• 38: Enfermedades •

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Soo se encontraba en su habitación, realizando algunas tareas de la escuela, mientras escuchaba música reproducida en su computadora.

- ¿De que sirven las matemáticas? - se quejaba la niña mientras dejaba caer su cabeza en la palma de su mano, que estaba apoyada en la mesa. - Te odio te odio - le dirigía la palabra a los números que estaban dispuestos en cualquier orden escritos en su cuaderno.

El sonido de la puerta rechinando al abrirse llamo la atención de la menor y fue sonido suficiente para ser excusa suficiente para dejar el lápiz tirado sobre su cuaderno y fijarse quien era.

El de cabellera rosada subió las escaleras decidido a ir a su habitación, se adelantó para no encontrarse con su tía ni con Soo, el cual pensaba que estaba ayudando a la mayor en la cocina, porque no se sentía muy bien con toda esta situación que esta pasando con Yoongi. Para colmó en el pasillo que dirigen a diversas habitaciones de la casa, se encontró a Soo, la cual estaba parada al lado de su puerta mientras miraba como se acercaba a ella.

- ¿Recién llegas? - le preguntó Soo mirando la actuación de su hermano. - ¿Te paso algo? - le preguntó nuevamente al ver que no le contestó a la primera pregunta. - Te estoy hablando Jiminnie.

- ¿Qué? A sí, lo siento no me siento bien creo que iré a recostarme - aclaró el chico dirigiéndose a su habitación. El pelirrosa llego al fondo del pasillo, abrió la puerta de su habitación con su mano derecha, con su otro brazo hizo un movimiento hacia atrás con su hombro para librarse de la mochila y la dejo tirada en el piso, situó en el escritorio todas las cosas que tenía en su bolsillo, para luego finalizar ese procedimiento cerrando la puerta.

- Chicos. Quien les entienden - frunció el entrecejo la menor para luego cerrar la puerta de su habitación y bajar las escaleras.

- Tía, ¿estas en la cocina? - le preguntaba Soo bajando las escaleras y observando la sala principal.

- ¡Siiii mija! - exclamó la mayor respondiendo anteriormente a la pequeña.

Soo, avanzó hacia la cocina pasando por el pasillo estrechó de la casa que conectaba la sala principal, lugar en donde la familia descansaba, y con la cocina.

- Buenos días bebé - le exclamó la mayor dándole un beso a la chica en la mejilla.

- Buenos días tía. ¿Dormistes bien? - le preguntó la menor buscando una taza, de todas en las que había en la mesada de la cocina.

La mayor asintió con su cabeza. Soo se sentó en una de las sillas, indicó con una de sus manos en dirección al sobrecito de café, que yacia detrás de la mayor, para que está misma se la alcanzará.

Soo agarró el sobre de café que le había alcanzado la mayor y empezó a moverlo con las huellas dactilares de su dedo pulgar y su dedo índice para que el mismo café cayera del sobre, directo en la taza con agua caliente.

La tía acompaño a su sobrina en la merienda. Agarro una de las tazas que había guardado en la repisa anteriormente, se sirvió el agua caliente y se sentó al lado de la chica.

- ¿Tú tienes alguna idea de por qué Jimin regresó deprimido del colegio - le preguntó la mayor para luego indicarle que le alcanzará el azúcar que estaba en la mesa.

Soo se inmutó por unos minutos, estuvo pensando en las infinitas posibilidades de lo que le podía haber pasado a Jimin.

-Hmmm deber ser por ese chico Yoongi- aseguró la menor luego de analizar su situación, sin duda alguna era ella la que más conocía al pelirrosa, llevan años conviviendo juntos

-¿Yoongi? ¿El rubio?- preguntó confundida. Sol asintió con la cabeza.

- Creo que se llevan muy bien los dos, diría yo demasiado porque casi siempre están juntos. Además no te acuerdas esa vez en el hospital, la reacción que tuvo Jimin al ver a Yoongi en la habitación.

"¡Estúpido Ángel!" »YM« 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora