• 62: La puerta •

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- Buenos días bebé - el pelirrosa salía del baño con una secadora de pelo en su mano, y con la otra sobándose el cabello.

Se acercó a la cama y le dio un beso a su novio.

El rubio le respondió con una sonrisa luego de recibir el beso de su pelirrosa.

Volteó al otro lado de la cama, a buscar el celular que había puesto la noche anterior antes de que se fuera a dormir.

Con sus ojos aun entrecerrados, prendió la pantalla del celular para ver la hora que era.

- ¿Son recién las 8? - el rubio fruncía el entrecejo y se tapaba los ojos con su mano, la luz de su celular le fastidiaba para poder ver la pantalla.

- Si... Me desperté temprano porque no tenia ganas de dormir. Así que pensé que lo mejor sería irme a bañar.

El pelirrosa termino de secarse el cabello, dejo la secadora de pelo en la mesa para luego volver a la cama con Yoongi.

- Bebé, ven aquí - le susurraba el rubio. Jimin se metió entre las sábanas enredadas y terminó en los brazos de su novio.

Posicionó su cabeza sobre los pectorales del rubio. Se había hecho bolita para que su novio le abrazara.

El mentón del mayor se posicionó sobre el suave y liso cabello del pelirrosa. De él desprendía un olor que le volvía loco. Se lo hizo saber a su novio, y este aún más se acercaba a Yoongi.

El rubio olía el cabello del chico como cuando olía el desayuno recién preparado por las mañanas.

Ambos se quedaron abrazados mutuamente, acorralados por las sábanas que les cubría por completo a los dos.

Yoongi disfrutaba de estos momentos ya que no solía tenerlos tan seguido.

- Te amo - fue lo último que escuchó el rubio, antes de que sus ojos se cerrarán y que se quedará durmiendo abrazado de su novio.

Sus ojos lentamente se cerraron y siguió retomando su sueño.

......

Sonidos cada vez más rápidos sonaban en la puerta de la habitación.

Por unos instantes Yoongi podía escuchar voces acompañadas de esos golpes pero no le prestaba demasiada atención y siguió durmiendo.

Esos golpes se convirtieron en ruidos molestos para Yoongi al cabo de unos segundos, golpes y golpes. Quien quiera que esté haciendo eso no se detenía.

Ya con la paciencia con por los suelos, abrió los ojos y se sentó en la cama.

- ¿Pueden callarse? - gritó, pero nadie respondió al aviso del rubio.

Volteo a ver a su pelirrosa pero este no estaba a su lado. Solo yacia el espacio que había dejado el pelirrosa. Algo que le parecía extraño al chico.

De fondo los golpes empezaron a escuchar nuevamente. Yoongi miro en dirección a la puerta de la habitación.

- Dios. Debe ser Sunni - se quejaba. Bajo sus pies y se puso su calzado - ¿Que ella no tiene novio ya? Debería de estar molestando al novio y no a mí.

Los golpes seguían.

- Ya voy, ya voy - con el entrecejo fruncido avanzaba hacia la puerta.

Se detuvo frente a ella, giro de la manija, pero está no abría, por las que tiraba de ella. - Se habrá roto está porquería - dudaba el rubio intentando nuevamente pero seguía sin tener algún resultado.

Los golpes empezaban a sonar más y más, ahora es más rápidos sin una pausa de por medio, y era mucho más fuertes y ruidosos, una más que el anterior.

"¡Estúpido Ángel!" »YM« 💜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora