Harem 13 «Vharem/KookTae»

19

Taehyung se sentía cada vez más estresado y sobrepasado por la situación. Jungkook no hacía más que empeorar, Seojoon tenía una grave herida que tardaría en sanarse según el médico y Jimin, en quien más había confiado hasta ahora, lo había traicionado de aquella manera. Y por si fuera poco, la boda de su hermano se acercaba cada vez más y todo el mundo estaba ajetreado con los preparativos.

Jimin llevaba dos días en el calabozo, en espera de que Taehyung le concediese un minuto de su tiempo para tratar de explicarle lo que había pasado. Por suerte, aún tenía la botellita de veneno con él.

—Jimin —lo llama el rubio cuando se acerca a la puerta de barrotes —¿por qué hiciste eso? Confiaba en ti.

—Yo no lo hice, se lo hizo él —al momento se pone en pie y se acerca a la puerta —déjame explicarte.

—No quiero mentiras —aparta su mirada, claramente dolido por la situación.

—Seojoon ha estado envenenando a Jungkook —saca la botellita de su bolsillo y se la da al mayor por el espacio que había entre los barrotes —cuando entré a la cocina vi a Seojoon echándole esto a Jungkook en el té y cuando iba a ir a buscarte para decírtelo, Seojoon se clavó el cuchillo para haceros creer que había sido yo y que así me encerrases y no pudiese contarte la verdad —mientras hablaba, las lágrimas comenzaron a brotar se sus mejillas.

—No te creo, Seojoon ya me dijo que dirías eso —al igual que el mayor, también se hallaba llorando —eres tú el que ha estado envenenando a Jungkook.

—Taehyung tienes que creerme —suplica agarrándose de los barrotes —adoro a Jungkook como si fuese mi hermano, jamás sería capaz de lastimarlo. Además, Jungkook comenzó a enfermar poco tiempo después de que Seojoon viniese y comenzase a darle el té. Yo ni siquiera cocino, ¿cómo iba a darle esto? —deja escapar un sollozo cuando el menor se atreve a volver a mirarlo —lo único que he hecho ha sido ayudarlo a ser un buen compañero para ti.

—Jimin... —susurra acercándose a él y buscando sus ojos —¿es cierto? Júrame por lo que más quieras que tú no has sido.

—Lo juro por ti —limpia sus mejillas y traga saliva, notando un nudo en su garganta.

Un silencio se hizo entre ambos tras aquella respuesta. Taehyung podía asegurar que Jimin lo quería como a nadie y eso era obvio. Aunque también era cierto que todos le habían asegurado no sentir nada por él más que amistad excepto Seojoon, que sí le había lanzado algunas indirectas esos últimos días.

—Te creo —asegura limpiando sus mejillas —voy a sacarte de aquí —va a buscar al guardia encargado de las llaves y le pide que libere al azabache. En cuanto este está fuera, se dan un fuerte abrazo —perdona por no haber venido antes a hablar contigo, has tenido que pasar dos días horribles aquí abajo.

—No importa —niega con una sonrisa y limpia las mejillas ajenas —ahora ve a por Seojoon, él es el verdadero culpable de todo.

Taehyung asiente y ambos suben hacia las habitaciones con varios guardias. En cuanto están en la puerta de Seojoon, es el príncipe el que decide entrar primero.

—Hola Seojoon —le ofrece una sonrisa amable y se acerca a su cama tras indicarle a los guardias que lo esperasen en la puerta —¿cómo está tu pierna?

—Estoy mejor —asegura devolviéndole la sonrisa. Esta vez Taehyung notó aquella mirada de enamorado que el mayor conservaba —¿has ido a hablar con Jimin?

—Si, está muy arrepentido —se sienta en el borde de la cama y lo observa ladeando la cabeza.

—¿Qué te ha dicho?

—¿Por qué te interesa tanto?

—No quiero que te haga pensar que he sido yo el que le ha dado ese veneno de acción lenta a Jungkook —esboza un puchero, intentando dar pena.

—¿Cómo sabes que es de acción lenta?

—J-Jimin me lo dijo en la cocina —tartamudea maldiciéndose mentalmente por ser tan bocazas.

—Seojoon, ¿tú me sigues amando? —se acerca un poco más a él —Porque yo sigo enamorado de ti —busca sus ojos y luego sus labios —Jungkook no es lo que esperaba, no me siento como contigo.

—¿Lo dices en serio? —pregunta sorprendido, notando sus mejillas sonrojarse.

—Yo no miento —alza una ceja y vuelve a sonreírle —¿saldrías conmigo de nuevo?

—Claro que si TaeTae, yo sigo enamorado de ti —confiesa bastante contento por aquello.

—Genial, a Jungkook no le queda mucho. Cuando muera, podremos ser felices tu y yo —se acerca a él y mira sus labios fijamente, actuando como tan bien se le daba.

—Puedo conseguir que muera antes, haría cualquier cosa por ti —asegura mirando sus labios de vuelta y con ganas de besarlo, aunque por su pierna no pudo moverse más cerca.

—¿Incluso matar a Jungkook?

—Si —susurra acercándose hasta que rozan sus labios, extrañándose cuando Taehyung se aleja repentinamente y asustándose cuando los guardias comienzan a entrar en su habitación tras una orden del príncipe. Había estado tan embobado con el menor que había caído en su trampa como un tonto.

—Llevároslo al calabozo y que no salga hasta que Jungkook mejore. Necesito pensar qué haré con él —su expresión se endurece mientras habla, sintiéndose frustrado por no haberse dado cuenta desde el primer momento de quién era el verdadero culpable.

Mientras iba de camino a la habitación del menor, mandó a llamar al médico para contarle lo ocurrido y la verdadera situación en la que se encontraba el castaño.

Entró a su habitación bastante apenado, aunque una sonrisa se adueñó de su rostro al verlo dormir pacíficamente. Se acerca a la cama y se recuesta a su lado, notando la lenta respiración del menor.

—Jungkookie —lo llama acercándose a dejar un corto beso en sus labios —amor —esta vez lo traquetea un poco y se incorpora para verlo mejor —Jungkook... ¡Jungkook! —lo llama asustado al no obtener respuesta.

Continuó moviéndolo y llamándolo desesperado, notando cómo poco a poco todo su mundo se derrumbaba ante la idea de perder al menor.