Capítulo 14

2.3K 185 6
                                    

Es lunes y tan pronto como llego a GEH, Andrea aparece con mi agenda. Esta mañana Ros tiene una junta con Jerry Roach el dueño de SIP, por lo que antes de irse le pido que pase por mi oficina. Me dice que Ron Marcus del departamento de Legal tiene todo listo y también acude a la reunión.

Normalmente iría yo mismo para asegurarme que todo se haga en mis términos, pero tengo pendientes qué resolver, así que solo serán ellos dos. Si todo sale como espero, mañana mismo estaré yo en SIP firmando el papeleo.

Taylor me lleva directo a SIP desde Escala. Ros Bailey y Ron Marcus ya se encuentran ahí, puntuales como me gusta. A las 8 en punto estoy entrando a la editorial. Saludo al señor Roach, quien me acompaña a la sala de juntas, y me presenta a tres personas más: Morgan, Hyde y Mills, jefa de recursos humanos y editores respectivamente.

La reunión empieza con Marcus hablando sobre los detalles del contrato de compra venta y Ros sigue proyectando los cambios a corto plazo. La mujer Morgan tiene una cara seria e inexpresiva, pero Hyde y Mills hacen muchas preguntas.

Miro mi reloj cuando veo que poco a poco los empleados de SIP empiezan a llegar. Sonrío pensando en la pequeña señorita Steele. Estoy sentado de frente a Roach y mirando los diagramas presentados por Ros, cuando veo un pequeño grupo de personas reunido, mujeres sobre todo.

Las paredes de cristal no brindan la privacidad necesaria por lo que el cuchicheo afuera de la sala es más fuerte cada vez. El señor Roach se gira para darles una mirada seria a sus empleados, que solo me causa irritación. Esto jamás pasaría en Grey House. Imito su movimiento girando mi silla para darles mi mirada fría.

Pero mis ojos viajan como imanes hacia la chica de ojos azules que me mira con el ceño fruncido. Sonrío como idiota, no era eso lo que pretendía. Las mujeres a su lado se sonrojan y aletean sus pestañas de la forma más odiosa posible. Pero yo centro mi atención en ella, solo en ella.

Le guiño un ojo y la chica a su lado da saltitos. Ana sigue mirándome con el ceño fruncido, ¿no te alegra verme cariño? De pronto voltea a su costado, donde el chico del bar se le acerca. Ahora yo frunzo el ceño, pero Ros llama mi atención.

— ¿Todo bien? — me dice.

— Si, solo voy a salir un momento — le digo — Señor Roach, continúen, debo hacer una llamada rápida.

Me encamino a la puerta, pero ya no veo a Ana. La chica que estaba a su lado sale corriendo y el estúpido del bar sonríe. Salgo de la sala, caminando entre los empleados y me dirijo a la salida, donde Taylor espera. Le hago una seña para que no se acerque y saco mi teléfono.

— Christian... — me responde a los tres tonos.

— ¿A dónde fuiste Anastasia?

Me dice que tiene qué trabajar, pero tengo la sensación de que está evitándome. Esta molesta por verme aquí. Le pido que vayamos a desayunar, pero se niega. En eso tiene razón, quiere permanecer como una empleada más. Luego me pide que regrese por ella a las 5, y como ella no va a ceder, yo accedo.

Regreso a la sala de juntas, donde el señor Roach ya se encuentra firmando frente a la atenta mirada de sus empleados. Ros propone un desayuno para festejar que el trato se cerró, y yo asiento mirándola. Salimos todos de nuevo y Ros y Marcus suben al audi conmigo. Roach y su gente sube a otro auto y nos siguen.

A las 5 en punto estamos afuera de SIP. Los empleados salen en montón, pero los vidrios polarizados no les permiten verme. Espero ansiosamente por Ana, pero sale después de unos minutos. Apenas se sube me mira con el ceño fruncido... de nuevo.

— ¿Vas a decirme que hacías aquí? — me dice directo.

— ¿Es que acaso no puedo venir? Es un país libre — le digo con poca paciencia.

— ¿Dices que es una gran casualidad que estuvieras en mi trabajo? ¿Intentando comprar la empresa? — ahora sé por qué esta molesta.

— No lo intento, es mía. Firme esta mañana — sonrío con satisfacción.

Ella insiste en conocer mis motivos, pero no puedo ser honesto sobre eso, por lo menos no ahora. Le hablo de SIP como si fuera cualquier otra empresa de las que compro y administro. Taylor nos lleva a mi apartamento y subimos en el ascensor en un incómodo silencio.

Le indico que se siente cuando la señora Jones nos entrega las copas y los platos ya servidos, pero sigue molesta con la frente arrugada. Intento cambiar el tema para distraerla.

— Lo que quería decirte esta mañana es que te llevaré por un vestido para la gala del sábado.

— Suficiente has hecho hoy Christian — me dice en tono serio.

— Pero yo quiero hacerlo — insisto y me da una mirada asesina.

— Soy bastante capaz de escoger y comprar mi propio vestido señor Grey.

Intentojustificarme pero no parece importarle. ¿Desde cuándo tengo que explicar mismotivos? Esto jamás me ha pasado, ¡se hace lo que yo digo y punto! Pero estachica hace conmigo lo que quiere.

De pronto camina hacia la sala y toma sus cosas. La miro en silencio sin poder creer lo que está haciendo... se está alejando de mí. No quiere tenerme cerca. Me ofrezco a llevarla pero se niega de nuevo.

— ¿Qué te pasa Anastasia? Estás más necia de lo normal — le digo molesto — Deja de portarte como una niña y deja que te lleve.

Le ordeno. O eso intento porque de nuevo me ignora. Camina a pasos rápidos hacia el ascensor. Taylor aparece siempre oportuno y asiente ligeramente con la cabeza.

— Ni tú ni yo, dejaré que me lleve Taylor — dice para fastidiarme.

Miro a Taylor con el ceño fruncido, ¿se ha ofrecido él mismo? Respiro hondo y comprendo que en este momento no obtendré nada de ella, no con esa jodida actitud.

— ¿Por qué él? — arqueo una ceja.

— Porque confío en él... a menos de que compre el edificio en el que vivo — me sonríe burlona haciendo reír a Taylor... bastardo.

Respiro una vez más y asiento hacia él, dándole paso libre a que la lleve. Cuando sube a la cabina del ascensor me dice sonriente:

— Por cierto, voy a estar ocupada, te veo el sábado para ir a la gala.

¿Qué? ¿Está jodidamente bromeando? La puerta del ascensor se cierra y me quedo estupefacto por sus palabras y su atrevimiento. Es confuso, estoy molesto y a la vez divertido por su actitud retadora.

Historia de Amor 💙 (Christian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora