Capítulo 04

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Cuando Shintarō llegó a la residencia Uchiha fue directamente a su habitación, ignorándo los gritos de Deidara y se puso a leer un libro para distraerse. ¡No entendía por qué había montado tal numerito si solo le había hablado al peli-rojo!

Apenas habían terminado las clases, se había dirigido a buscar a su amigo, pero en el camino termino encontrándose con Akasuna no Sasori, un chico peli-rojo del mismo salón que la rubia histérica, y por lo que tenía entendido ambos eran los mejores de su generación y siempre terminaban discutiendo por cual concepto definía mejor el arte.

Lo que sucedió fue, que se habian quedado hablando mientras Shin esperaba al rubio. Y Deidara al encontrar a ambos hablando tan amigablemente, se había molestado con el Senju, y termino haciendo un numerito en la escuela.

Shin, cansado por aquel comportamiento. Se dirigió al estacionamiento, después de despedirse de Sasori solo para molestar aún más a su amigo, que no dudo en seguirlo mientras le reclamaba, rodeó el coche y entró. El artista al ver que no le dirigiría la palabra se subió y puso el coche en marcha y salió del aparcamiento.

Un suspiro salió de los labios del albino al recordar lo sucedido.

Así que sacó sus apuntes de su última clase y se puso a organizar el tema agradeciendo el silencio y la normalidad que había en casa. Itachi aún no había llegado y el hecho de estar sola en casa con Sasuke, y que este estuviera tan silencioso, le daba mala espina.

Mientras tanto, en la habitación del Uchiha.

Sasuke llevaba rato haciendo un resumen para sus finales, el azabache ya sentía que su mano comenzaba a moverse sola sin atender a sus órdenes, así que aparto las cosas y se quedo con la cabeza apoyada en su brazo. No tenía ganas de nada, la universidad llegaba a ser tan absorbente que muchas veces sentía que acababa colapsándo.

Necesitaba algo que le distrajera y reírse de Naruto era lo único que lo lograba, aparte de salir en moto o ir a entrenar.

Sin embargo, levantarse e ir a buscarlo tampoco tenía mucha gracia.

Podía llamar a Sakura para que hiciera algo al respecto, pero no tenía ganas de verla, era muy pesada. Le tenía la cabeza como un bombo con su voz chillona y su obsesión por controlar cada cosa que hacía.
No sabía ni por qué estaba con ella. Al principio la respuesta era fácil: sexo.

Desde que tenía memoria ninguna chica se resistía a sus encantos.

Era muy fácil tener a esa chica disponible solo para cuando a él le diera la gana, pero pasada la emoción inicial, no sabía si seguir llamándola novia era lo correcto.

Quedar como amigos con derechos era más tentador cada día, ya que podría decir que su relación se basaba en el engaño. A Sakura la conocía desde el jardín de niños y se habían vuelto a encontrar en las pruebas de acceso a la universidad, no le faltó tiempo para pedirle el número de teléfono y mucho menos para llamarla solicitando una cita. Enseguida supo que sería una facilona a la que mantendría alrededor con facilidad. Fue ella quien le presentó a Naruto, quien en un solo verano se había convertido en su mejor amigo y, además, le había ayudado a reunir un buen grupo de estudiantes de la facultad.

Sasuke volvió a sus resúmenes pero, al instante, Itachi lo llamó, descolgó el teléfono sin ganas, a pesar de que por fin tendría algo con lo que entretenerse.

—¿Para qué me llamas?—preguntó enseguida.

—Em... —notó molestia en su onomatopeya—Sasuke, hay que ir a comprar.

—Pues ya sabes, ve a comprar.

—Estoy ocupado.

—Yo no voy.

𝐀𝐓𝐑𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍 -𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora