Capítulo 25

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Ana está parada frente al closet, pasando su vista por todas las prendas que se encuentran colgadas. Abre los cajones uno por uno y frunce el ceño mientras yo permanezco a su espalda, pasando mis nudillos por mis labios con nerviosismo.

Si, jodidos nervios porque estoy seguro que la señorita Steele va a quejarse antes de aceptar la ropa. Levanto la vista hacia ella cuando la escucho suspirar, y luego dice:

— Bueno, pero es solo un préstamo – dice antes de salir de la habitación.

Regreso a Escala después de salir a correr por la bahía como todas las mañanas y voy a la ducha mientras Gail prepara el desayuno. Ana no está en la cama, así que me cambio y subo las escaleras hasta la habitación donde estoy seguro la encontraré.

Me acerco sin hacer ruido y me recargo en el marco de la puerta a observarla caminar de un lado a otro pensativa. Toma una prenda, luego otra, la devuelve y sigue mirando. El jodido armario está lleno de ropa, ¿no podría tomar solo algo y ya?

— ¿Ya? – La apresuro — Solo escoge algo, lo que sea.

— Para ti es fácil decirlo, lo único que cambias es el estampado de tu corbata – me gruñe molesta — ¡Bien! Tomaré ésta blusa, esta falda y esos zapatos...

— Te hice una cita con una doctora, una ginecóloga – le digo antes de salir — Ella te dará un método anticonceptivo.

Como lo imaginé, se molesta por mi iniciativa pero no estoy bromeando sobre el jodido método anticonceptivo... nada de bebés Grey. Alega haber ido a una clínica a atenderse pero no me da información sobre el doctor o la clínica.

Apenas llego a Grey House, le pido a Andrea que me comunique con Welch. En menos de un minuto, ya lo tengo en la línea.

— Señor Grey, ¿qué puedo hacer por usted?

— Necesito que me consigas una información sobre Anastasia Steele. En algún momento durante el sábado pasado acudió a una clínica de salud, necesito saber a qué clínica, el nombre del médico y quiero la copia de la nota médica de la consulta.

— Señor, la nota será difícil de conseguir, son documentos confidenciales.

— ¿Puedes hacerlo o no? Consígueme la maldita hoja, sabes cómo hacerlo.

— Por supuesto señor Grey, le llamaré cuando tenga la información.

Cuelgo furioso, todo sería más sencillo si ella hubiera seguido mis indicaciones desde el inicio, o pudiera darme la información sobre la consulta. Le indico a Andrea que siga con la agenda de trabajo, esperando distraer mi obsesiva mente con lo del Astillero de Taiwán.

Andrea entra a la oficina con mi almuerzo y le entrego los documentos firmados que Ros me entregó en la junta de la mañana. Mi teléfono suena con una llamada de Ana, así que respiro hondo antes de contestarla.

— Ana.

— Christian, ¿podrías venir a SIP? Hay un problema y me preocupa que... – dice agitada.

— ¿Estás bien? — me incorporo en mi silla y le hago una seña a Andrea para que se quede.

— Si, yo sí, mi compañera fue atacada por el editor Hyde – ¡Ese bastardo! ¡Lo sabía!

— Voy para allá – cuelgo rápido.

— Andrea, dile a Taylor que prepare el auto. Dile a Ros que la espero en el vestíbulo, vamos a ir a la editorial. También llama a Ron Marcus, necesito que nos acompañe. Reprograma mi agenda, no sé cuanto tarde.

Salgo de mi oficina con pasos rápidos y subo al ascensor. Taylor me espera afuera de GEH, atrás de mí viene Ros con Marcus y suben al auto. Me subo de copiloto con Taylor, pero me giro hacia ellos para hablarles.

— Ros, ¿tienes el expediente completo de Jack Hyde?

— Si Christian, productivo, excelentes ventas, pero debajo de todo, numerosas quejas de acoso sexual encubiertas. Por alguna razón, el departamento de Recursos Humanos las minimizó y la parte afectada nunca presentó cargos.

