frota sus ojos con sus manos para comprobar que aquello no era una ilusión. Esboza una amplia sonrisa y se acerca a su rostro para acariciar sus mejillas y darle un corto beso —bebé, estás despierto —repite, sonando aún más increíble.

—¿Qué ha pasado? —se estira un poco, notando sus músculos entumecidos.

—Has estado en coma —lo ayuda a sentarse y coloca un cojín en su espalda —no te esfuerces, tu cuerpo tiene que recuperarse —se sienta un poco más cerca y lo observa en silencio pero con una gran sonrisa sin poder creerse lo que pasaba.

—¿Cuánto tiempo he estado dormido? —lleva sus manos sobre las de Taehyung y agarra estas, devolviéndole la sonrisa.

—Casi un mes —se acerca y vuelve a besarlo sin poder evitarlo —te he extrañado mucho.

—Hyung, ¿estoy mejor ahora? —pregunta notando por fin la aguja en su brazo.

—Supongo que si, si has despertado es porque claramente estás mejor —lo abraza con cuidado y permanece dándole cortos besos —tengo que llamar al doctor para informarle de que estás despierto.

—Está bien —suspira entre los brazos de Taehyung, sintiéndose extremadamente feliz por tenerlo cerca —quédate así un ratito más, por favor.

—Claro —besa su cabeza y permanecen abrazados un tiempo —te amo Jungkook.

—Yo también a ti, Taehyung —esboza una tierna sonrisa que al momento es besada por el príncipe —¿qué ha pasado?

—Seojoon ha estado envenenándote con el té. Mi padre lo ha desterrado y ahora está en una mazmorra lejos del reino —sostiene el rostro ajeno entre sus manos y busca sus ojos —pero no te preocupes por él, tú ahora sólo debes centrarte en recuperarte. Tienes que comer, caminar y hacer ejercicio para que tus músculos recuperen la fuerza.

—También tenemos que casarnos —le recuerda con una sonrisa ladina, provocando un fuerte sonrojo en las mejillas del rubio.

—Hay muchas cosas que aún debemos hacer juntos —ambos sonríen inevitablemente sin soltar sus manos y mirando directamente los ojos ajenos.

¿Había algo más maravilloso que poder casarse con el chico de sus sueños? Taehyung era perfecto para Jungkook, alguien irresistible y amable que había conquistado su corazón en cuanto lo vio. Aunque la realidad es que aquello era completamente mutuo.

Harem 13 «Vharem/KookTae»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora