Mio [Fargexby]

.:03:.

Alexby se encontraba en la cocina, estaba preparando patatas cocidas, le gustaba aquel platillo, amante de las patatas, aunque tenía que salir a dar una vuelta e investigar un poco.

Cuando termine de cocinar y comerlas sin mucho apuro, ya que estaba sentando mirando sus notas de investigación, pudiendo así conocer a fondo a los posibles sujetos bajo la máscara.

En la comisaría le habían informado que eran tres, pero sólo había tenido contacto con uno, ¿en donde estaban los otros? Salio de casa una vez que concluyó su cena, si, la cena, se despidió de Jimmy y bajo la colina, hasta llegar al molino, saludo am granjero Omar y finalmente se detuvo, en el palacio de justicia, un edificio que fue hecho para darle sentencia a los desdichados, aquellos sujetos que alteraban el orden del pueblo, el encargado era un juez que le importaba poco si la persona hizo el bien o tuvo una conducta presentable durante su encierro. El policía entró, el podía darle un poco de información, ya que había escuchado que aquel juez había logrado ver a más miembro de dichosa secta oscura.

Camino por aquellos pasillos hasta que llegó aquella sala, en donde se llevaban acabo los juicios, miro atento a su alrededor, hasta mirar la puerta que se encontraba a lado izquierda.

Se acercó y la abrió, entrando con cautela, notando ma oficina de aquel juez quien de encontraba sumido en la lectura de unos documentos.

— Señor Auron.

Hablo, sabia que el hombre era un tanto estricto en los modales, pero el policía sabía que no respondería.

— ¡Eh! ¿Alexby? ¿A qué se debe tu visita?

El juez dejó la lectura sobre su escritorio, mirando al menor e indicando le que podía pasar a sentarse, el menor hizo caso y tomo asiento, su rostro oculto bajo aquel casco, miraba al juez y con una voz neural hablo.

— ¿Puedo hacerles unas preguntas?

— Claro, dígame las que quiera.

— Usted sabe ¿quiénes son los miembros de la hermandad? O ¿tiene algún indicio de quiénes sean?

Auron lo miro, quito sus lentes y mete lazo sus dedos una vez dejado sus mentes sobre el escritorio, miro atento al menor y hablo.

— Los he visto varias veces, más no tengo idea quienes sean, ya que jamás me he acercado a enfrentarme a ellos.

— ¿Esta seguro?

— Claro, por lo que he sabido, el pueblo le teme, por eso he estado esperando que la policía, los capture, para darle la orden del exilio absoluto y no se atrevan a pisar un pie en este pueblo.

La mirada de aquel juez brilló, a decir verdad, aquel juez era muy diferente a un simple pueblerino, muchos lo tomaban por una persona especial, como un héroe. Pero el mismo juez se negaba, diciendo que era su capacidad, ya que también tenía el título de doctor y psicólogo del pueblo.

— Bueno, le prometo que yo, personalmente, les traeré a esos sujetos, ya que nadie se sale con la suya y más cuando estoy yo.

Auron sonrió. Comenzaba a caerle bien el menor, se puso de pie y camino hasta quedar cerca de una ventana, llevando sus manos a su espalda y mirando el paisaje del pueblo.

— Sabes, he leído mucho en estos últimas semanas, el viejo Merlon, conoce historias similares a los libros, esta claro que el a escrito la mayoría de los libros de los héroes que pisaron antiguamente este pueblo, antes que ustedes, porque... tu eres un héroe ¿cierto?

El menor afirmó. Jamás había pasado por su mente hablar con el viejo Merlon, ya que era el más viejo y posiblemente tendría solamente historias de hace años, en donde el era muy joven o cosas por el estilo. Y no solía involucrarse en todo esto. Sin embargo ahora que lo mencionaba el juez la duda lo inundó.