— Bueno, pues haremos esto bien. Algo ocurrió en SIP en este momento y debemos actuar rápido. Si Hyde es el responsable, respaldaremos las pruebas y lo quiero fuera de la editorial, presentaremos cargos de ser necesario.

— ¿Entonces lo llevaremos a las últimas consecuencias? – pregunta Ron.

— Si tiene antecedentes quiere decir que a donde vaya lo seguirá haciendo. Si la chica quiere presentar cargos, vamos a apoyarla y ver hasta dónde nos lleva el proceso.

Llegamos rápidamente a SIP y nos dirigimos hasta la oficina de Roach para aclarar las cosas empezando con él. Cuando llegamos al tercer piso, puedo ver a Ana sentada abrazando a una pequeña chica rubia con los ojos hinchados. Dos hombres más nos miran: un rubio con la cara roja de coraje y el idiota del bar.

Entro a la oficina seguido de Ros y Marcus, Roach nos mira sorprendido. A su lado, Morgan de Recursos Humanos nos mira furiosa y Hyde con un marcado golpe en la mandíbula y otro en el ojo, está sentado en la silla.

— Roach – le digo molesto – ¿Qué ocurrió?

— Señor Grey, ¿qué hace aquí?

— Es mi maldita empresa, puedo venir a la hora que quiera – le gruño – ¿qué paso?

— El señor Hyde se negó a tener una relación con una asistente, así que la chica targiversó las cosas, haciendo que su hermano atacara física y verbalmente al editor – dice Morgan.

Miro a Roach, pero baja la vista. Morgan, por otro lado, me mira desafiante y sonríe.

— Ambos se irán por conflictivos, la chica Keene y su hermano.

— Quiero hablar con ella, quiero escuchar su versión.Roach, hazla pasar – ordeno y le hablo al guardia que está ahí en la oficina –Párese junto a él, no quiero que le hable, que la mire, incluso que mueva unsolo dedo mientras ella habla.

Hyde levanta la vista y sonríe con burla. Morgan se sienta a su lado y el guardia frente a ellos. Ros toma asiento en la silla de Roach y Marcus se para junto a ella. Me siento en el escritorio, dejando libre una silla para la chica.

— Siéntate, por favor – le digo – ¿cómo te llamas?

— Madeleine Keene, señor – dice temblorosa. Se soba la muñeca derecha y puedo apreciar una gran marca roja que seguramente dejará moretón.

— Háblame Madeleine, quiero saber qué ocurrió – digo tranquilo para que hable.

— El señor Hyde me besó a la fuerza, intenté apartarlo pero me sujetó fuerte de la mano y me sostuvo contra su pecho para tocarme – comienza a sollozar – le pedí que me soltara pero me tapó la boca para que no gritara. Lo golpeé con mi cabeza para poder correr lejos de él.

— ¿Es la primera vez que él intenta algo así? – escucho a Hyde gruñir.

— Antes me hacia insinuaciones, sobre ir a su casa y cosas así, pero pensé que dejaría de hacerlo cuando se diera cuenta que yo me negaba.

— ¿Por qué no lo reportaste, Madeleine? – pregunto pero mi voz suena dura.

— Tenía miedo, aun lo tengo porque él es el editor y yo una simple ayudante.

— Mírame, yo te creo. El señor Hyde no volverá a tocarte nunca más, me aseguraré de eso. Quiero que vayas a casa a descansar, Marcus te llamará para reunirnos de nuevo contigo – miro a Ron y él asiente.

— ¿Pero y mi hermano? ¿Y Tom? Ellos solo me defendían – dice preocupada.

— Ellos estarán bien, ninguno de ustedes va a perder su empleo o sufrir consecuencias – le sonrío y ella asiente.

Morgan se levanta de suasiento y sale de la oficina dando un portazo. Le indico a la señorita Keeneque puede retirarse y enfoco mi atención en Roach.

Historia de Amor 💙 (Christian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora